En un momento de incertidumbre, cambio y
fragilidad económica como el actual, en el que se pone en duda el mantenimiento
y sostenibilidad del sistema sanitario español, resulta de especial interés contar con un análisis de la situación de
la sanidad en nuestro país y, sobre todo, contar con recomendaciones y alternativas de mejora para un futuro próximo.
Esta
es la principal aportación del último
Libro Azul que promueve el Círculo de la Sanidad, que se ha erigido en un
documento de referencia y consulta habitual, abordando siempre temas
controvertidos y de actualidad desde una perspectiva analítica y objetiva.
Ahora, en su quinta edición, se
presenta un documento que, desde un planteamiento racional y riguroso, analiza desde distintos puntos de vista la
situación y los factores que pueden influir en la evolución del sistema
sanitario español hasta 2020.
Para conseguir este enfoque multidisciplinar, el Círculo de la Sanidad ha contado con tres
colaboradores de excepción, expertos del ámbito sanitario: Juan
Manuel Cabasés Hita expone su
visión de cuál será la trayectoria de la sanidad española en la perspectiva de 2020, en un capítulo titulado “La sanidad en España: marco conceptual, análisis de
situación y recomendaciones en la perspectiva del 2020”; Gabriel Uguet Adrover aborda la “Realidad económica y de gestión del sistema sanitario en España y propuestas
para un inmediato
futuro”, valorando en detalle las limitaciones y
ventajas que aporta la actividad privada en el mundo de la sanidad; y cierra este documento de indudable
valor José M.ª Martín Moreno, que analiza los problemas que se plantean a nivel europeo en la sanidad en su capítulo titulado “El marco de la Unión Europea y su influencia actual y potencial en nuestro
Sistema Nacional de Salud”.
Como complemento excepcional, abren
el libro dos comentarios de antiguos
ministros de Sanidad, José Manuel Romay
Beccaría y Julián García Vargas, que
contribuyen con su criterio objetivo y profundo conocimiento de la materia,
aportando una opinión crítica de los tres trabajos.
Reflexiones a tener en cuenta
Como destaca el
presidente del Círculo de la Sanidad, Juan
Ignacio Trillo, “el libro aporta tres opiniones
ampliamente razonadas a través de un análisis profundo de la realidad sobre la
posible evolución futura de nuestra Sanidad; cada uno de los autores, desde un punto de vista distinto, aportan un
trabajo de alto valor por la labor de análisis y prospectiva que realizan”.
Por otra parte, añade, “son de gran interés los comentarios críticos de los que
han sido probablemente los mejores ministros de sanidad de nuestra democracia,
ofreciendo también ideas y criterios francamente interesantes”.
Aunque son muchos los mensajes que se desprenden de este libro,
el presidente del Circulo de la Sanidad resalta dos: “debemos seguir trabajando en la mejora de
la eficiencia de nuestro sistema y, por otra parte, quizás sea el momento de
acabar con esa pretendida guerra de lo privado con lo público”. Tal y como
resalta Juan Ignacio Trillo, “lo que busca un sistema como el nuestro es
calidad y gratuidad sin discriminaciones y las fórmulas para conseguirlo son
múltiples, y lo que resulta importante
es la transparencia del sistema que permita orientar la gestión a modelos más
eficientes“.
De lo que no cabe duda, según se extrae
de los análisis efectuados en este libro, es que el futuro de la Sanidad es incierto, sobre todo porque está sujeto
a cambios técnicos, demográficos y sociales muy importantes a lo largo de los
próximos años. Sin embargo, como advierte Juan Ignacio Trillo, “esto no nos debe llevar a pensar en una
crisis definitiva del sistema, sobre todo si se van tomando las medidas
adecuadas para adaptarlo a las circunstancias cambiantes”.
