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04 March 2010

El XIV Congreso de la Sociedad Española de Retina y Vítreo analiza las controversias en torno a la cirugía en el desprendimiento de retina


El desprendimiento de retina es una enfermedad ocular grave que se produce cuando existe una rotura en la retina, lo que suele ocurrir en la retina más periférica, hay líquido en el vítreo, es decir, el vítreo no es gelatinoso sino licuado, y hay una tracción sobre la zona de desgarro. Según la profesora Marta S. Figueroa, vicepresidenta de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV), profesora de la Universidad de Alcalá de Henares, adjunta al Departamento de Retina y Vítreo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y directora médica de la Clínica VISSUM de Madrid, "para que se dé el desprendimiento de retina se tienen que dar los tres mecanismos, de forma que haya una rotura en la retina, entre líquido por debajo del desgarro y se desprenda la retina".
Se trata de una enfermedad que se presenta en el 1% de la población y que aparece en una persona por 10.000 habitantes y año, de forma que se estima que anualmente, se dan casi 300 casos nuevos en Galicia, y más de 4.600 en toda España. "Ver fogonazos de luz en la oscuridad (fotopsia) y moscas flotantes (miodepsosias) son signos de alerta de que puede haber un desprendimiento de retina periférica, explica la profesora Figueroa. "El tiempo desde que se presentan estos síntomas hasta que se produce el desprendimiento de la retina central es muy variable, por lo que es fundamental acudir al oftalmólogo cuando antes para, mediante láser, evitar el desprendimiento de la retina central y la pérdida severa de visión".
La situación de la enfermedad se analiza mediante la realización de un fondo de ojo, para conocer el estado del segmento anterior y posterior del mismo, y determinación de agudeza visual. En palabras de la profesora Figueroa, "cuando ya se ha producido el desprendimiento, el síntoma es una pérdida de la visión descrita como una cortina que tapa el campo visual. Esta pérdida de visión puede llegar a ser severa si afecta a la mácula".
La población con más riesgo de padecer un desprendimiento de retina es aquellas personas con miopía en general, sobre todo por encima de 6 dioptrías, debido a que la retina está más adelgazada, pacientes intervenidos de cataratas con alguna complicación quirúrgica y traumatismos oculares, debidos sobre todo a accidentes laborales y a la práctica de deportes como padel y tenis, sin utilizar la protección conveniente mediante gafas.


-Avances en el tratamiento quirúrgico
Si el desprendimiento es pequeño puede tratarse con láser, pero si no es pequeño, el tratamiento es quirúgico. En la actualidad, existen tres intervenciones quirúrgicas para el desprendimiento de retina: la vitrectomía (quitar el vítreo), la cirugía esclerar (se aborda por fuera del ojo colocando unos implantes de silicona para intentar evitar el desprendimiento) y la retinopexia neumática (en la que se inyecta gas expansible a la cavidad vítrea, se posiciona en posición de supino al paciente; a través de esa postura, se consigue que la retina esté en su lugar y se procede a adherirla mediante fotocoagulación por laser o crioterapia).
Durante el XIV Congreso de la Sociedad Española de Retina y Vítreo, se analizarán, de la mano de expertos nacionales e internacionales las controversias en torno a la cirugía en el desprendimiento de retina. Según la vicepresidenta de la SERV, "en los últimos años, los avances en el tratamiento quirúrgico del desprendimiento de retina han conllevado que un alto porcentaje de pacientes recupere la visión, sobre todo cuando se trata antes de que afecte la mácula, pero también en ocasiones en los casos en los que la mácula ya está afectada".
En cuanto a la elección de una u otra cirugía, esta experta comenta que "depende del tipo de desprendimiento, la localización, si el paciente está operado de cataratas o no, etc., si bien la técnica más utilizada en la actualidad es la vitrectomía, puesto que es más sencillo abordar el problema desde dentro". En relación a este tipo de cirugía, la profesora Figueroa comenta que "el instrumental elegido ha ido cambiando a lo largo de los años". Así, existe instrumental de 20 g (0,89 mm), 23 g, el más utilizado en la actualidad, y 25 g.


"Durante el Congreso –añade- podremos analizar, de la mano de los expertos Bill Aylward, José García Arumí y Antonio Travassos, los pros y contras de cada tipo de instrumental".
Otra cuestión importante es si la vitrectomía debe acompañarse por un procedimiento esclerar. A este respecto, al profesor Figueroa presentará datos de un estudio realizado en 100 ojos en los que se ha realizado vitrectomía sin cirugía escleral: "se trata de un procedimiento más sencillo y con menos riesgo de algunas complicaciones asociadas, como estrabismo secundario y más inflamaciones tras la cirugía. Comparativamente, en relación a la eficacia, los resultados no son diferentes a los de otros trabajos internacionales en los que se han utilizado las dos técnicas".
Después de la vitrectomía, para que la retina quede colocada en su sitio, se requiere colocar un agente tamponador, que puede ser gas, aceite de de silicona y, ocasionalmente, aire o suero.
"Otro avance fundamental en el perfeccionamiento de las técnicas quirúrgicas –añade la profesora Figueroa- ha sido la iluminación periférica de la retina durante la intervención, con lo que los resultados han mejorado mucho".

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