Raquel
García,
ha afirmado en la jornada organizada por Ferrer que “es evidente y
demostrable la eficacia de los ácidos grasos omega-3, especialmente del ácido
eicosapentaenoico (EPA) y del ácido docosahexaenoico (DHA), en el tratamiento de
las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, su efectividad en otras áreas de
la medicina, como las enfermedades inflamatorias, dermatológicas o cognitivas,
no es tan conocida”.
“Los
omega-3, están directamente implicados en multitud de procesos metabólicos del
organismo, regulando funciones básicas para la salud. Ampliar el ámbito de
aplicación y demostrar las evidencias científicas de sus beneficios es altamente
necesario en el campo de la prevención médica”.
Un
amplio abanico de enfermedades crónicas
Como
han demostrado numerosos estudios científicos, los omega-3 pueden ser eficaces a
la hora de prevenir y tratar muchas otras enfermedades crónicas. A nivel del
deterioro cognitivo, por ejemplo, diversos estudios clínicos demuestran
la mejora
sustancial con los suplementos de omega-3 en pacientes con distintos grados de
deterioro, desde los más leves a los más severos. “En todos ellos se observa
una notable mejora, incluso en casos de enfermedad de Alzheimer, enfermedad de
Hunginton o una grave atrofia enfermedad degenerativa cerebral”, afirma
Raquel García.
Otra
de las áreas donde existen evidencias sobre los beneficios de los omega-3 es en
el desarrollo y fortalecimiento de la visión, siendo parte fundamental de
las neuronas y de los fotoreceptores de la retina. “La suplementación con
omega-3 ha demostrado ser de utilidad en aquellas situaciones con déficits de
visión de origen nervioso o neuronal, como la degeneración macular asociada a la
edad (DMAE), la retinitis pigmentosa y otras retinopatías. Incluso en patologías
más leves, como pueden ser la sequedad o la fatiga ocular”.
En
dermatología, los omega-3 son especialmente útiles las patologías que
tienen un componente inflamatorio, como es el caso de la psoriasis, la
dermatitis atópica o el acné, y así como en alteraciones provocadas por la
exposición a UV, ya que aumentan el umbral de quemadura solar.
Beneficios
para la mujer
En
el campo de la mujer, los omega-3 también han demostrado los beneficios de su
ingesta en dos etapas tan relevantes como el embarazo y la
menopausia.
En
el embarazo, los omega-3 pueden prolongar el tiempo de gestación
en una media de 1.6 a 2.6 días, reduciendo en un 61% los nacimientos
prematuros en embarazos considerados de alto riesgo y también incrementando
entre 47g y 54g de media el peso del recién nacido.
En
el caso de la menopausia, Raquel García ha destacado “la
eficacia de suplementación de omega-3 (EPA) en el control de los sofocos,
rediciendo su intensidad y frecuencia y mejorando por tanto la calidad de vida
de estas mujeres”. De hecho, según los datos obtenidos en
diferentes estudios, “los resultados entre el grupo de mujeres que habían
tomado placebo y aquellas que habían tomado omega-3 difiere hasta 3 puntos en
los distintos marcadores analizados”.
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