Los autores han efectuado un importante esfuerzo de síntesis, donde se evita la acumulación de datos; de
hecho, han tratado de aportar
creatividad en sus opiniones sobre la posible evolución futura, apoyándolas
no solo en sus referencias al conjunto de datos que analizan con detalle y
precisión, sino aportando ideas y sugerencias que habrán de influir
notablemente en el desarrollo futuro del sistema.
Una
radiografía imprescindible
En el capítulo sobre “La sanidad en España: marco
conceptual, análisis de situación y recomendaciones en la perspectiva del 2020”,
Juan Manuel Cabasés Hita, que es catedrático de
Economía Aplicada en la Universidad Pública de Navarra y que dirige el Grupo de
Investigación en Economía de la Salud de la Universidad Pública de Navarra, expone la situación de la sanidad española a los 10 años de la descentralización completa de la gestión de los servicios sanitarios de titularidad pública a las comunidades autónomas.
El Prof. Cabasés, con un profundo conocimiento del sistema sanitario,
en su visión de hacia dónde va la sanidad
española en la perspectiva del 2020 pone su acento en la
eficacia, legitimidad y autoridad en la gestión que requiere la profesionalización y estabilidad contractual de
los gestores,
diferenciando su papel del de los políticos.
Señala que la regulación explícita de
los conflictos de
interés es un instrumento imprescindible en una organización que quiere
ofrecer a la sociedad garantías de
transparencia, integridad y buenas prácticas.
Dedica un apartado
importante a la descentralización
sanitaria y a la
coordinación sanitaria en España. En el
capítulo de recomendaciones señala que “la
sanidad debe seguir
siendo un servicio accesible a todos”. A su juicio, “el sistema
sanitario debe estar centrado en el ciudadano” y entiende que “la libertad de elección y la
integración de los servicios son aspectos de la máxima importancia”.
Además, se muestra partidario de impulsar un nuevo
contrato social con todos los sectores de la sociedad basado en
los valores de la ética pública democrática, buscando acuerdos y consensos en torno a reglas del
juego democrático para gobernar y gestionar bien la sanidad pública, gobierne quien gobierne.
Señala también aspectos
de la política de salud y de la
necesaria complementariedad
entre los sectores público y privado a través de una mayor colaboración. Se refiere al acceso universal, a la asistencia sanitaria
pública y a la necesaria coordinación del
Sistema Nacional de Salud.
Propuestas de mejora en la gestión
Sobre
la “Realidad económica y de gestión del sistema sanitario en España y propuestas
para un inmediato futuro” versa la exposición argumental de Gabriel Uguet Adrover, que en la actualidad es empresario y asesor de diferentes entidades del sector sanitario y que
preside la Federación Nacional de Clínicas Privadas y es miembro del Comité
Ejecutivo de la Unión Europea de Hospitales Privados.
Este experto realiza un trabajo enormemente
útil para apreciar el valor de la actividad privada en el
mundo de la sanidad, analizando las ventajas de la concertación y valorando su impacto. Según expone, “es obligación de los políticos
actuales llevar a cabo un cambio significativo en el modelo actual sanitario
para garantizar su sostenibilidad y, por ello, los ciudadanos debemos
exigirles valentía y visión de futuro, ya que solo con recortes y/o aumentos de
impuestos no lograremos que nuestros hijos puedan disfrutar de una sanidad
gratuita y universal”.
Presta una especial atención al modelo sanitario de Cataluña y al mutualismo administrativo de MUFACE. La fórmula de provisión y prestación del
modelo MUFACE es de
carácter mixto (la realizan tanto entidades públicas como privadas), siendo, en su opinión, “un modelo
a imitar”. Tal y como manifiesta, “soy un firme defensor de un modelo MUFACE suficientemente financiado y
de que el sector privado no es parte del problema sino parte de la solución al grave
problema de sostenibilidad que tiene el actual modelo sanitario español”. Según recomienda, “éste debería ser el modelo que España
tuviese en el año 2020, ya que es
imprescindible un cambio de escenario para asegurar que las nuevas generaciones de españoles puedan seguir disfrutando de un modelo sanitario universal y gratuito”.
