A
pesar de que la causa última de la litiasis urinaria (formación de
piedras o cálculos en el aparato urinario) no se conoce, según se
ha comentado hoy en la ponencia 'Alimentación y Litogénesis',
expuestar por el Dr. Reina Ruiz y moderada por el presidente del
Congreso de la AAU, José Luis Soler, “está demostrado que existen
tanto factores favorecedores como factores inhibidores de la
formación de cálculos, y una buena alimentación contribuye a la no
formación de los mismos”.
“La
dieta en general que se recomienda para los pacientes litiásicos”,
explica, a este respecto, el Dr. Soler, “es pobre en sal y en
proteínas animales y rica en calcio y vegetales”. También la
ingesta de fruta es importante para este tipo de pacientes, ya que
“produce una orina menos ácida”. Además, han de beberse 3
litros de agua al día.
Ya
la semana pasada, el presidente de la AAU, el Dr. Miguel Arrabal,
indicaba que “el aumento de su
incidencia -de la litiasis- en el mundo civilizado tiene mucho que
ver con la manera en la nos alimentamos y vivimos”.
Para
la prevención de la aparición de cálculos renales tanto en
personas que nunca los han sufrido como en el caso de pacientes
recidivantes, el Dr. Miguel Arrabal recomienda una dieta “lo más
parecida posible a la mediterránea”. “Es importante que
aumentemos la ingesta de agua y zumos cítricos”. También aconseja
el consumo de frutas enteras “ya que la mayoría contiene una
sustancia llamada citrato que previene la aparición de cristales de
calcio y ácido úrico”, y la restricción “razonable” de
proteínas animales, sal, azúcar y edulcorantes. También el aumento
de consumo de legumbres y lácteos constituyen, según él, “medidas
razonables”. “Se considera que con estas indicaciones, junto al
ejercicio físico y el abandono del hábito tabaquico, casi un 60% de
los pacientes puede obtener una desaparición o reducción
significativa de nuevos cálculos.
Diagnóstico
Precoz
Los
urólogos andaluces insisten en que la mayor baza para el éxito
terapéutico la constituye el diagnóstico precoz. “Hay que ir al
urólogo a partir de los 55 años o al primer síntoma. O al médico
de cabecera para que éste refiera al paciente al urólogo si lo
considera necesario”.
No comments:
Post a Comment