Los expertos relacionan
bajos niveles de vitamina D con una mayor incidencia de enfermedades como
distintos tipos de cáncer, la enfermedad inflamatoria intestinal, la esclerosis
múltiple, la hipertensión, la diabetes o la artritis reumatoide. Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente, 1.000 millones de
personas tienen ingestas de esta vitamina inferiores a las recomendadas. En
España, el porcentaje varía entre el 47% y el 94% de la población.
El estatus de vitamina D tiene
más implicaciones para la salud que las conocidas tradicionalmente. Sus niveles
adecuados son esenciales para el crecimiento normal, el desarrollo y la salud
durante el ciclo vital.
“Debe tenerse en cuenta que la
mayoría de las células tienen receptores para la vitamina D, lo que pone en
evidencia su importante papel en el funcionamiento del organismo y el
metabolismo”, explica la Profª Rosaura Leis, Profesora Titular de Pediatría de
la USC y Coordinadora de la Unidad de Gastroenterología, Hepatología y
Nutrición Pediátrica del Hospital Clínico Universitario de Santiago. “En este
sentido –aclara esta experta- la vitamina D es capaz de actuar sobre el sistema
inmunitario, el sistema nervioso o el sistema renina-angiotensina. De hecho, se
ha relacionado la presencia de niveles bajos de vitamina D con la mayor
incidencia de enfermedades como distintos tipos de cáncer, la enfermedad
inflamatoria intestinal, la esclerosis múltiple, la hipertensión, la diabetes o
la artritis reumatoide”.
Con el objetivo de llevar a cabo
una actualización sobre la materia, expertos nacionales e internacionales se
reúnen en el workshop titulado ‘Una
revisión de los conocimientos actuales sobre la vitamina D’, de la serie “Camino al Congreso Mundial de
Nutrición 2013”, organizado por la Fundación Iberoamericana de Nutrición
(FINUT), con la colaboración de Puleva, y dirigido por el Prof. Ángel Gil,
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular II de la Universidad de Granada
y los profesores Rosaura Leis, Profesora Titular de Pediatría, y Rafael Tojo,
Catedrático de Pediatría de la Universidad de Santiago de Compostela. El acto
ha contado con la participación de los doctores Steven A. Abrams, Manuel
Caamaño, José Castillo, Ibrahim Elmadfa, Juan José Gómez Reino, Rafael López,
Luis Moreno, Antonio Mouriño y Román Pérez, y ha tenido lugar en el Aula Magna
Roberto Novoa Santos del Hospital Clínico Universitario de Santiago-Universidad
de Santiago de Compostela.
Con el fin de promover hábitos
saludables, la Fundación Iberoamericana de Nutrición organiza actividades como
la exposición “Nutrición, impulso vital”, que abrirá sus puertas en mayo del
2013 en el Parque de las Ciencias de Granada, para, posteriormente, convertirse
en itinerante por distintas ciudades del resto de Iberoamérica. Esta exposición
se realizará en el contexto del importante XX IUNS Congreso Internacional de
Nutrición que se celebrará en Granada en septiembre de 2013 y al que se espera
que acudan alrededor de cuatro mil profesionales relacionados con las Ciencias
de la Nutrición y Alimentación.
La vitamina D y su presencia en alimentos
Actualmente se considera que la
vitamina D es más que una vitamina, una hormona. Al no ser muy abundante en la
dieta, se le añade a varios alimentos en distintos países y su deficiencia es
frecuente en invierno en aquellos lugares en los que los períodos de tiempo sin
sol son largos”, explica el Prof. Ángel Gil, Catedrático de Bioquímica y
Biología Molecular II de la Universidad de Granada.
A este respecto, la Profª Rosaura
Leis aclara que “la vitamina D abunda en productos animales, concretamente en
los pescados marinos grasos como los arenques, el salmón o las sardinas e
incluso en los aceites de hígado de pescado. También puede encontrarse, aunque
en menor cantidad, en la carne bovina, la mantequilla y los aceites vegetales,
mientras que las plantas, las frutas y los frutos secos apenas la contienen. En
la actualidad cada vez hay en el mercado más alimentos fortificados con vitamina
D, incluidas las fórmulas lácteas infantiles, lo que puede ayudar a mejorar sus
niveles”.
Aunque el consumo de vitamina D
en la dieta es poco probable, los expertos no descartan que se produzcan
ingestas altas procedentes de suplementos vitamínicos. “Dosis excesivas de
vitamina D producen una calcificación de tejidos blandos como el riñón y el
cerebro, con producción de hipertensión arterial y/o insuficiencia renal, apunta el Prof.
Ángel Gil.
Recomendaciones de los expertos
La principal fuente de vitamina D
para la mayoría de los seres humanos es la endógena, es decir, la exposición
diaria a la luz del sol. Según los expertos, se calcula que la exposición de la
cara y las manos a la luz solar durante 15 minutos tres veces a la semana puede
proporcionar cantidades adecuadas de vitamina D, aunque también depende de la
latitud, el tipo de piel, la edad, el género y el grado de adiposidad.
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