Aproximadamente un tercio de la población ha tenido o tiene
problemas de halitosis, un problema que va mucho más allá de las implicaciones cosméticas conocidas, que puede avisar sobre la presencia de otros
trastornos de la salud y sobre el que aún
subsisten muchos mitos y errores. Y es que, a diferencia de lo que se
admite popularmente, la gran mayoría de las causas que están detrás del mal aliento no hay que buscarlas en el estómago, sino en la boca: en un 90% de los casos de halitosis el
origen está en la cavidad bucal y más de la mitad de ellos están estrechamente
vinculados con enfermedades de las encías.
Para
concienciar e informar sobre este problema,
la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA)
ha realizado un informe de carácter
divulgativo, que coincide con la celebración
en Madrid del I Simposio Europeo
SEPA de Halitosis, que cuenta con la colaboración de Halita® y donde se contará con las aportaciones de los
mayores expertos europeos en este tema: los doctores Silvia Roldán, Marc Quirynen y Edwin Winkel.
Un
problema “desconocido”
La
halitosis, también llamado mal aliento, es el conjunto de olores desagradables u ofensivos que emanan de la cavidad
bucal independientemente de cuál sea su origen. Actualmente se distinguen tres tipos principales de halitosis: halitosis
genuina o verdadera (el mal olor está verdaderamente presente y se puede
medir y objetivar), pseudohalitosis y
halitofobia. “Si no existe mal olor bucal, pero el paciente cree que tiene
halitosis, estaremos hablando de pseudohalitosis. Si después del tratamiento de
la halitosis verdadera o de la pseudohalitosis, el paciente todavía cree de
manera persistente que tiene halitosis, estaremos diagnosticando una
halitofobia, y la responsabilidad de su tratamiento recaerá en un profesional
de la Psicología y/o la Psiquiatría”, destaca el Dr. David Herrera,
vicepresidente de SEPA y coautor del informe.
Aproximadamente
en el 90% de los casos de halitosis genuina, el origen del mal olor está en la
boca y, de éstos, hasta un 60%
se asocian con algún tipo de patología periodontal (gingivitis en un 30% y
periodontitis en otro 30%); en este sentido, resalta el Dr. Herrera, “el papel de los profesionales del área odontológica
es clave en el control y tratamiento de estos pacientes”.
Aunque no existen datos epidemiológicos específicos de nuestro país, se
estima (en base a estudios llevados a cabo en otros países de nuestro entorno) que
la prevalencia de la halitosis varía
entre un 6-30%. En general, indica la Dra. Silvia Roldán, coautora del
informe y componente del Grupo de Investigación ETEP (Etiología y
Terapéutica de las Enfermedades Periodontales) de la Universidad Complutense de
Madrid, “se calcula que hasta un tercio
de la población adulta ha tenido o tiene algún trastorno de halitosis”.
La halitosis es todavía considerado
un tema tabú en nuestro medio. Además, existen condicionantes que impiden una
autoevaluación objetiva del problema; y es que, como explica, la Dra. Roldán “uno mismo siempre es el peor evaluador de
su propio aliento: hay personas que piensan que padecen halitosis, porque
asocian de manera totalmente errónea síntomas que perciben en sus propias bocas
con un problema de halitosis que en realidad no existe, como podrían ser
sensación de boca seca o mal sabor de boca; por otra parte, cuando se implican
en el problema una serie de condicionantes psicológicos (como baja autoestima,
depresión,...) se pueden llegar a malinterpretar los comportamientos de otras
personas de su ámbito y acharcalos a una posible presencia de halitosis”.
Por eso, se da una situación
paradójica en la halitosis, y es que hay
muchas personas que tienen mal aliento que no son conscientes de su problema y
hay otras personas que viven obsesionados con una halitosis “imaginaria” que no
puede ser objetivada. Por todo esto, “es
altamente probable que los casos de halitosis verdadera estén realmente
infradiagnosticados e infratratados”, asegura la Dra. Silvia Roldán.
