La Comisión Europea (CE) impuso ayer una multa de 146 millones de euros a la danesa Lundbeck y otras compañías farmacéuticas por entorpecer la entrada en el mercado de versiones genéricas del antidepresivo Citalopram.
Lundbeck tendrá que hacer frente a una sanción de 93,8 millones de euros y las otras farmacéuticas -Alpharma, Merck KGaA/Generics UK, Arrow y Ranbaxy- al pago de 52,2 millones, precisó en rueda de prensa el comisario europeo de Competencia, el español Joaquín Almunia.
Según Almunia, Lundbeck pactó con todos sus competidores el retraso de la distribución del medicamento genérico a cambio de compensaciones específicas para cada compañía. Citalopram era el medicamento estrella de Lundbeck, pero su patente sobre el contenido acababa en 2002, lo que abría la puerta a la fabricación y comercialización de versiones genéricas por parte de otras farmacéuticas. Lundbeck se puso de acuerdo entonces con cada una de ellas para que no introdujeran en el mercado el genérico de Citalopram, a cambio de una suma de dinero equivalente a los beneficios que esperaban obtener, explicó.
El Ejecutivo comunitario anunció la apertura de una investigación formal sobre este caso en julio de 2012 al sospechar que se habían producido este tipo de prácticas, contrarias a la normativa comunitaria sobre competencia.
"Es inaceptable que una compañía pague a sus competidores para que se mantengan fuera del mercado y retrase la entrada de medicinas más baratas", recalcó el comisario. En su opinión, "acuerdos de este tipo dañan directamente a los pacientes y a los sistemas nacionales de salud, que ya soportan estrechas restricciones presupuestarias". "La Comisión no tolerará tales prácticas contrarias a la competencia", agregó.
La CE recuerda que la experiencia ha mostrado que una competencia efectiva suele traducirse en la caída de precios en el mercado, que aunque reduce los beneficios para los productores, supone beneficios significativos para los pacientes. En concreto, señala que el precio del Citalopram cayó de media hasta un 90 % en el Reino Unido frente al que cobraba Lundbeck, una vez que se desmanteló el acuerdo entre las farmacéuticas y se produjo la entrada de las versiones genéricas en el mercado.
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