Traductor

14 November 2012

Nuevos análisis de estudios fase III sobre las estrategias de manejo de la anemia utilizadas en el tratamiento de combinación con VICTRELIS (boceprevir), en los que se incluyen pacientes cirróticos



MSD, conocida como Merck (NYSE: MRK) en los Estados Unidos y Canadá, ha anunciado los resultados de unos subanálisis retrospectivos de un estudio abierto de fase III, diseñado para comparar el efecto de dos estrategias para el manejo de la anemia -una reducción de la dosis de ribavirina y el uso experimental de eritropoyetina (EPO)- sobre la Respuesta Viral Sostenida (RVS)* en pacientes con infección crónica por el virus de la hepatitis C (VHC) de genotipo 1 tratados con VICTRELIS® (boceprevir) 200 mg en cápsulas en combinación con peginterferón alfa y ribavirina (PR) 1,2. Estos datos se han presentado esta semana en el Encuentro Anual de la Asociación Americana para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas (AASLD) 2012.
En el subanálisis que evaluaba a los pacientes que fueron aleatorizados para recibir una dosis reducida de ribavirina en el manejo de la anemia, las tasas de RVS fueron, en general, similares, independientemente del momento en el que los pacientes comienzan con la reducción de la dosis de ribavirina, el número de pasos necesarios para dicha reducción o de la dosis más baja de ribavirina (entre 400 y 1.000 mg/día) recibida, durante un mínimo de 14 días, para el manejo de la anemia2. Sin embargo, se observó que las tasas de RVS eran inferiores en los pacientes que recibían menos del 50% de la dosis total de ribavirina asignada en comparación con los pacientes que recibían, como mínimo, el 50% de la dosis de ribavirina asignada. Las tasas de RVS fueron superiores en los pacientes con ARN del VHC indetectable que en aquellos que presentaban un ARN del VHC detectable al inicio de la intervención para manejar su anemia. En cada caso, las tasas de RVS no variaban en función de la estrategia utilizada para el manejo de la anemia.
“Estos análisis vuelven a confirmar que la reducción de la dosis de ribavirina debería ser la estrategia principal a utilizar en el manejo de la anemia en los pacientes que reciben un tratamiento de combinación con boceprevir, incluso en pacientes cirróticos” ha afirmado el Dr. Fred Poordad, Director Médico Ejecutivo de Alamo Medical Research y Catedrático de Medicina en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio, EE. UU.Acerca del estudio
El criterio de valoración principal del estudio fue la comparación de la RVS entre los pacientes que habían sido aleatorizados para someterse a la reducción de la dosis de ribavirina o para añadir EPO a sus tratamientos, presentándose los resultados en el Encuentro Anual de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado 2012 (EASL) 3.
Las tasas de RVS fueron del 71% en ambos grupos: los pacientes cuya anemia se manejó mediante la reducción de la dosis de ribavirina (178/249) y los pacientes cuya anemia se manejó añadiendo EPO (178/251). Las tasas de recaída fueron del 10% en ambos grupos.
En este estudio, 687 pacientes adultos con infección crónica por el VHC genotipo 1, sin tratamiento previo y que presentaban unos niveles de hemoglobina al inicio del estudio de, como mínimo, 12 g/dl en el caso de las mujeres y de, al menos,
13 g/dl en el caso de los hombres, pero siempre inferiores o iguales a 15 g/dl, fueron incluidos en un ensayo aleatorizado, multinacional, abierto y monitorizados para el desarrollo de anemia. El tratamiento consistió en una fase de lead-in de 4 semanas con peginterferón alfa-2b (1,5 mcg/kg/semana) y una dosis experimental de ribavirina calculada en función del peso (600-1.400 mg/día), seguido, después de la semana 4, de la adición de boceprevir (800 mg tres veces al día). Esta fase se prolongó durante un periodo de 24 ó 44 semanas, siguiendo un modelo de tratamiento guiado por la respuesta. Se permitió la participación de pacientes con cirrosis compensada (puntuación en la escala de fibrosis METAVIR de F1-F4) siempre que no presentasen ninguna otra enfermedad hepática concurrente. Se excluyó del estudio a los pacientes con VIH o con el virus de la hepatitis B.
Un total de 500 pacientes desarrollaron anemia. La anemia se definió por una cifra de hemoglobina de, aproximadamente, 10 g/dl o menos. Los pacientes con anemia fueron aleatorizados para reducir su dosis de ribavirina en 200 mg/día [o en 400 mg/día si la dosis inicial de ribavirina era de 1.400 mg/día]) o para añadir EPO a su tratamiento (comenzando con 40.000 unidades/semana, cifra que el investigador podía modificar a 20.000 – 60.000 unidades/semana). Posteriormente, si la cifra de hemoglobina bajaba hasta 8,5 g/dl o menos, se permitía un método secundario de manejo de la anemia, como la adición de EPO o la reducción de la dosis de ribavirina. El tratamiento se suspendía si las cifras de hemoglobina bajaban hasta  7,5 g/dl o menos.

--Efecto del momento y la magnitud de la reducción de la dosis de ribavirina sobre la RVS
Por lo general, en el grupo con reducción de la dosis de ribavirina, las tasas de RVS fueron parecidas, independientemente del momento en el que los pacientes comenzaban la reducción de la dosis de ribavirina, del número de pasos utilizados para reducir dicha dosis o de que la dosis más baja de ribavirina recibida para el manejo de la anemia durante, al menos, 14 días fuese de 400 a 1.000 mg/día. Hubo un número reducido de pacientes, entre 3 y 12 en cada subgrupo, en el grupo con reducción de la dosis de ribavirina que recibieron las dosis más bajas de ribavirina fuera del intervalo de 400 a 1.000 mg/día durante al menos 14 días.

En función del momento temporal de la reducción inicial de la dosis de ribavirina, las  tasas de RVS fueron: del 70% (38/54), igual o menor de 4 semanas; del 64% (58/90), entre 4 y 8 semanas; del 79% (49/62), entre 8 y 12 semanas; del 82% (18/22), entre 12 y 16 semanas; y del 71% (15/21) cuando era superior a 16 semanas.

No comments:

Post a Comment

CONTACTO · Aviso Legal · Política de Privacidad · Política de Cookies

Copyright © Noticia de Salud