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08 March 2012

LAS ESCASAS LLUVIAS DE ESTE AÑO APUNTAN A UNA PRIMAVERA SUAVE PARA LOS ALÉRGICOS‏



En España, según un estudio realizado por el Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), el tipo de polen que más afecta a los pacientes alérgicos es el de gramíneas, con un 80% de afectados, seguido del polen de olivo (43%), quenopodiáceas (27%), plátano de sombra (22%), cupresáceas (13%) y parietaria (11%).

Teniendo en cuenta estos datos, las previsiones anuales de incidencia de reacciones alérgicas se basan en las concentraciones de gramíneas, que, además de ser el tipo de polen que mayor número de episodios causa a la población, es el más alergénico. Tal y como explica el doctor Francisco Feo Brito, coordinador del Comité de Aerobiología de la SEAIC “el perfil climático de la España continental, que se caracteriza por ser seco y por temperaturas extremas, favorece que las concentraciones de pólenes alcancen en nuestro país niveles elevados. Esta alta exposición provoca que entre un 15% y un 20% de la población presente alergia a pólenes, llegando a alcanzar hasta un 40% entre la población adolescente”.

Las escasas lluvias registradas en los últimos meses permiten prever que esta será una primavera de polinización moderada. “El índice de acumulación de pólenes suele estar marcado por la pluviosidad de los meses de otoño e invierno y este año ha sido bastante escasa. En consecuencia, esperamos que las concentraciones de polen de gramíneas se sitúen en torno a los 2.600 granos/m3 de aire, lo que consideramos para la región centro como una primavera entre leve y moderada”, revela el doctor Feo. “En 2011, la concentración total alcanzó los 4.100 granos/m3, un 24 % menos de lo previsto por las lluvias del mes de mayo, convirtiéndose en una primavera moderada”, recuerda el experto. Para su polinización, la gramínea requiere otoños muy lluviosos y climatología anticiclónica en el mes de mayo, de ahí que esta primavera las concentraciones de este alérgeno serán significativamente menores”, afirma el alergólogo.



-Más alergia en las ciudades
El alto nivel de industrialización de algunas ciudades ha hecho que durante los últimos años se haya incrementado de forma alarmante el número de casos de alergia respiratoria. La causa no es sólo el aumento de los niveles de polen, sino que éste, en combinación con los distintos agentes contaminantes, puede llegar a hacerse mucho más agresivo. El doctor Feo explica que “la mezcla de pólenes de plantas y partículas de contaminación es muy peligrosa. El polen de ciudad es mucho más agresivo ya que la contaminación produce cambios en la estructura de las partículas y éstas tienen mayor capacidad de provocar sensibilización en el paciente, el paso previo a padecer una alergia”.

Por otro lado, la contaminación atmosférica no sólo afecta a las vías respiratorias, también se deposita posteriormente en el suelo, afectando directamente a las semillas, raíces y al desarrollo de la planta. Los contaminantes son tóxicos y además producen estrés ambiental, alterando las características fisiológicas de las plantas y convirtiendo a los pólenes en más alergénicos y potentes.

En cualquier ciudad donde el tráfico es intenso, son las partículas diesel los agentes contaminantes que con mayor frecuencia empeoran la evolución de las personas alérgicas. “Se ha demostrado que en áreas con alta densidad de vehículos, la liberación de las sustancias proinflamatorias en los pólenes alergénicos es más del doble que en las zonas rurales con menos tráfico, y estas mismas sustancias hacen que el propio polen contacte con las vías respiratorias y pueda actuar iniciando incluso la reacción alérgica”, asegura el alergólogo.



-Predicciones fiables
El Comité de Aerobiología de la SEAIC elabora cada año las previsiones teniendo en cuenta un modelo predictivo desarrollado en la década de los 90. En los últimos años, estas previsiones realizadas en marzo para los meses de mayo-junio se han cumplido con un margen de error estadístico mínimo. “La fiabilidad del modelo es elevada, con una coincidencia media del 85% entre valores previstos y reales. En general está bien establecida la relación de los pólenes de gramíneas con la humedad y pluviosidad prestacional, pero este año hemos ampliado el modelo predictivo. La Sociedad, en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha, ha estudiado los datos de los últimos 12 años de gramíneas anuales, pluviosidad, humedad atmosférica y temperatura en las cuatro ciudades peninsulares más representativas de este tipo polínico: Madrid, Toledo, Ciudad Real y Badajoz. Las ventajas de este modelo con respecto al anterior es que el análisis no sólo se refiere a Madrid, sino que se amplía a otras zonas dónde los pólenes de gramíneas son igualmente relevantes”, afirma el doctor Feo.



-De “estacional” a “perenne”
En la década de los 90 la sintomatología de los pacientes alérgicos a pólenes se limitaba a los meses de mayo y junio. Sin embargo, el perfil de la alergia a pólenes se ha modificado y, actualmente, sólo el 10% de los alérgicos está sensibilizado a un único polen. Tal y como apunta el doctor Feo “la mayoría son alérgicos a varios pólenes. Sus molestias empiezan en febrero y se prolongan durante los meses de verano. La clásica alergia «estacional» se convierte casi en «perenne» “.

Durante los meses de enero y febrero se ha producido la polinización de las cupresáceas afectan al 20-50% de los alérgicos a pólenes, según las concentraciones alcanzadas en las diferentes ciudades. Este año la evolución de los alérgicos de este tipo polínico ha sido más leve que el año pasado, por las bajas temperaturas que han favorecido una cantidad moderada de pólenes, sin alcanzar las altas cantidades de 2011. Dentro de tres semanas se producirá la polinización del plátano de sombra, un árbol muy habitual en las ciudades, cuya alergia también está en alza. “La polinización de los árboles está menos influenciada por la sequía; de esta forma, si se acompaña de tiempo anticiclónico el riesgo de este polen puede ser elevado”, apunta el alergólogo.

“Por último, los meses de mayo y junio se corresponden con la alergia a los dos pólenes más importantes: gramíneas y olivo; y en verano es la época de alergia a pólenes de quenopodiáceas, una polinosis emergente asociada al cambio climático, por la sequía y elevadas temperaturas, que mantienen sus concentraciones reactivas durante los meses de junio a octubre. Esta especie es especialmente relevante en Aragón, Valencia y Castilla-La Mancha. Otro polen muy destacado en el área Mediterránea es la parietaria, que además de muy alergénico tiene una prolongada polinización, durante los meses de marzo a octubre”, concluye el doctor Feo.

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