La Asociación Profesional de Médicos de Ejercicio Libre (ASPROMEL), constituida en España en 2006 como organización sin ánimo de lucro y cuyo fin es la promoción, el fomento y la defensa de los facultativos que ejercen su actividad sin vinculación directa con el sistema sanitario público, considera que la reforma anunciada en la Comunidad de Madrid abre expectativas que, “bien llevadas a cabo, pueden suponer un beneficio tanto para los ciudadanos en general como para los médicos en particular.”
De ahí que esta asociación (que representa a los más de 30.000 médicos españoles que trabajan en clínicas privadas o centros no dependientes del Sistema Nacional de Salud) pida ser cautos en las manifestaciones de rechazo y enfocar la cuestión desde un análisis racional amparado en premisas que nadie ha puesto en duda, como es que no está en riesgo el acceso público de la población a unos servicios sanitarios ofertados en óptimas condiciones de calidad e igualdad para todos.
La norma en Europa
ASPROMEL recuerda que la apertura a la gestión privada de centros públicos, “que es exactamente hacia los que se dirigen los planes anunciados en Madrid, y de los que ya hay experiencias en esta misma Comunidad, así como en la Valenciana, no es en modo alguno para rasgarse las vestiduras, ya que la colaboración sanidad pública-privada es la norma que rige en los sistemas de salud de toda Europa”.
“Fuera de España, y concretamente en los países con los que formamos la Unión Europea, la idea central es que el Estado funciona como el garante y vigilante de que esta colaboración funcione, de manera que todo ciudadano tenga acceso a una asistencia sanitaria segura, accesible y de calidad. Pero no es el Estado el propietario del sistema de salud, sino la propia sociedad, que se organiza de la manera más eficaz posible para satisfacer ese servicio básico”, comenta el presidente de ASPROMEL, el doctor André Bolliger, quien añade que “ni los sectores públicos pueden prescindir de estrategias de mercado, ni los sectores privados pueden prescindir de su misión y responsabilidad social”.
El buen ejemplo de MUFACE
Las conclusiones, en definitiva, a que llega ASPROMEL son las siguientes:
-La externalización de servicios “puede ser una forma de colaboración pública-privada, siempre que se respete la misión y responsabilidad social que une los actores públicos y privados”.
- Si las reformas estructurales emprendidas por el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid van en esta dirección no se puede hablar de privatización del sistema de salud.
- Un modelo de integración pública-privada de corte europeo existe desde hace años en España, el modelo MUFACE, que contiene elementos de externalización de comprobada eficacia.
- En el centro de la estructura de los sistemas de salud tiene que estar el proceso de curación, la confidencialidad de la relación médico-paciente, la accesibilidad, seguridad y calidad de la asistencia sanitaria y la remuneración correcta y adecuada al esfuerzo y al nivel del desarrollo profesional de los profesionales de la salud.
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