Traductor

09 November 2012

El menor consumo de alimentos y líquidos y la menor actividad física suponen un grave deterioro físico y psíquico en las personas mayores


http://www.lasombraproducciones.com/uploads/dpm/fotoportadas/22.jpg

Una correcta hidratación, junto a una alimentación adecuada y una actividad física adaptada a las capacidades de cada individuo, son las bases de la salud, capacidad funcional y calidad de vida en las personas mayores, ya que “un menor consumo de alimentos y bebidas y la menor actividad física suponen un grave deterioro físico y psíquico, morbilidad y mortalidad en los ancianos”. Ésta es una de las principales cuestiones planteadas por la Prof. Dra. Rosa Mª Ortega, en el IX Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), que se está celebrando en Cádiz desde el pasado día 7 de noviembre.

Recientes investigaciones han puesto de manifiesto que los hábitos de la población se alejan paulatinamente del ideal teórico. Para la Prof. Dra. Rosa Mª Ortega, Catedrática de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid y participante en la Mesa Redonda ‘Actividad física, hidratación y nutrición saludables’, “el desconocimiento observado en temas de nutrición, es más grave y evidente en temas de hidratación. Con frecuencia las personas no pueden precisar lo que han bebido y tampoco saben lo que deberían beber. La población no tiene conocimiento sobre la cantidad de líquido que deben tomar, y suele consumir una cantidad insuficiente”.

Una de las poblaciones más afectadas por una inadecuada hidratación, o las consecuencias que se derivan de ella, son las personas mayores, ya que “tienen menor cantidad total de agua en el cuerpo, su percepción de sed es menor que la de las personas jóvenes, y sus funciones renales se reducen con la edad, a lo que se suma que beban poco por la incontinencia urinaria”, aseguró la Prof. Dra. Ortega. Esta experta en nutrición también advirtió de que al riesgo de no tener una adecuada hidratación, se añade la disminución de la actividad física, “lo que condiciona un deterioro de la composición corporal, un menor gasto energético y mayor riesgo de obesidad y padecimiento de determinadas deficiencias, tanto cognitivas como físicas”.

A pesar de que hacen falta más investigaciones en este campo, la Catedrática de Nutrición explicó que lo que sí se conoce es que “la percepción de la sensación de sed no garantiza una correcta hidratación y que las personas mayores pueden presentar con frecuencia una hidratación inadecuada”, lo que ha llevado, por ejemplo, a The International Life Sciencies Institute (ILSI) a establecer que “tomar variedad de bebidas, incluyendo agua, refrescos, leche, té, café o zumo, y aumentar el consumo de alimentos ricos en agua” puede favorecer y mejorar la hidratación de este colectivo.


Ante estas cuestiones, la Prof. Dra. Ortega hizo especial hincapié en que es necesario establecer “un orden y una pauta reglada respecto a la ingesta diaria de líquido que resulta conveniente tomar” y, “una referencia para valorar la ingesta de líquidos de los diferentes colectivos, prestando especial atención a las personas de edad avanzada como grupo de riesgo”.

Por otro lado, el Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y presidente de la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación, el Prof. Dr. Lluis Serra-Majem, quiso incidir también en la poca información existente sobre la relación entre el consumo de líquidos y los niveles de actividad física en niños y adolescentes. Según este experto, el porcentaje de esta población que no consume la cantidad de líquido necesaria a lo largo del día ”es mayor entre los niños y adolescentes muy sedentarios que entre los físicamente activos”, algo en lo que influyen “una serie de condicionantes demográficos, sociales y ambientales, al igual que su estado de hidratación”, por lo que es importante “actuar en la promoción de la actividad física entre los más jóvenes para que los hábitos de estilo de vida saludables, incluidos los de hidratación, perduren y se transmitan en el conjunto de la población”.
A este respecto, el Prof. Dr. Serra-Majem recordó que cerca del 50% de niños y adolescentes españoles no realizan suficiente actividad física, siendo además los ciudadanos europeos que menos ejercicio practican en horario extraescolar.

Respecto a la importancia de una inadecuada hidratación en la práctica de ejercicio físico, la Catedrática y Profesora del Departamento de Salud y Rendimiento Humano de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte-INEF de la Universidad Politécnica de Madrid, la Prof. Dra. Marcela González-Gross, explicó en su intervención en el Simposio ‘Hidratación funcional y patrones alimentarios’ que “una inadecuada hidratación afecta al bienestar físico y mental, lo que implica un riesgo para la salud, especialmente en ejercicios de resistencia que sobrepasan los 45 minutos”. En este sentido, añadió que en la práctica de actividad física “es fundamental una correcta hidratación y que ésta debe realizarse con bebidas que además de tener agua, contengan hidratos de carbono y electrolitos”.  

-Rendimiento cognitivo

Una situación de deshidratación conlleva un marcado descenso de la capacidad de rendimiento psíquico. En concreto, aún en situaciones de deshidratación leve de sólo un 2%, habilidades cognitivas cómo la coordinación viso-motora, la atención, y la memoria a corto plazo quedan afectadas de forma inmediata, y en niveles superiores, desciende la capacidad de alerta y concentración, y aumenta el cansancio, la fatiga y la somnolencia. “Los cambios en la cantidad de electrolitos en el cuerpo producidos por la deshidratación pueden alterar la actividad cerebral y otros sistemas que intervienen en el proceso cognitivo. Además, en un estado en el que no se tiene una óptima hidratación, la pérdida de líquidos conduce a la producción de hormonas de estrés, factor subyacente de los efectos negativos en la percepción, habilidad espacial y memoria”, explicó la Prof. Dra. Ana Adan, profesora titular de Psicobiología del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de la Universidad de Barcelona.
La Prof. Dra. Adan, en su intervención en el simposio ‘Hidratación funcional y patrones alimentarios’, también incidió en que el rendimiento cognitivo, así como la alerta, la atención y la capacidad de concentración, "pueden verse afectados de forma positiva con el consumo de dosis bajas de cafeína, al igual que la capacidad de aprendizaje y memoria, si se mezcla con glucosa; y además, este tipo de bebidas pueden contribuir a mantener un nivel adecuado de hidratación”.

Por último, la Doctora Pilar Riobó, médico especialista en endocrinología y nutrición, destacó el papel de antioxidantes como los polifenoles en la salud, y recordó que las principales fuentes de estas sustancias son las verduras, frutas, los zumos, el té o el cacao; siendo en este momento objeto de estudios científicos para determinar sus efectos, sobre todo en el mantenimiento o mejora de los problemas o estadios neurodegenerativos.

No comments:

Post a Comment

CONTACTO · Aviso Legal · Política de Privacidad · Política de Cookies

Copyright © Noticia de Salud