Mucho más que un problema
“cosmético”
Aunque muchos pacientes perciben la halitosis como un
problema principalmente cosmético, existe evidencia científica que demuestra
que concentraciones muy pequeñas de los
compuestos sulfurados volátiles (CSV), que son responsables de la halitosis,
son altamente tóxicas para los tejidos periodontales. Se considera, según
explica el Dr. David Herrera, que “los
CSV podrían jugar un papel en la patogénesis de las enfermedades inflamatorias
que afectan al periodonto, como sería el caso de la periodontitis”. Incluso, se ha
postulado la existencia de una posible relación
entre moléculas que hay en el aliento y los procesos de cirrosis hepática.
La aparición de halitosis se debe principalmente a la
presencia de compuestos sulfurados volátiles en el aire expelido por la cavidad
bucal. El mecanismo de producción
de los CSV está directamente asociado con el metabolismo proteico de bacterias
anaerobias gram-negativas presentes sobre todo en el biofilm de la superficie
de la lengua, pero también, en el surco gingival, bolsas periodontales, la
saliva y otras áreas. Existen, además, una serie de factores modificadores de la producción de estos compuestos malolientes
que
van a modular tanto su calidad como su cantidad: composición de la población bacteriana, condiciones físico-químicas
presentes en la cavidad oral, sustratos proteicos y aminoácidos.
Igualmente, la saliva es un importante
factor modificador, puesto que contiene componentes que interfieren en el
metabolismo bacteriano, la adherencia bacteriana y la división bacteriana,
pudiendo modular en parte la composición de los biofilms; además, en el caso de
una disminución del flujo salivar normal, los compuestos sulfurados malolientes
se volatilizan con mayor facilidad y, por lo tanto, son más fácilmente
perceptibles
Igualmente,
se ha observado que ciertas fases del ciclo menstrual y el embarazo puede producir un
aumento en la concentración de CSV, demostrándose que en el embarazo y en fases de ovulación y pre-menstruales, las
concentraciones de CSV basales matutinos pueden encontrarse aumentadas de dos a
cuatro veces.
Prevención y tratamiento
Dado que hay muchos pacientes que no son conscientes de que tienen este
problema, y otros que creen de manera errónea que sufren este problema, el papel de los odontólogos, periodoncistas
e higienistas es fundamental a la hora de informar a estos pacientes. “Los
odontólogos –indica la Dra. Roldán- contamos con suficientes recursos para
conseguir que los pacientes puedan hablar sin reservas sobre sus dudas e inquietudes,
como por ejemplo los cuestionarios de salud que rellenan cuando vienen por
primera vez a nuestras consultas”.
En cuanto a recursos preventivos, en el caso de la halitosis oral, es fundamental que los pacientes
mantengan la cavidad bucal en un buen estado de salud y, en especial, que sus
encías se encuentren sanas. Para ello, es necesario que realicen diariamente unas medidas de higiene oral
adecuadas que incluyan no sólo el cepillado dental, sino también limpieza
interdental mediante seda dental o cepillos interdentales y, muy importante,
que incluyan medidas de higiene lingual con limpiadores linguales o,
específicamente, con raspadores linguales especialmente diseñados para tal fin.
En este caso, el papel de los profesionales debe dirigirse a instruir e
incentivar la instauración de estas medidas en sus pacientes.
Una vez que el problema de la
halitosis es detectado, hay recursos terapéuticos suficientes para mantener
controlada esta condición. Primero, hay que llegar a un diagnóstico preciso para saber a qué tipo de
halitosis nos enfrentamos: ”el tratamiento de la halitosis fisiológica, el de la halitosis patológica
oral y el de la pseudo-halitosis será responsabilidad del odontólogo; por su parte, el tratamiento de la halitosis patológica extraoral será
responsabilidad de un médico general o un especialista; finalmente, el
tratamiento de la halitofobia será responsabilidad de un médico, psiquiatra o
psicólogo”, indica el Dr. David Herrera.
