La depresión es un
trastorno asociado comúnmente a las personas adultas, normalmente unido a
problemas familiares (es el caso de rupturas o discusiones...), conflictos
laborales (problemas con mandos superiores o compañeros...) o vinculado a los
retos que la vida nos pone día a día. Sin embargo, los especialistas advierten
de que existe un error extendido cuando se piensa que la depresión no afecta a
las primeras etapas de la vida.
Ildefonso
Muñoz Herrera, psicólogo del Hospital
Quirónsalud Marbella y del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar advierte de que hay un concepto equivocado con respecto
a los niños y adolescentes en la medida en que se piensa que este trastorno no
afecta a los menores.
“Según los últimos estudios de la Asociación Española de Pediatría, entre un 4%
y un 6% de niños y adolescentes podrían estar afectados por esta patología. Es
un problema que se confunde fácilmente debido a que refleja una sintomatología
parcialmente distinta a la depresión en edad adulta”, subraya Muñoz.
Según explica Muñoz
Herrera no existen síntomas definidos o claros para el
diagnóstico de la depresión aunque sí podemos estar atentos a determinados
comportamientos. El psicólogo del los hospitales de Campo de Gibraltar y de Marbella enumera algunos de ellos: “a veces se refleja en quejas
somáticas (dolores frecuentes de cabeza, barriga, ganas de vomitar…), en otras
ocasiones observamos inquietud, irritabilidad o capítulos en los que se vuelve
a orinar en la cama cuando ya se ha superado esa etapa, falta de concentración,
agitación o cansancio habitual, conductas negativistas y antisociales (romper
cosas o incluso quemar algo)”. Para los especialistas es importante distinguir
que esos síntomas no están directamente vinculados a episodios de depresión sí
es necesario consultar con un profesional para valorarlo cuando existe sospecha
sobre ello.
Respecto a los motivos que suelen
posicionarse como inicio de una depresión en la infancia o adolescencia, Muñoz
Herrera
reseña los problemas familiares (separación padres, antecedentes depresivos en
su familia, dramas familiares), negligencia en el cuidado del menor (abusos o
soledad), problemas escolares (fracaso escolar o acoso) y problemas de
autoestima (motivado por un estilo educativo negativo o debido a comportamiento
de los padres).
Crecimiento
exponencial en tasa de suicidio
Los índices de suicidio en niños,
adolescentes y jóvenes, los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística
(INE) resultan especialmente “preocupantes” en opinión del especialista en
psicología del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar y del Hospital Quirónsalud Marbella: “las tasas de suicidio crecieron del 1.9 al 2.6 por
cada 100.000 y del 0.5 al 1.5 por cada 100.000, para las franjas de edad de 10
a 14 en niños, y de 5 a 14 años en niñas, respectivamente”, expone Muñoz Herrera.
Es conveniente tener en cuenta que
estas cifras sólo reflejan los suicidios consumados, por lo que la cifra
estaría infrarrepresentada al obviar los intentos fallidos. En España, según
los datos del INE, se suicidan 10 personas al día. Casos en los que existe
diferencias importantes en cuestión de género: el 75.22% son hombres frente al
24.78% de mujeres.
¿Qué debemos hacer si
sospechamos que nuestro hij@ puede estar sufriendo una depresión?
-No infravalorar las emociones del
menor (pensar que ellos no tienen problemas o sus preocupaciones son una
tontería en comparación con los de los mayores).
-NUNCA decirles “tú lo que tienes
que hacer es animarte”. No hay un botón en nuestro cerebro para animarnos, si
no lo hace es porque no puede…
-Hablar con calma y con afecto con
él/ella para crear un clima de confianza. Que se sienta apoyado y que nos
cuente todo lo que quiera para que nos pueda orientar en el origen del
problema.
-Mostrarle todo nuestro apoyo y que
cuente con nosotros en todo este duro camino. Transmitir el mensaje de que
juntos saldrá del lugar en el que se encuentra.
-Y, por supuesto, buscar la ayuda
de un profesional (psicólogo o psiquiatra) para tratar el trastorno y evitar el
avance de la enfermedad e incluso minimizar los riesgos asociados al problema.
No comments:
Post a Comment