Para el Profesor Julio Bobes, presidente de Socidrogalcohol, “la adicción al alcohol es una enfermedad del cerebro, en la actualidad conocemos cuáles son los núcleos y los circuitos neuronales involucrados en la conducta y comportamiento de las personas que abusan de esta sustancia. Hay que ser conscientes del alto riesgo que supone el consumo durante el periodo de neurodesarrollo cerebral que finaliza en torno a los 21 años”.
Según datos de la Encuesta Mundial sobre Salud Mental del año 2001 -último año del que se tiene este dato-, algo más de 200.000 personas en España (173.600 hombres y 28.410 mujeres) sufren dependencia del alcohol. Esto significa que el 1,2% de los hombres y el 0,2% de las mujeres en España comprendidos entre los 18 y los 64 años padecen esta adicción
Falta conciencia sobre el riesgo asociado al consumo excesivo de alcohol
La sociedad española no está concienciada del riesgo que entraña el consumo nocivo de alcohol. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de riesgo se sitúa entre los 40-60 gramos de alcohol puro al día en el caso de los hombres, y en 20-40 gramos en las mujeres. Superados esos 60 ó 40 gramos al día respectivamente, el consumo puede ser perjudicial, es decir, tiene efectos sobre la salud física y/o mental, y puede derivar en dependencia.
Como explica el Profesor Julio Bobes, presidente de Socidrogalcohol, “hay que tener en cuenta que el trastorno por abuso del alcohol abarca desde el consumo perjudicial, el consumo de riesgo y la dependencia. Además, el alcohol es una sustancia tóxica capaz de contribuir a la aparición de enfermedades, con lo cual es necesario generar una reflexión social sobre los daños derivados del consumo de alcohol”.
En el caso del consumo de riesgo ocasional la OMS lo cifra en más de 50 gramos de consumo, en una sola ocasión, para hombres y 40 gramos para mujeres.
Para hacer estas cifras más comprensibles conviene saber que una copa de vino o una caña o botellín de cerveza contiene 10 gramos de alcohol puro mientras que un combinado –mezcla de una bebida espirituosa con un refresco- contiene 20 gramos.
Una enfermedad infradiagnosticada y estigmatizada
En cuanto al diagnóstico de la dependencia del alcohol, aún hoy, sigue siendo un reto para los profesionales sanitarios. Esto se debe, en gran medida, al estigma asociado a este trastorno, que se oculta en sociedad y se mantiene en la más estricta intimidad.
Según el doctor Josep Guardia, Psiquiatra consultor sénior. Unidad de Conductas Adictivas. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y miembro de la junta de Socidrogalcohol, “para poder realizar el diagnóstico de la dependencia del alcohol seguimos criterios de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la OMS o el DSM-IV de la Asociación Americana de Psiquiatría. Entre los síntomas destacaría la dificultad para controlar el consumo de alcohol, la necesidad de ingerir bebidas alcohólicas (que en determinados momentos puede ser imperiosa), y los síntomas de abstinencia”.
Además, comenta el Dr. Guardia, “dada la elevada comorbilidad médica y psiquiátrica que presentan los pacientes con dependencia del alcohol, sería importante que los hospitales generales tuvieran un servicio especializado en el diagnóstico y tratamiento de la dependencia del alcohol”.
La mayoría de las personas que presentan dependencia del alcohol no se ha sometido nunca a un tratamiento especializado. Los que solicitan ayuda suelen hacerlo porque padecen otros trastornos médicos asociados. En el conjunto de la Unión Europea, solo el 10% de las personas con dependencia recibe tratamiento.
No comments:
Post a Comment