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10 December 2008

La sobrecarga de hierro y la dependencia transfusional condicionan la supervivencia de los pacientes con síndromes mielodisplásicos

La sobrecarga de hierro y la dependencia transfusional condicionan la supervivencia de los pacientes con síndromes mielodisplásicos primarios. Así lo han puesto de manifiesto los datos del Estudio español SURVIRON, cuyos resultados se han presentado en el 50th Congreso de la Sociedad Americana de Hematología (ASH) que se celebra en San Francisco. “Sin duda, el hierro es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los pacientes con síndromes mielodisplásicos, cuyo tratamiento requiere transfusiones de sangre con frecuencia y en las que es importante tratar la sobrecarga de hierro como un posible riesgo asociado, ya que si el hierro no se elimina del organismo se acumula en diferentes tejidos como el hígado, produciendo fibrosis y cirrosis hepática, el páncreas, causando diabetes, o el corazón, dando lugar a miocardiopatías. Por tanto, se pone en riesgo la vida del paciente”, explica el doctor Guillermo Sanz, jefe de Sección de Hematología Clínica del Servicio de Hematología del Hospital La Fe de Valencia y principal investigador del estudio.

El Estudio se ha realizado con el objetivo de comprobar si la aparición tanto de dependencia transfusional como de sobrecarga de hierro tienen un efecto pronóstico independiente frente a otras variables en la supervivencia de los pacientes con síndromes mielodisplásicos primarios, así como en su evolución hacia la leucemia mieloide aguda. En este trabajo, el más amplio realizado en pacientes con síndromes mielodisplásicos primarios, han participado 2.994 españoles con una mediana de edad de 74 años.

La mediana de supervivencia de los pacientes dependientes de transfusión en el diagnóstico, así como de los pacientes dependientes de transfusión durante la evolución de la enfermedad y los no dependientes de transfusión fue de 19, 60 y 96 meses respectivamente, tanto según el Índice Pronóstico Internacional (IPSS) como el Índice Pronóstico Mundial (WPSS). “Esta diferencia en supervivencia demuestra, por tanto, la relación de la dependencia transfusional y la sobrecarga de hierro. En consecuencia, se pone de manifiesto la necesidad no sólo de tratar esa sobrecarga, sino de establecer un nuevo Índice Pronóstico que incluya también la aparición de dependencia transfusional y de sobrecarga de hierro como parámetros a la hora de ajustar mejor el tratamiento de los pacientes con síndrome mielodisplásico en función de su riesgo de evolución a leucemia y de supervivencia”, añade el doctor Sanz. A día de hoy, el Índice Pronóstico Internacional (IPSS) sólo incluye la presencia de determinadas anomalías genéticas, la cantidad de blastos en la médula ósea y el número y gravedad de la reducción de células sanguíneas que se produce como consecuencia de la enfermedad.

En este sentido, otros estudios han mostrado que las consecuencias clínicas de la sobrecarga de hierro en adultos con dependencia transfusional regular pueden aparecer antes de los 4 años. Además, en cuanto a los beneficios de tratar este problema, el Estudio Rose, cuyos resultados se han publicado recientemente en la revista Blood, ha puesto de manifiesto que la supervivencia de los pacientes con Síndromes Mielodisplásicos que reciben tratamiento quelante para evitar la sobrecarga férrica es mayor que la de aquellos que no lo reciben.

-Pautas para el control de la sobrecarga férrica
Los Síndromes Mielodisplásicos son un grupo de enfermedades que se caracterizan por la incapacidad de la médula ósea de producir células sanas debido a predisposiciones genéticas, quimioterapia previa, radiación, exposición a sustancias químicas tóxicas o infecciones víricas. “Se trata de estadíos preleucémicos motivados por una formación defectuosa de los glóbulos rojos, los glóbulos blancos, así como de las plaquetas”, explica el doctor Sanz.

Mediante el tratamiento quelante, un agente se une al hierro del organismo y de los tejidos y ayuda a eliminarlo a través de la orina y/o de las heces. “En este sentido”, comenta el doctor Sanz, “la duración del tratamiento quelante está en función de los requerimientos transfusionales, de la gravedad de la sobrecarga y de la eficacia del quelante, aunque en general esta terapia tiene que ser a largo plazo”.

Aunque hay pacientes con síndrome mielodisplásico que antes de iniciar las transfusiones ya presentan unos depósitos altos de hierro debido a anomalías genéticas u otras causas, es tras 20 o 30 transfusiones cuando es evidente una concentración alta de hierro. “Por ello, es necesario controlar periódicamente en estos pacientes el nivel de sobrecarga férrica. Lo habitual es realizar cada tres meses un análisis en el que se determina la concentración de ferritina sérica en el organismo, un marcador que aumenta o disminuye de manera similar al almacenamiento de hierro. Así, en pacientes con SMD que reciben transfusiones, si la concentración de ferritina sérica es superior a 1.000 ng/ml y su expectativa de vida no está muy limitada, se debe administrar un tratamiento quelante”, indica el doctor Sanz.

No obstante, existe un procedimiento más preciso para la cuantificación del hierro que consiste en la realización de una biopsia del hígado. Sin embargo, este método esta siendo sustituido por otro que cada vez está adquiriendo más importancia y es la valoración del contenido de hierro en el hígado mediante una resonancia magnética. “El contenido de hierro en el hígado es la prueba que aporta una medición más directa del contenido de hierro en el organismo. En un futuro su cuantificación mediante resonancia magnética será una prueba cada vez más importante y será concomitante con la medición de la ferritina”, añade este experto.

-Nuevas opciones terapéuticas
El objetivo del tratamiento quelante no es “eliminar” la sobrecarga de hierro, sino mantener unos niveles que no sean dañinos a nivel visceral. Hasta ahora, el tratamiento quelante estándar requería infusiones cada noche que se administran mediante una aguja y una bomba de infusión, y que con frecuencia duran 8-12 horas durante 5-7 noches a la semana mientras el paciente siga recibiendo transfusiones sanguíneas o tenga un exceso de hierro en el organismo. “Sin embargo, a pesar de su eficacia, la incomodidad de su administración provoca el incumplimiento del tratamiento de muchos pacientes”, afirma el doctor Sanz.

“En la actualidad”, continúa, “ya disponemos de un tratamiento quelante, deferasirox, eficaz, con un perfil de seguridad muy aceptable y de administración por vía oral y una sola vez al día. Estas características convierten a este último fármaco en el ideal para uso crónico en pacientes con síndromes mielodisplásicos”, señala. “Los profesionales que tratamos a pacientes con síndromes mielodisplásicos creemos que el tratamiento quelante de la sobrecarga de hierro con deferasirox supondrá un importante beneficio para estos pacientes, prolongando su supervivencia y mejorando su calidad de vida”, concluye este experto.

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