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10 December 2008

Urólogos y médicos de AP consensúan los criterios de derivación de los pacientes con patología prostática








Hoy se ha presentado en Madrid un documento de consenso sobre "Criterios de derivación en hiperplasia benigna de próstata", en el que han participado las tres sociedades científicas españolas de Atención Primaria –semFYC, SEMERGEN y SEMG- y la Asociación Española de Urología (AEU), junto con el apoyo logístico de GlaxoSmithKline (GSK). La finalidad principal de este proyecto es la instauración, a nivel nacional, de varias guías que indiquen la mejor manera de manejar a los pacientes con patología prostática.
El documento en cuestión ha sido elaborado a lo largo de este año en el seno de un comité editorial integrado por 8 miembros (2 por cada sociedad científica involucrada), y consta de dos partes: por un lado, un sencillo algoritmo indica qué se debe hacer con el paciente desde el
primer momento que acude a consulta con síntomas prostáticos, y por otro, se detalla cada uno de los pasos de dicha herramienta (pruebas diagnósticas, tratamientos disponibles, seguimiento del paciente y criterios de derivación a especializada).


Para el presidente de la AEU, el doctor Jesús Castiñeiras, este tipo de consensos es fundamental para mejorar la coordinación entre la atención primaria y la especializada. "Con ello pretendemos -continúa- tanto facilitar la formación de los médicos del primer nivel asistencial en la vigilancia y control de las patologías urológicas, como actualizar sus conocimientos en el diagnóstico y seguimiento".
Por su parte, el presidente de la semFYC, el doctor Luis Aguilera, afirma que este acuerdo "pretende sensibilizar a los médicos de familia para que asuman un papel más activo en el manejo de los problemas urológicos más frecuentes, como es el caso de la hiperplasia benigna de próstata, una patología que tradicionalmente ha sido abordada, casi en exclusiva, por los urólogos".
El documento de consenso ha establecido diferentes criterios de derivación de estos pacientes al urólogo en función de la situación clínica en la que se encuentren. "Situaciones como la retención urinaria aguda o la anuria (cuando una persona no puede orinar u orina muy pocas cantidades en un período de tiempo determinado) requieren una derivación urgente. Es recomendable derivar al especialista ante la sospecha de alteraciones que pueden ser graves y requieren un estudio diagnóstico específico", afirma el doctor Aguilera.


-Hiperplasia benigna de próstata
A partir de los 40 años la próstata puede experimentar un crecimiento progresivo de carácter benigno. La uretra queda comprimida, lo que dificulta el paso de la orina y provoca, por tanto, alteraciones al miccionar. Se trata de una patología que aumenta con cada década de vida y que afecta al 50% de los varones de 51 a 60 años. "Este crecimiento de carácter benigno", explica el doctor Castiñeiras, "constituye la enfermedad más frecuente de la próstata, la segunda causa de ingreso por intervención quirúrgica en los varones, después de las cataratas, y el primer motivo de consulta en los servicios de urología. En alguno casos, llega a inducir indirectamente a infecciones urinarias e incluso producir unos síntomas irritativos en la vejiga y otros con repercusión en los riñones que acaben provocando una insuficiencia renal. De ahí que sea recomendable que todos los varones se sometan a una revisión periódica a partir de los 50 años".
En el seguimiento de la hiperplasia benigna de próstata, el médico de familia debería derivar al urólogo -según el algoritmo presentado hoy- ante la sospecha de complicaciones, la presencia de sintomatología de moderada a severa, el tamaño aumentado de la próstata en el tacto rectal o la no mejoría de la sintomatología durante el tratamiento. A este respecto, una detallada anamnesis desde el centro de salud permite establecer el diagnóstico y gravedad de la mayoría de estos pacientes.


-Dos tipos de síntomas
Los síntomas más característicos de esta patología son de dos tipos: por un lado, los de carácter obstructivo tienen que ver con la dificultad para empezar a orinar, una micción débil, lenta o intermitente, y el goteo postmiccional, y por otro, los irritativos, que interfieren más en las actividades de la vida diaria y en la calidad de vida (básicamente la polaquiuria -aumento de la frecuencia y disminución de la cantidad -, la nocturia -necesidad de levantarse más de dos veces durante la noche para ir al baño-, la urgencia miccional y la incontinencia de urgencia).
"Es muy importante llegar a acuerdos como éste, ya que la iniciativa la toman los propios profesionales, a través de las sociedades científicas que los representan, lo que garantiza que todos los criterios seleccionados cumplen los máximos requisitos de calidad científica, y que el principal objetivo sea lograr la mejor y más eficiente atención a los pacientes afectados por esta patología", ha destacado la doctora Paloma Casado, vicepresidenta primera de SEMERGEN. "Esperamos que cunda el ejemplo iniciado por la AEU y se puedan establecer sinergias similares con otros especialistas", añade.
"Es muy importante que las sociedades científicas se pongan de acuerdo sobre cuál es la mejor manera de abordar y manejar este tipo de patologías, de alta prevalencia y generadoras de una gran ansiedad en la población por la información insuficiente o confusa que suele recibir", explica la experta de SEMERGEN. "Dar información veraz y uniforme a los pacientes, e intentar coordinar las acciones a realizar desde cada punto asistencial, son dos puntos clave para lograr la mejor calidad asistencial posible", concluye.
Por su parte, el doctor Benjamín Abarca, presidente de SEMG, ha hecho una valoración muy positiva del acuerdo. "Todo lo que contribuya a facilitar la actividad asistencial de nuestros compañeros, mejorando considerablemente su calidad, debe estar entre los objetivos prioritarios de cualquier sociedad científica", destaca. "Cualquier acción que camine en una dirección de consensos y entendimiento irá por buen camino", añade. Las sociedades científicas "tienen que hablar el mismo idioma".
El seguimiento del paciente diagnosticado de hiperplasia benigna de próstata "puede hacerse perfectamente desde el primer nivel asistencial, y ha de centrarse fundamentalmente en mantener su calidad de vida, evitando posibles complicaciones", explica el doctor Abarca. Esto también "contribuirá a una menor y más eficiente derivación al especialista". No obstante, "nada de esto será posible si los médicos de atención primaria no contamos con los medios adecuados y suficientes", sentencia el experto.

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