Los especialistas presentes en el Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP), que se celebra estos días en Bilbao, manifiestan su unión y adhesión a estas recomendaciones
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Aunque el sobrepeso y la obesidad son un problema multifactorial, su resultado es fruto de un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético
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Estas recomendaciones tienen como objetivo revisar los componentes del balance energético en niños y adolescentes de entre 9 y 17 años y dar a conocer
los beneficios que el ejercicio físico tiene para la salud en edades tempranas
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En el caso de este colectivo se debe tener en cuenta que la ingesta debe ser suficiente para cubrir las necesidades y los requerimientos del crecimiento
y desarrollo
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Además, fomentando la actividad física en estas edades creamos hábitos saludables que serán determinantes en la salud del adulto
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En definitiva, los niños y adolescentes tienen que moverse, jugar, sumar calorías gastadas con las diferentes actividades para que al cabo del día la
energía ‘quemada’ compense a la ingerida; de este modo se evitará el sobrepeso y la obesidad y se realizará una excelente inversión en la salud del futuro
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