El
impétigo es una infección bacteriana de la piel altamente contagiosa. Es más
común en bebés, niños y sujetos que practiquen deportes en los que haya
contacto corporal o que vivan en ambientes cerrados, no siendo tan común en
adultos. En Estados Unidos se calcula que, en pediatría, el impétigo
corresponde aproximadamente al 10% de los casos dermatológicos. También es
considerada como la infección bacteriana de la piel más común y la tercera
afección dermatológica más común en niños.
La
afección normalmente se manifiesta por la presencia de ampollas o úlceras en la
cara, cuello, manos y tronco. El rascarse puede provocar la extensión de las
lesiones a otras partes del cuerpo. La infección se transmite entre individuos
por contacto directo con las lesiones, a través de portadores nasales,
compartiendo toallas, etc.
Hay
dos tipos de impétigo: el bulloso, que provoca ampollas con fluido, grandes e
indoloras, y el no-bulloso (70% de los casos), que es más contagioso y que provoca
úlceras que se rompen rápidamente, dejando una costra de un tono
amarillo-marrón. Tanto el impétigo bulloso como no-bulloso están causados
principalmente por Staphylococcus aureus,
siendo Streptococcus pyogenes a
menudo también causante de la forma no bullosa
No comments:
Post a Comment