El 2% de la población andaluza padece psoriasis de los cuales, el 20-25% desarrollan una artritis psoriásica a medida que avanza la enfermedad. Por ello, y según explica el Dr. Pereyra, “la implantación de una unidad que aúna la experiencia de ambas especialidades favorece el diagnóstico precoz y por consiguiente un manejo adecuado y la prescripción del mejor tratamiento en el menor tiempo posible”.
Un estudio reciente demuestra que casi el 30% de los pacientes con psoriasis seguidos en una consulta de dermatología, tienen una artritis psoriásica sin diagnosticar. Aproximadamente en el 70% de los casos de artritis psoriásica, la afectación cutánea precede a la aparición de síntomas en las articulaciones, mientras que estos son el primer síntoma de la enfermedad en el 15% de los casos, produciéndose ambos simultáneamente en otro 15%. Por ello, el trabajo conjunto de dermatología y reumatología es clave para conseguir el mejor manejo de la enfermedad y frenar la progresión del daño articular y el número de articulaciones afectadas.
Ahorro de costes
Debido a que las primeras manifestaciones suelen ser con más frecuencia las cutáneas, la primera consulta de estos pacientes es habitualmente la de dermatología. Sin embargo, con el paso del tiempo y la aparición de síntomas de artritis visitan al reumatólogo. Cuando ambas especialidades trabajan por separado lo que ocurre es que se terminan duplicando pruebas, el paciente pasa de una especialidad a otra y se tarda mucho más en el diagnóstico”, comenta el Dr. Pereyra. Un diagnóstico que puede hacerse en una sola consulta si ambos especialistas trabajan conjuntamente desde la primera visita.
“Además, a largo plazo, el hecho de que ambas especialidades compartan sus experiencias y trabajen conjuntamente favorece el mejor conocimiento y la investigación de estas enfermedades” añade el Dr. Pereyra.
No comments:
Post a Comment