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14 November 2012

El Instituto de Obesidad se suma a la celebración del Día Mundial de la Diabetes para concienciar a la ciudadanía



Los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevan hasta los 220 millones el número de personas que padecen diabetes en el mundo. Cifra que, según estimaciones de la propia OMS, podría duplicarse en 2030 de no acometerse las medidas necesarias. Bajo este prisma, la celebración de un Día Mundial de la Diabetes se configura como un elemento extremadamente útil para concienciar a la población sobre las dimensiones del problema.

No en vano, la campaña del Día Mundial de la Diabetes 2012 marca el cuarto ejercicio consecutivo, sobre un total de cinco, con el objetivo de “Educar y prevenir en la diabetes”. Así, la celebración de esta jornada persigue reforzar la prevención y ayudar a que la población tome conciencia sobre los factores responsables de la epidemia mundial de diabetes. En este sentido, la campaña se vincula a la urgente necesidad de acción con el fin de proteger la salud de las futuras generaciones.

En este contexto, el Instituto de Obesidad quiere sumarse, una nueva vez más, a esta conmemoración, instituida por iniciativa de la Federación Internacional de la Diabetes y la OMS para rememorar el aniversario del nacimiento de Frederick Banting quien, junto con Charles Best, tuvo un papel determinante en el descubrimiento de la insulina en el año 1922.

Para ello, el Instituto pretende resaltar la especial relevancia de la enfermedad y su relación con la obesidad, destacando el creciente papel adquirido por la cirugía metabólica. Así, el Bypass gástrico para Diabetes Mellitus o Bypass Metabólico se configura como una intervención muy eficaz capacitada para curar o mejorar la diabetes, disminuyendo las necesidades de antidiabéticos orales e insulina.  

A la hora de acometer la operación resulta necesaria, en primer lugar, la realización de un pequeño bypass alimentario, evitando que los alimentos pasen por el duodeno y el primer asa de yeyuno –tramo de intestino que se encuentra en íntima relación con el páncreas, órgano encargado de regular la glucosa en sangre-. Al mismo tiempo, se creará un pequeño estómago conectado al intestino delgado que permite separar los alimentos y los tubos gástricos a lo largo de 75 centímetros, acción que supondrá una malabsorción moderada de azúcares y grasas. La operación se ejecuta mediante cirugía laparoscópica, sin necesidad de abrir el abdomen, con mínimas molestias y sin cicatrices. La estancia media en el hospital se sitúa entre 2 y 3 días, pudiendo retomarse una vida normal una semana después.

Los resultados de este Bypass Metabólico pasan por la mejoría o incluso curación de la Diabetes y de los síndromes metabólicos asociados –colesterol, triglicéridos, hipertensión-. Además, se frena la evolución de la diabetes, factor muy importante, ya que ésta tiene a empeorar lentamente a lo largo de toda la vida.

Bajo este prisma, se pretende alentar a los gobiernos a implementar y reforzar las políticas de prevención y control; difundir herramientas de apoyo, a nivel nacional y local; aumentar la concienciación sobre los signos de alerta de la diabetes y promover acciones que fomenten los diagnósticos tempranos; aumentar la concienciación y promover acciones para reducir los factores de riesgo, que pueden modificarse, de la diabetes tipo 2; y aumentar la concienciación y promover acciones para prevenir o retrasar las complicaciones de la diabetes.

Las posibilidades ofrecidas por esta operación suponen un paso decisivo en la lucha contra la diabetes tipo II y su relación con la obesidad. No en vano, dicha relación ha sido confirmada en diferentes estudios, demostrando que el desarrollo de la diabetes se asocia no sólo con la obesidad, sino también con el aumento de peso y la duración de la obesidad.  Así, la obesidad incrementa los trastornos metabólicos que se asocian con la diabetes tipo II, y aumenta de manera significativa la morbilidad y mortalidad. La acumulación excesiva de grasa a nivel abdominal se asocia con resistencia a la acción de la insulina, intolerancia a los azúcares y una alteración en el perfil de las grasas, factores que aumentan los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares.

Al mismo tiempo, la obesidad no sólo incrementa los riesgos de padecer diabetes, sino que complica su tratamiento. La presencia de obesidad aumenta las anomalías metabólicas de la diabetes tipo II, incluyendo la hiperglicemia, la hiperinsulinemia y la dislipidemia, creciendo, así, la resistencia a la insulina y la intolerancia a la glucosa. Al mismo tiempo, y debido a que la obesidad se configura como factor de riesgo para la hipertensión arterial y la enfermedad cardiovascular, su coexistencia con la diabetes tipo II aumenta el riesgo de presentar estos desórdenes asociados.

Sobre esta base, el Instituto de Obesidad se suma a la celebración del Día Mundial de la Diabetes con el objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre la pérdida de peso y el establecimiento de hábitos saludables como base para combatir la diabetes. Para ello, ofrece información y asesoramiento a todos aquellos que lo deseen, para la consecución de una dieta equilibrada e individualizada seguida en todo momento por un especialista que, a su vez, delimitará el proceso oportuno en lo que a hábitos saludables y práctica de ejercicios físicos se refiere.

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