Traductor

19 March 2013

Consejos para el cuidado de las personas mayores


Entre los cuidados a las personas mayores está la ingestión regular de vitaminas, minerales, fibra y proteínas, evitando las comidas altas en calorías y bajas en nutrientes. La mayor concentración de nutrientes necesarios para la tercera edad se encuentran en las verduras, frutas, legumbres, pescado, pollo. En cambio se debe limitar las carnes grasas y los alimentos procesados industrialmente, tales como bollos con azúcar. Si la persona mayor ingiere medicamentos, se debe consultar con el médico las posibles interacciones con ciertos alimentos, para evitarlos. Si quieres ampliar la información acerca de este punto puedes consultar la guía del IMSERSO al respecto.

Claves de la prevención en el cuidado de personas mayores

  • Mantener el cuerpo bien hidratado: Uno de los problemas que habitualmente va asociado a la tercera edad, es la pérdida de la sensación de sed. El cuidador de personas mayores se ocupará de mantener al paciente bien hidratado. La deshidratación es una de las causas más frecuentes de hospitalización de personas mayores de 65 años, e incluso, de muerte en temporada de verano con altas temperaturas. Cada persona mayor deberá seguir las recomendaciones específicas de su médico y si éste concluye que es adecuado consumir unos dos litros al día de líquidos, además del agua, se podrá recurrir a zumos, infusiones, sopas o leche. Algunos cuidadores se proveen de botellas de aguas con capacidad para dos litros y la colocan en un lugar visible, para que el hecho de beber agua se transforme en una prioridad diaria y accesible.
  • Ejercicio físico adecuado a las personas mayores: aunque los beneficios del ejercicio en la vida diaria de las personas mayores son evidentes por el bienestar físico y mental que aportan, desafortunadamente la mayoría de las personas dependientes no realiza suficiente actividad física. Los peligros de no realizar actividades físicas son numerosos: contribuyen a la disminución de las funciones físicas y mentales y predisponen a los ancianos a enfermedades como las del corazón, diabetes y cáncer.
Aún las personas en situación de dependencia severa pueden hacer ejercicios especiales adaptados a su nivel para aumentar su flexibilidad. El envejecimiento predispone a la lentitud y la fatiga y esto debe compensarse con ejercicios que pongan en acción los sistemas respiratorio, cardiovascular y muscular. Un buen ejercicio de resistencia es caminar, comenzando por 10 minutos y luego incrementar progresivamente los minutos hasta llegar a 30 o más. La regularidad de la práctica del ejercicio físico mejoran la calidad de vida de las personas con problemas de corazón, reumatológicos, respiratorios y que padecen diabetes. Además de aportar flexibilidad y  prevenir caídas, el ejercicio es también un modo de estimular las actividades grupales, de ocio y divertimento.
La vejez existe cuando se empieza a decir: nunca me he sentido tan joven. Jules Renard 1864-1910. Escritor y dramaturgo francés.
Los cuidados de la familia son claves a la hora de prevenir y sobrellevar las enfermedades incapacitantes.

Las relaciones sociales y el ocio

Al llegar a la vejez, los mayores suelen sentirse solos, carentes de estímulos, se quejan de no recibir suficientes visitas o cuidados. Tienden a aislarse, conscientemente o sin proponérselo. El fin de la edad activa, les enfrenta a una situación a la que deben adaptarse y para la que no están preparados. A menudo, la edad de la jubilación se transforma en la época de la dependencia.
Cuidado de personas mayores
Aún las personas en situación de dependencia severa pueden hacer ejercicios especiales adaptados a su nivel para aumentar su flexibilidad.
El cuidado de personas mayores debe organizarse de modo que cada día realice una ocupación regular. Ese trabajo puede ser comprar el pan, sacar los residuos o cualquier otra cosa que esté al alcance de la persona. Es mucho más que una ocupación, significa el logro de la satisfacción personal que se alcanza mediante el desarrollo de una actividad. Es vital que personas mayores mantengan una convivencia y comunicación fluida con las personas que le rodean, favoreciendo su bienestar mental, personal y afectivo.
Al disponer de tiempo libre, si su estado de salud lo permite, debe estar informado acerca de las actividades que programan los centros para mayores. Cursos, talleres, conferencias, excursiones en grupo, son algunas de las propuestas que le permitirán seguir el pulso de la vida cotidiana.

Cuidar al cuidador: recomendaciones

El cuidado de personas mayores en el domicilio está a cargo de sus cuidadores y generalmente, éstos no pertenecen al mundo sanitario ni están titulados como tales. La  Organización Mundial de la Salud les denomina “cuidadores informales” y principalmente son sus familiares directos.
La persona que ejerce como cuidador informal de personas con dependencia debe enfrentarse a situaciones que entrañan riesgos para su salud física y emocional.
Hay algunas enfermedades especialmente exigentes con los cuidadores, como la demencia o el Alzheimer. Un manual sobre el manejo de la demencia publicado por la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG) explica que más del 75% de los cuidadores de personas mayores de 65 años que padecen demencia desarrolla algún tipo de problema psicológico que conlleva insomnio, ansiedad o insatisfacción.
Es por eso que el cuidador, es el primero que debe cuidarse a sí mismo, para no caer en un agotamiento que le impediría ocuparse de la persona dependiente. En base a las dificultades con la que se encuentran los cuidadores, hay recomendaciones a seguir, sobre todo si se trata de cuidar a una persona con Alzheimer:
  • Empatía: intenta comprender al anciano dependiente, ponte en su lugar.
  • Documéntate acerca de la enfermedad.
  • Habla siempre en tono normal, no grites.
  • Ayúdale sólo en lo que no puede hacer por sí mismo, alienta la autonomía, dejando que haga por si  mismo todo lo que sí puede.
  • No abarques tú solo el cuidado del paciente, desde el principio solicita la cooperación de otras personas.
  • No centres tu vida en el cuidado del enfermo, comparte tu tiempo en otras  tareas también importantes para ti.
  • Recuerda que las conductas inadecuadas de  personas mayores  se deben a la enfermedad y no al enfermo.
  • Tómate un descanso cuando te sientas agotado y/ o agobiado.
  • Solicita la ayuda de un médico y/o psicólogo en el momento que lo necesites.
  • Realiza ejercicios físicos y de relajación.
  • Atiende tu salud y cuídate a ti mismo para poder cuidar a otros.
  • Relaciónate con personas que estén en tu misma situación.
**Publicado en: http://www.anudaseguros.es/

No comments:

Post a Comment

CONTACTO · Aviso Legal · Política de Privacidad · Política de Cookies

Copyright © Noticia de Salud