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14 April 2011

CERCA DEL 98% DE LOS CASOS DE HIPERPARATIROIDISMO SE CURA EN LA PRIMERA CIRUGÍA

En la actualidad, la cirugía es el tratamiento de elección en pacientes con hiperparatiroidismo primario, con una tasa de curación del 95-98% de los casos en la primera intervención y cuando el cirujano es experto. “El empleo de técnicas de mínima invasión, cada vez más enfocadas a un abordaje selectivo, así como la mayor capacitación de los profesionales, hace de esta cirugía un tratamiento seguro y eficaz con un menor dolor postoperatorio y una incorporación más temprana a su vida diaria”, explica el doctor Pablo Moreno, coordinador de la Sección de Cirugía Endocrina de la Asociación Española de Cirujanos y presidente del Comité Organizador de la I Reunión Nacional de la Sección que estos días reúne en el Hospital Bellvitge a más de ciento cincuenta expertos para analizar las últimas novedades en el diagnóstico y tratamiento del hiperparatirodismo primario. Este trastorno metabólico, el más común de los tres tipos de hiperparatiroidismo, se debe a una alteración en el funcionamiento de las glándulas paratiroides, situadas detrás del tiroides, en la parte anterior del cuello. Estas glándulas, de 40 a 60 miligramos de peso cada una y del tamaño de un grano de arroz o una lenteja, son las encargadas de producir la PTH, que es la hormona reguladora del nivel de calcio en el organismo. “El exceso de esta hormona está relacionado con la pérdida de tejido óseo, lo que trae consigo un mayor riesgo de fractura de huesos, y daño renal, asociado a la formación piedras en el riñón e incluso depósitos de calcio en parénquima renal”, aclara este experto. A nivel neuropsiquiátrico, esta patología produce sensación de fatiga, cansancio e irritación, además de ocasionar depresión, demencia o agravamiento de un estado de demencia previo. En el 90% de los casos se debe a enfermedad de una única glándula (adenoma), siendo la siguiente situación más frecuente la afectación de todas las glándulas (hiperplasia). El hiperparatiroidismo primario es más común en personas mayores de 60 años, en su mayoría población femenina, aunque también se puede dar en adultos jóvenes. De hecho, siete de cada diez pacientes de más de 55 años son mujeres. --Causas Aunque en muy pocos casos se puede identificar una causa clara, la radioterapia cervical y la presencia de determinadas mutaciones genéticas se asocian a un mayor riesgo de desarrollar hiperparatiroidismo primario. En este último caso, pueden darse varias situaciones en función del número y grado de afectación de las glándulas. En ocasiones, el hiperpartiroidismo primario, con afectación de todas las glándulas, se asocia a los Síndromes MEN (Neoplasia Endocrina Múltiple) donde coexiste con otros tumores endocrinos. En los MEN I, el hiperparatiroidismo se produce en el 90% de los casos y en el MEN II en el 20-30%. En estos casos, la transmisión genética condiciona que uno de cada dos hijos tengan riesgo de desarrollar la enfermedad”, aclara el doctor Moreno. “También puede darse casos familiares con alteración genética, sin riesgos asociados, lo que se conoce como hipercalcemia hipocalciúrica familiar”. --Diagnóstico En la mayoría de los casos, la enfermedad se diagnostica en la fase preclínica, es decir, antes de dar síntomas, mediante un análisis de sangre rutinario, por cualquier otro motivo, en el que se detecta un aumento de los niveles de calcio. Una vez confirmada la sospecha diagnóstica de hiperparatiroidismo, “partiendo de la premisa de que el 90 por ciento de los pacientes tiene sólo una glándula enferma, realizamos pruebas para localizar el adenoma, como la gammagrafía con sestamibi o una ecografía”, explica este experto en cirugía endocrina. Los resultados ofrecen información útil de la ubicación de la glándula afectada, lo que permite practicar una cirugía selectiva sobre la glándula enferma o adenoma. “Antes, el abordaje consistía en luxar el tiroides y hacer una exploración cervical bilateral, lo que suponía identificar las cuatro glándulas y resecar la o las glándulas enfermas, cuyo tamaño suele estar aumentado. En ocasiones, se realizaban biopsias intraoperatorias de otras glándulas de tamaño y aspecto normal para descartar enfermedad microscópica. También puede suceder que las glándulas paratiroides hayan migrado a zonas alejadas del tiroides (glándulas ectópicas) pudiéndose alojar incluso en el tórax y no siendo accesibles por incisiones cervicales convencionales, por lo que necesitamos abordajes especiales", puntualiza el doctor Moreno. --Técnicas quirúrgicas En cuanto a las técnicas quirúrgicas empleadas, este experto destaca el auge de la cirugía mínimamente invasiva abierta (con una incisión menor de 2 centímetros), la videoasistida (que se sirve de una cámara) y la endoscópica (en la que se practica varios cortes por los que se introduce la óptica y varios trócares para operar). “En la actualidad, podemos realizar además un test en quirófano, para mayor garantía, que analiza los niveles de la hormona antes de la operación y tras ésta, lo que permite saber si el paciente sale curado del quirófano. En caso contrario, nos previene de la posibilidad de que en ese caso la enfermedad sea multiglandular”, concluye el doctor Moreno, coordinador de la Sección de Cirugía Endocrina de la Asociación Española de Cirujanos.

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