La consejera de Salud defiende la descentralización y la sostenibilidad sanitaria como garante del Estado de bienestar

La consejera de Salud, María Jesús Montero, ha participado hoy en Sevilla en el Foro Salud, Sociedad y Empleo, organizado por Novartis, donde ha puesto en valor el sistema sanitario descentralizado frente a un modelo donde la gestión sanitaria esté coordinada a nivel estatal. Para la titular andaluza de Salud, la descentralización es un "elemento inexcusable de la democracia". Un modelo, ha recalcado, que no puede verse afectado por la crisis económica y que tiene que ser una garantía tanto en lo social, como en lo científico, al servicio del bien común y del Estado de Bienestar.
De este modo, Montero ha recordado que en los casi 30 años desde que se transfirieron las competencias en materia sanitaria a Andalucía, ha surgido una comunidad "transformada radicalmente" que ha permitido multiplicar por 46 el número de centros de Atención Primaria existente en la comunidad, pasando de 33 a los 1.520 existentes en la actualidad; y duplicar la plantilla del sistema sanitario público andaluz, pasando de poco más de 50.000 a 102.500 trabajadores (lo que representa casi el 4% de la población ocupada en Andalucía).
Además, el sistema sanitario público andaluz ofrece la cartera de servicios más amplia (en la que se incluyen técnicas tan avanzadas como el diagnóstico genético preimplantatorio) y mayor número de derechos asistenciales, lo que lo sitúa como el más eficiente (1.200 euros por persona y año); la probabilidad de recibir un trasplante en Andalucía es el doble que en la media de los países europeos; y es la comunidad con mayor número de centros de investigación biomédica.
Según ha recordado la consejera de Salud, este desarrollo es fruto de la descentralización, modelo que ha situado al sistema sanitario de España "entre los mejores del mundo" y entre los más eficientes, tal y como lo señala el departamento económico de la OCDE en su último informe comparativo.
Así, ha apuntado que Francia y Holanda, dos de los cinco países más centralizados sanitariamente del mundo (según la OCDE) tienen un gasto sanitario un 25% y un 26% mayor que el español. Por su parte, España encabeza la lista de los cinco países con mayor descentralización sanitaria junto a Canadá, Finlandia, Suiza y Suecia.
De hecho, diversas investigaciones de la descentralización en salud demuestran que en países como Canadá este modelo ha tenido resultados como en porcentaje de niños inmunizados y que en España (y por ende en Andalucía) se registren las tasas más bajas en mortalidad infantil del mundo.

-Segunda descentralización
La máxima responsable de la sanidad andaluza se ha referido durante su intervención a la implicación de los profesionales en la descentralización de la sanidad en Andalucía y los beneficios que este modelo ha reportado en la creación y desarrollo del Estado del Bienestar.
Es por ello que, a los primeros treinta años de autonomía, donde la descentralización llevó las competencias en materia sanitaria a Andalucía, le sigue ahora una "segunda descentralización" a través de un nuevo modelo organizativo basado en el conocimiento de los profesionales y en su capacidad para dar solución a los problemas de salud de los ciudadanos, "con las mínimas interferencias posibles". Este modelo, a través de Unidades de Gestión Clínica, ha conllevado la configuración de nuevos equipos de trabajo, multidisciplinares y multiprofesionales con altas cotas de descentralización de la gestión y autonomía de las labores profesionales en un marco de corresponsabilidad.

-Eficiencia
Así, las más de 1.000 Unidades de Gestión Clínica han firmado acuerdos de gestión que han supuesto, por ejemplo, una reducción del gasto farmacéutico estimada en 1 punto porcentual, lo que supone más de 200 millones de euros; políticas de uso más racional de recursos como la cirugía mayor sin ingreso (CMA) que en la última década ha pasado del 35% en 2.000 al 68% en 2010, con un ahorro, solo en 2010 de 312 millones de euros; o estrategias de uso racional del medicamento en las que Andalucía es referente nacional, como la prescripción por principio activo (representa el 88% de las recetas de los centros sanitarios, con un ahorro de 1.000 millones en la última década). Además, el reciente Decreto-Ley de medidas en farmacia puede generar ahorros adicionales al sistema de entre 50 y 200 millones de euros al año.