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24 July 2013

Alrededor del 15% de las mujeres en edad menopáusica sufre depresión ocasionada por los síntomas climatéricos

Con la llegada del verano y las elevadas temperaturas todos notamos una mayor sensación de bochorno continuo, más sudoración y nos es más difícil conciliar el sueño por la noche. Sin embargo, esta situación es especialmente difícil para la mujer menopaúsica por doble motivo: la falta de estrógenos y el aumento de temperatura. Uno de los síntomas más frecuentes cuando la mujer llega a la menopausia es la sensación de sofoco, que, además, se incrementa durante los meses de verano y debido a factores como la ingesta de bebidas calientes, alcohólicas o con cafeína, llegando a afectar de forma importante a la calidad de vida de las mujeres, comenta la doctora Milagros Martínez, miembro de la Unidad de Menopausia del Hospital General de Cataluña y miembro de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM)

En mayor o menor grado un 80% de las mujeres menopaúsicas sufre sofocos y a todas ellas se les agravan los síntomas en esta época. Los sofocos suelen comenzar como una repentina sensación de calor en la parte superior del pecho y la cara y, posteriormente, se disemina por todo el cuerpo con una duración aproximada de dos a cuatro minutos. “Los sofocos pueden ocurrir una o dos veces al día o tan a menudo como una vez por hora durante el día y la noche”, comenta el doctor Rafael Sánchez Borrego, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), quien explica que la mayoría de las mujeres sufre estos síntomas durante un promedio de dos a cuatro años.

Lo habitual es que los sofocos se produzcan durante la noche, lo que provoca que la mujer se despierte con frecuencia y tenga dificultades para conciliar el sueño. Como consecuencia, según comenta la doctora Martínez, “muchas mujeres desarrollan otros problemas como fatiga, irritabilidad, dificultad para concentrarse y cambios de humor”. En este sentido, como consecuencia de estos trastornos, la estabilidad emocional de las mujeres puede verse alterada. “Cuanto más graves son los sofocos, mayor riesgo existe de sufrir un estado de ánimo depresivo, una situación que le sucede a alrededor del 15% de las mujeres”, comenta la doctora Martinez.

Recomendaciones
La información y el conocimiento de todo lo que puede suceder en esta etapa de la vida puede eliminar angustias y miedos, que facilitarán el aprender a vivir con los nuevos cambios y aumentar la calidad de vida que haya podido verse alterada. En este sentido, la AEEM ha publicado unos consejos de gran utilidad para hacer frente a los diferentes síntomas:

Sofocaciones y sudoraciones nocturnas
Trastornos del sueño
Depresión
Vístase en capas para que pueda quitarse la ropa si se acalora
Duerma y levántese a la misma hora todos los días
Trate de mantenerse activa
Mantenga una temperatura ambiente baja y evite bebidas calientes y el tabaco
Evite la cafeína y otros estimulantes a partir del atardecer y no consuma abundante alcohol
El ejercicio ayuda a prevenir la depresión
Póngase una toallita húmeda y fría en su cuello durante los sofocos

Busque apoyo social entre mujeres en su misma situación

Tratamiento recomendado
En opinión de la doctora Martínez, en la mayoría de las mujeres la mejor herramienta es la prevención. Se han visto cambios simplemente informando, dando consejos y promocionando hábitos de vida saludables: dieta equilibrada pobre en grasas, rica en frutas y verduras, evitando picantes...,  hidratación adecuada de 1,5-2l de agua/día, ejercicio regular y alguna técnica de relajación tipo yoga.

Si los síntomas son leves o moderados, esta experta afirma que “hay evidencia científica que demuestra su mejoría con fitoestrógenos . Si hablamos de isoflavonas de soja el preparado debería contener una dosis de 40-80mg con un mínimo de genisteina de 15mg/día”.

En los casos moderados y sobre todo severos, si no hay contraindicación, es recomendable optar por la terapia hormonal (TH), hasta el momento, el tratamiento más eficaz contra estos síntomas. “En los casos en los que la Terapia Hormonal Sustitutiva (THS) está indicada para los síntomas climatéricos, puede resultar de ayuda para combatir el insomnio provocado por los sofocos, especialmente si se asocia a un hipnótico al acostarse. De hecho, el tratamiento con estrógeno no sólo alivia las sofocaciones nocturnas, sino que podría mejorar también los síntomas depresivos”, comenta el doctor Sánchez Borrego.

Más información para afrontar una nueva etapa
Precisamente por el aluvión de dudas que genera la entrada de la mujer en el climaterio y debido a la diversidad de síntomas que puede experimentar, la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia ha creado por primera vez manuales prácticos dirigidos a los profesionales denominados menoguías sobre algunas de las patologías asociadas a la menopausia y en las que se incluye, además, un capítulo enfocado a las mujeres, para que los expertos conozcan qué información deben dar a sus pacientes.

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