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21 April 2013

El 68 por ciento de las embarazadas no realiza ejercicio físico


Éstas son algunas de las conclusiones de un estudio realizado por investigadores deldepartamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Granada, en colaboración con el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada. En él se analizó el nivel de actividad física en tiempo libre en 1.175 mujeres embarazadas sanas y las modificaciones producidas durante la primera mitad de la gestación, así como los factores asociados.  El estudio revela también que el nivel de estudios, la presencia de otros hábitos saludables o la adquisición de los mismos durante el embarazo, como por ejemplo, dejar de fumar, favorecen una modificación en sentido positivo del nivel de actividad física en el tiempo libre.
Estos resultados sugieren, según los científicos de la UGR, “la necesidad de intervenir y fomentar unos estilos de vida saludables en el embarazo, en beneficio tanto de la mujer como de su futuro hijo”.
“El estilo de vida del personal sanitario debe ser un reflejo de la sociedad”, afirma Carmen Amezcua, profesora del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Granada, con quien hemos analizado el estudio.
Treinta minutos de nuestro tiempo es la clave para mejorar nuestra salud. Hablamos de recomendaciones de distintas entidades para que se beneficie una persona adulta y también embarazadas; además, el beneficio que obtiene la mujer también repercute sobre el bebe.
“La actividad física moderada implica realizar un ejercicio que genere incluso sudor, no solo un paseo ligero que implique un gasto energético; es necesario que la respiración sea más rápida de lo habitual y que provoque sudoración”, asegura Amezcua.
La actividad física implica todo un listado de acciones diarias que también computan en nuestro “cronómetro” de ejercicio. Existen cuatro dominios principales: actividad física en tiempo libre, desplazamientos, tareas del hogar y cuidado de los niños. El estudio en cuestión aborda las dos primeras para comprobar así si las mujeres cumplen las recomendaciones antes y durante el embarazo. “Las prevalencias son muy similares. Las mujeres, cuando se quedan embarazadas, un 12% de esta muestra reduce el ejercicio físico, disminuyen la actividad fisica moderada, sólo un 4% que antes no hacían ejercicio ahora empiezan a hacerlo; es decir, el cambio es más propenso a disminuirlo que a aumentarlo” afirma la profesora.

Beneficios para la mamá y el bebé

La actividad física en las embarazadas y a nivel general en los adultos, tiene beneficios a largo plazo para las enfermedades crónicas. “Ayuda a no coger mucho peso extra en el embarazo, el peso adecuado durante la gestación y además tiene beneficios psicológicos. Para los beneficios del bebé siempre se ha dicho que hay que hacer más estudios porque en España está muy olvidado pero lo demostrado es que no va a perjudicar al niño, en todo caso le beneficia”, afirma Amezcua.
Es necesario tener en cuenta en qué estado físico llega la mujer al embarazo. “La que siempre ha sido sedentaria no se va a poner a hacer una actividad intensa, es de sentido común. Si una persona es activa el hecho de quedarse embarazada no debe ser un motivo de parar su costumbre, al contrario, que lo mantenga y si puede aumentarlo un poco mejor”.  Para la mamá, además de la preparación al parto, los ejercicios más indicados son caminar, la piscina y la bicicleta estática.
Esta última porque no existe riesgo de caída, puedes programar la intensidad del pedaleo y ejercitas los músculos abdominales y las piernas. “Así lo recomiendan por ejemplo, la organizaciones a nivel internacional como por ejemplo la Sociedad Americana de Obstetricia y Ginecología y Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología se basa también en esas recomendaciones” afirma Amezcua quien pone el acento en la actividad física dentro del agua, ya que según va progresando el embarazo, el peso incomoda a la mujer pero dentro del agua puede realizar los ejercicios de un modo más ligero.
La falta de tiempo es la principal causa de porqué las mujeres no hacen ejercicio; para cualquier persona y más si está embarazada,  una recuperación será más tardía si no ejercitamos el cuerpo. “Si siguen su estilo de vida de antes del embarazo, si antes no cumplía no lo hará durante la gestación” afirma la profesora quien insiste en la necesidad de preparar el cuerpo antes, durante y después del parto. “La madre tendrá ahora que cargar en peso a un bebé que irá creciendo día a día. Es conveniente hacer tablas de ejercicios para endurecer la espalda”, precisa esta experta.

**AGENCIA EFE

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