Agosto es el mes de
vacaciones por excelencia y son muchos los que estos días disfrutan de un
merecido periodo de descanso que, en muchas ocasiones, llevan meses
planificando. El objetivo principal de estos días es, sin duda, descansar y
desconectar de la rutina; sin embargo, no todos consiguen hacerlo. Y es que,
según algunos especialistas en psicología, cada vez son más las personas que padecen
estrés durante sus vacaciones de verano, un trastorno que va en aumento, sobre
todo, porque no consiguen desconectar totalmente del trabajo.
“Las vacaciones son
una excelente oportunidad para sacar beneficios a nuestro cuerpo y mente,
necesarias para recuperar el bienestar físico y emocional pero que, si no se
saben gestionar de forma adecuada, pueden generarnos estrés y conseguir un
efecto contrario al deseado”, explica Vanesa Tejón, psicóloga del Hospital Vithas Xanit Internacional de Benalmádena. “Cada vez son más las personas que padecen lo que se
conoce como estrés vacacional o bajón veraniego, un síndrome que
provoca ansiedad y frustración, sobre todo cuando nos habíamos creado unas
expectativas muy altas de nuestras vacaciones que luego no se ajustan a la
realidad”, añade la especialista.
Principales causas
del estrés vacacional
Uno de los principales
motivos que causa este estrés vacacional es la incapacidad que tienen muchas
personas para desconectar del trabajo, propiciado, sobre todo, por las nuevas
tecnologías. “En los últimos años se ha detectado que existe un número elevado
de personas que, pese a estar de vacaciones, siguen conectados y en sus días de
descanso se dedican a leer correos electrónicos y contestar llamadas. Se trata
de individuos que se pasan las vacaciones pensando en lo que les quedó por
hacer o en lo que le espera a su vuelta, lo cual genera una gran tensión que
nos impide disfrutar del descanso”, explica la psicóloga.
La mala gestión del
tiempo libre es otra de las causas de este estrés vacacional. “Cuando alguien
empieza sus vacaciones, dependiendo un poco de su personalidad, pueden
experimentarse dos sensaciones diferentes. Por una parte, están los que
experimentan la sensación de que tienen demasiado tiempo libre y nada que
hacer, lo que genera ansiedad, y por otra están aquellos que sienten que tienen
que aprovechar el tiempo al máximo, lo que les hace querer abordar demasiadas
cosas y realizar una planificación casi imposible de cumplir que, además de
propiciar estrés, genera también frustración”, explica Vanesa Tejón, quien
añade que “esta mala gestión del tiempo libre deriva, en muchas ocasiones, de
una mala planificación del mismo. Tenemos que ser conscientes del tiempo que
tenemos, no se puede pretender, por ejemplo, en una sola semana visitar 5
lugares diferentes, porque, al final, terminaremos más cansados de lo que hemos
empezado las vacaciones. Además, hay que dejar tiempo también para el descanso
y para recuperar hábitos saludables como hacer deporte o la lectura”.
La psicóloga Vanesa
Tejón explica también que los conflictos familiares son otra causa frecuente de
estrés y tensión durante la época estival. “Normalmente, durante todo el año,
estamos más centrados en el trabajo que en dedicarle tiempo a la familia y, al
encontrarnos con tanto tiempo libre, no sabemos qué hacer con ellos y esto nos
agobia. Además, el pasar tantas horas juntos intensifica los conflictos
familiares, otra causa de estrés que deriva de las vacaciones”.
Aunque estos suelen
ser los principales motivos, existen otras causas que propician este estrés
vacacional, sobre todo debido a los rotundos cambios que en estos periodos
experimenta la persona al apartarse de la estabilidad que proporciona la rutina
diaria. “El no poder recurrir a los actos repetitivos que durante el año
facilitan las actividades diarias, reduciendo nuestro ritmo de vida, así como
la incapacidad de adaptarnos a las novedades (viajes, sitios nuevos, personas
nuevas, …) pueden generar también, en algunas personas con dificultades para
adaptarse a este tipo de situaciones, este estrés vacacional. Si a esto le
sumamos los imprevistos que puedan surgir durante las vacaciones o la mala
gestión económica que hagamos en este periodo, nuestro merecido descanso puede
convertirse en una pesadilla si no somos capaces de canalizar de forma adecuada
estas emociones”, añade la especialista.
Como prevenir el
estrés vacacional
Llevarse en la
maleta de viaje el estrés vacacional no es recomendable y si no prevenimos o
intervenimos a tiempo, este proceso puede ocasionar serios trastornos, tanto en
la salud física como en la mental de la persona. Por eso, los especialistas del
Hospital Vithas Xanit Internacional han preparado una serie de consejos que
ayudarán, no sólo a prevenir este estrés vacacional sino también a evitar la
temida depresión post-vacacional a la vuelta:
- Programa con tiempo, y de forma equilibrada,
tus vacaciones: sé consciente de lo que puedes y no puedes
abarcar y, sobre todo, deja tiempo también para el descanso. Realizar una
planificación previa de las mismas, sobre todo si vas a salir de viaje,
con planes flexibles, puede evitar el agobio que genera querer hacer mucho
en poco tiempo.
- No crees expectativas difíciles de cumplir: márcate unos
objetivos reales y sé consciente de los imprevistos, dejando margen para
ellos por si se dieran.
- Si vas a ir de viaje, procura estar unos
días antes y unos días después del mismo en casa. Esto te
ayudará a organizar todo con más tranquilidad y a que las transiciones al
inicio y final de las vacaciones no sean tan rotundas, pudiéndonos adaptar
mejor a los nuevos ritmos.
- Intenta prescindir, por unos días, del reloj
y los horarios, llevando a cabo rutinas diarias más
flexibles y diferentes al resto del año.
- Realiza también una planificación económica
de tu viaje: programar los gastos para que éstos no
excedan de lo permitido o destinar un presupuesto previo ajustado a
nuestras circunstancias económicas para nuestro viaje pueden ayudarnos a
no encontrarnos sorpresas desagradables a la vuelta.
- Deja en casa todo aquello que no sea
imprescindible o que te recuerde a la actividad laboral, así evitarás
estar pendiente de las redes sociales, el correo electrónico, etc. Incluso
puedes cambiar el estilo de ropa que lleves al trabajo.
- Intenta terminar todas las actividades
pendientes antes de irte de vacaciones y, si no es
posible, delega tareas.
- Recuerda llevar una vida sana durante el
periodo vacacional, come bien, haz deporte, descansa de forma
correcta, no duermas en exceso, …
- Si es posible, toma periodos fraccionados
de vacaciones, un mes entero quizás sea demasiado tiempo pero ten en
cuenta que el tiempo mínimo que necesita nuestro organismo para
desconectar de la rutina es de una semana.
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