Desde su punto de vista, el modelo
sanitario no solo debe ser universal y gratuito, sino que se debe dar un paso más en busca de lo mejor para el
ciudadano, que sería la libre
elección de centro y de profesional y la eficiencia del modelo; por ello, y tras analizar las diferentes formas
de prestación de servicios y de colaboración
público-privada, el modelo que cumple, a
su juicio, “todas las premisas es el de MUFACE”.
La realidad europea
Aunque la
UE tiende a inhibirse en materias organizativas que son propias del modelo
sanitario de cada país, no deja de regular aspectos básicos relacionados con el
movimiento de personas, bienes y servicios, lo que influye en la articulación
del modelo sanitario de cada uno de los estados miembros. Desde ese punto de
vista, la UE ha influido e influye más
de lo que se cree en función de competencias formales (de manera positiva o
negativa, expansiva o promoviendo recortes, según el momento y
circunstancias…).
José M.ª
Martín Moreno (que ha dirigido el Centro
de Epidemiología, la Escuela Nacional de Sanidad, la Agencia de Evaluación de
Tecnologías Sanitarias y la Dirección Gral. de Salud Pública del Ministerio de
Sanidad) emplea su amplia experiencia en el mundo internacional europeo sanitario para explicar
con detalle y de una forma simple y muy didáctica los problemas que se plantean
a nivel europeo en la sanidad. Para este autor, que recientemente ha sido Director
de Gestión de Programas para la OMS-Europa y que es Catedrático de Medicina
Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valencia, “no cabe duda que entre el conjunto de
luces y las sombras que conforma la realidad del sistema de salud en la
actualidad, hay amplio espacio de mejora
al que la Unión Europea debe contribuir”. Y es que, en su opinión, “la UE puede y debe dedicar más atención a
este campo”.
Se refiere en su trabajo
a las tensiones entre actores y grupos de interés en el desarrollo de la
normativa europea, circunstancia importante a la hora de considerar la posible
futura evolución de un sistema de salud europeo. Además, señala las áreas de competencia de acción directa de la Unión Europea y
sus lagunas actuales y dedica un apartado a los mecanismos de aprobación y
trazabilidad de los productos sanitarios, incluidos los dispositivos y
aparatos médicos. También analiza el
reembolso de los gastos de servicio de salud entre los estados miembros,
circunstancia que adquirirá aún una mayor importancia en un futuro próximo.
En su capítulo subraya
la urgente necesidad que tiene la Unión
Europea de realizar un gran esfuerzo en áreas tales como los medicamentos,
los productos sanitarios y los dispositivos médicos, la formación de
profesionales de la salud, el establecimiento de registros y protocolos de
protección de licencias y acreditación de establecimientos, la apuesta por la
máxima seguridad del paciente y los indicadores de seguimiento de normas ISO y
auditorías de calidad.
Tal y como recomienda
José Mª Martín Moreno, “debemos apostar porque se regule / se clarifiquen
las reglas de juego en la atención transfronteriza, en el área de los
medicamentos (muy en especial en los productos y dispositivos médico-sanitarios).
También nos beneficiaremos de una mayor
claridad y europeización de la formación y reconocimiento de profesionales de
la salud, el establecimiento de registros y protocolos de protección de
licencias y acreditación de establecimientos, la apuesta por la máxima
seguridad del paciente y los indicadores de seguimiento de normas y auditorías
de calidad”.
