Ganar calidad de vida y años al cáncer de mama es el caballo de batalla de los especialistas de la mama e investigadores en la lucha contra esta enfermedad. Aún lejos de conocer la solución para la cura definitiva, la supervivencia de las pacientes alcanza actualmente alrededor del 80% y esto se debe, fundamentalmente, a las lecciones derivadas de ensayos clínicos y la innovación oncológica. “Su participación en los ensayos clínicos es segura y necesaria para avanzar en el tratamiento del cáncer de mama”, han explicado los doctores Amparo Ruiz y Álvaro Rodríguez-Lescure, miembros del Comité Organizador del IX Simposio Internacional del Grupo Español de Cáncer de Mama (GEICAM), encuentro científico que hoy arranca en Valencia con una jornada informativa dirigida a asociaciones de mujeres y pacientes con cáncer mama, celebrada con la colaboración de Roche.
La labor de los grupos cooperativos de investigación clínica y traslacional académica como GEICAM ha sido clave para la incorporación de nuevos fármacos en el tratamiento del cáncer de mama dirigidos a dianas específicas y tratamientos individualizados. Gracias a ellos, aclara la doctora Ruiz, “las mujeres pueden tener opción a recibir tratamientos novedosos que no estarían a su alcance si no se hicieran estos estudios”.
En opinión de Roswitha Britz, presidenta de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), “los ensayos clínicos constituyen un instrumento básico en la investigación y en los avances en cáncer de mama y por eso, nuestra Federación siempre ha defendido su realización. Consideramos que el trabajo de los grupos cooperativos, en este sentido, es fundamental y por valorarlo, desde FECMA hemos colaborado con GEICAM en determinados proyectos de investigación en cáncer de mama y, dentro de nuestras posibilidades, es nuestra intención mantener esa colaboración en el futuro”.
Por otra parte, prosigue, “reconocemos la generosidad de todas las mujeres que voluntariamente participan en estos ensayos clínicos, porque gracias a su solidaridad están permitiendo que, en el futuro, otras mujeres puedan beneficiarse de determinados tratamientos gracias a los avances en la investigación y la innovación”.
Avances en el diagnóstico
Otro gran paso en la lucha contra esta enfermedad tiene que ver con la prevención y el diagnóstico precoz. “El screening mamográfico permite detectar tumores más pequeños y, por tanto, más curables, pero no es el único gran avance”, prosigue esta oncóloga.
La reciente incorporación de plataformas genómicas para el diagnóstico molecular del cáncer de mama ha permitido seleccionar mejor a las pacientes con cáncer de mama discriminando el mayor o menor riesgo de recaída con mucha más precisión, así como valorando mejor la necesidad de quimioterapia.
Gracias a este avance en el diagnóstico reduciremos las indicaciones de quimioterapia adyuvante con respecto a la indicación que antes hacíamos en base a factores clínicos y biológicos, evitando tratamientos innecesarios y con graves efectos secundarios a aquellas pacientes que no vayan a obtener beneficio
En el caso de la Comunidad Valenciana, prosigue la doctora Ruiz, “la sanidad pública se hace cargo desde hace 3 meses del uso de estas plataformas genómicas, especialmente en aquellas mujeres en las que existen dudas sobre si necesitarán o no quimioterapia después de la cirugía. De este modo, podemos evitar administrar quimioterapia a un 20% y un 30% de las pacientes, ahora que sabemos que no les aporta beneficios complementarios”.
El papel de la axila en el tratamiento del cáncer
Por sus implicaciones en la vida de las afectadas de cáncer de mama, el vaciamiento axilar también ha sido objeto de análisis en el transcurso de esta jornada. Hoy en día cuando se diagnostica un tumor mamario en estadio inicial, si la ecografía de la axila no muestra ganglios linfáticos sospechosos de estar afectados por la enfermedad, la realización de una biopsia selectiva del ganglio centinela se considera un estándar.
“Si el ganglio centinela no está afectado, no es necesario seguir vaciando más ganglios de la axila, mientras que si por el contrario el ganglio centinela es positivo, hoy todavía se procede al vaciamiento axilar”, prosigue la doctora Ruiz. Sobre este punto, ensayos clínicos recientes han demostrado que incluso en aquellos casos en los que hay 1 ó 2 ganglios centinela positivos, con tumores de menos de 5 centímetros y las pacientes son tratadas con cirugía conservadora seguida de radioterapia y tratamiento sistémico adyuvante, la linfadenectomía podría no ser necesaria, dado que las pacientes presentan la misma supervivencia global con o sin ella y con menos complicaciones locales.
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