El
tratamiento de la halitosis oral tiene como objetivos disminuir el número de
bacterias productoras de mal olor
presentes principalmente en el dorso posterior de la lengua y en los surcos o
bolsas periodontales, reducir los sustratos proteicos disponibles que
intervienen en el proceso metabólico de estas bacterias y, por último,
neutralizar la volatilización de estos productos malolientes para que dejen de
ser perceptibles.
En el caso de la halitosis genuina fisiológica, la consecución de estos objetivos
terapéuticos se logra fundamentalmente realizando
una limpieza y pulido dental profesional, explicando y reforzando las
instrucciones de higiene oral, incluyendo instrucciones de cepillado,
limpieza interdental con seda dental y/o cepillos interproximales según las
necesidades individuales, y medidas de
limpieza lingual con un raspador lingual, alcanzando la zona posterior de
la lengua; y, por último, mediante el uso de un colutorio específico, en forma de gargarismos (para alcanzar la
parte posterior del dorso lingual), que ayude a disminuir el número de bacterias
productoras de mal olor y a precipitar los CSV para que dejen de ser volátiles
y por tanto detectables.
En el caso de la halitosis genuina patológica oral, además de seguir todo el
protocolo anterior, se debe tratar la
patología periodontal presente, mediante la terapéutica requerida en cada
caso individual. También se deben tratar todas las patologías orales
presentes incluyendo: caries abiertas, prótesis fijas y obturaciones
sobrecontorneadas etc…En estos casos en los que la aparición de halitosis se
asocia con una condición patológica en el periodonto, como llama la atención el
Dr. David Herrera, “si no tratáramos la
enfermedad periodontal subyacente, empeorarían ambas condiciones, tanto por la
evolución lógica del proceso patológico como por el efecto nocivo que los CSV
pueden ejercer de manera directa e indirecta sobre el periodonto”.
Un Simposio
innovador
Estos y otros aspectos más novedosos se abordarán en el I
Simposio Europeo SEPA de Halitosis, donde se resaltarán la importancia y prevalencia
de la halitosis, su clasificación y los factores etiológicos asociados, y se incidirá en la relación de este
trastorno con el cubrimiento lingual presente en el dorso de la lengua; también se
discutirá sobre los tipos de halitosis extraoral y la patología sistémica relacionada, y se insistirá en la importancia
de la asociación entre halitosis y enfermedades
periodontales, así como los procedimientos diagnósticos más actuales y los protocolos terapéuticos.
Según detalla la Dra. Silvia Roldán, coordinadora de este evento, “se abordarán
las diferentes terapéuticas disponibles, incidiéndose
especialmente en los beneficios del tratamiento con Halita®, un producto pionero en el tratamiento
de la halitosis oral a nivel mundial y el primero que cuenta con evidencia
científica suficiente sobre su efectividad en el control de la halitosis.
También se revisarán temas tan novedosos como la posible
aplicación de probióticos en el tratamiento de estos pacientes o el uso de
nuevas tecnologías para evaluar
la calidad del aliento en las consultas odontológicas
(con el objetivo de detectar precozmente otros trastornos).
Resalta
especialmente el plantel de ponentes invitados. El Dr. Marc Quirynen dirige una de las clínicas de halitosis más
importantes del mundo, y es uno de los investigadores más activos en el campo
de la halitosis desde la Universidad de Lovaina (Bélgica). Por su parte, el Dr. Edwin
Winkel es uno de los investigadores pioneros en este tema, primero en la
Universidad de Amsterdam y luego en la de Groningen (Holanda) y, además, tiene
una gran experiencia clínica en pacientes con halitosis extraoral. Finalmente,
la Dra. Silvia Roldán ha realizado y
publicado algunas de las investigaciones más relevantes a nivel mundial en el
campo de la halitosis, desde la Universidad Complutense de Madrid.
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