El 55% de la población retrasaría un tratamiento estándar para someterse a
un test de medicina personalizada
y más del 62% de personas demanda una actitud más abierta por parte de
los profesionales sanitarios
a la hora de informar sobre los pros y contras de los tratamientos.
Aunque los pacientes siguen confiando en los profesionales sanitarios
como fuente de información más fiable, cada vez más, buscan a otros
pacientes con los que compartir su experiencia. Estos
son algunos de los resultados extraídos del estudio “La participación de los ciudadanos en el cuidado de la salud”,
elaborado por la Fundación Salud 2000 en colaboración con la Asociación de Usuarios de la Comunicación.
Según esta investigación, casi
un tercio de la población general reconoce no respetar la adherencia a los tratamientos marcados por su médico.
Según la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, la falta de cumplimiento terapéutico generaría unos
gastos anuales de 11.250 millones de euros.
Se presentará este estudio el próximo lunes en Madrid, en la sede de la Fundación Salud 2000, con la presencia también de Carmen González Madrid, presidenta ejecutiva de la Fundación Salud 2000; Alejandro Perales, presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación y el profesor Rafael Carmena, catedrático Emérito de Medicina Interna de la Universidad
de Valencia y Director General de la Fundación Investigación Clínico de Valencia, INCLIVA
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