Comentarios críticos
Como valor
añadido, este libro se complementa con dos comentarios críticos de los
exministros de Sanidad José Manuel Romay Beccaría y Julián García Vargas. Tras analizar los
puntos fuertes y débiles de nuestro actual sistema sanitario el actual Presidente del Consejo de Estado se muestra partidario de cambiar lo que no funciona y mantener lo
que está bien. Como principales
medidas a adoptar, Romay Beccaría señala, entre otras: la necesidad de
incrementar la
provisión del sector privado y hacer más eficiente el sector público, reorganizar los
hospitales (eliminando barreras entre ellos), redefinir procesos y darles
respuesta integral desde todos los niveles posibles de la atención (en lugar de darla a
episodios, como en la actualidad), posibilitar
y favorecer la innovación, introducir mejoras en la gestión y potenciar el
consenso entre todas las partes implicadas.
Según destaca, además, “la
reforma de nuestro sistema debería incluir también más prevención y educación
sanitaria, establecer objetivos de salud (pasar de la pasividad a la
iniciativa), una mejor planificación de los recursos humanos del SNS, potenciar
la Agencia de Evaluación de Nuevas Tecnologías, fortalecer la Agencia de
Calidad del SNS, un apoyo decisivo a la investigación y potenciar el Consejo
Interterritorial de Sanidad”.
En cuanto a la sostenibilidad, Romay Beccaría reconoce que “el déficit que
arrastra el sistema (sobre quince mil millones de euros en 2011), el
crecimiento de los costes de la sanidad por el envejecimiento creciente de la
población y los crecientes costes de la tecnología y los límites
presupuestarios hacen especialmente grave el problema”, por lo que “se impone en primer lugar un enorme
esfuerzo de eficiencia”.
Respecto a la posible solución que aportaría el copago, opina que “cualquier
otra aportación de los usuarios que no sea exclusivamente disuasoria del abuso
debe ser estudiada con mucho cuidado y, por lo general, rechazada, ya que
no se debe hacer recaer sobre las personas enfermas una mayor contribución al
sostenimiento de un sistema público financiado con impuestos”. A su juicio, “cualquier copago debería tener en cuenta
las capacidades económicas de los pacientes y tratar de evitar por todos
los medios que se construya una barrera para el acceso a las prestaciones
sanitarias que son estrictamente necesarias”.
Por su parte, el exministro de Sanidad y Consumo, Julián García Vargas, reflexiona sobre los riesgos e incertidumbres en el sistema sanitario español, “que atraviesa una época convulsa”, debido, especialmente “a un
incremento de los gastos sanitarios superior al de la economía y al de los
ingresos presupuestarios durante las dos décadas pasadas”. Además, reconoce que
“nos hemos negado a realizar reformas y
hemos utilizado la sanidad como reclamo electoral”.
Sin embargo, las soluciones que
están adoptándose para solventar la actual crisis del sistema sanitario no son
las más adecuadas. “Las medidas de reducción lineal del gasto, los recortes
de sueldos y de plantillas, la revisión de precios a proveedores y conciertos,
el cierre de camas y servicios y otros ahorros se están adoptando de forma apresurada y, sobre todo, descoordinada”,
critica el exministro García Vargas. Para él, no cabe duda que “se requiere el liderazgo del Ministerio de
Sanidad”, denunciando que “hasta ahora no ha habido una iniciativa política
creíble para encuadrar los recortes en un programa de reformas consensuadas,
sobre todo con los profesionales, y orientada al Sistema Sanitario de 2020”.
Según vaticina, “nuestro modelo
sanitario va hacia un sistema con prioridades más realistas y modestas, más
austero, con muy pocas inauguraciones y centros nuevos y más bien algunos
cierres, mucho más cuidadoso con la
tecnología y centrado en cumplir con lo presupuestado”. Sin embargo, afirma
que “hacer medicina con menos coste no
supone hacerlo peor, pero esto hay que saberlo explicar a los ciudadanos”.
Además, como recomendación final, García Vargas apunta que “el sistema debe tener como prioridad pagar
a sus proveedores a tiempo y buscar nuevas fórmulas de colaboración con
ellos, lo que puede favorecer que España cuente con una industria de tecnología
sanitaria y farmacéutica”.
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