El yoga es una disciplina de origen indio que tiene fama de equilibrar cuerpo y mente, pero además se ha revelado, junto con los estiramientos, como analgésico eficaz contra el dolor de espalda crónico. Así se desprende del mayor estudio sobre las propiedades de esta actividad realizado en EE.UU. hasta la fecha, y que ha sido publicado en la revista «Archives of Internal Medicine».
En el estudio participaron 228 adultos con dolores de espalda moderados, que fueron divididos en tres grupos: unos practicaron yoga, otros estiramientos y a otros se les dio un libro de autocuidado que explicaba como evitar las molestias.
«Las clases de yoga fueron más efectivas que el manual, pero igual de buenas que los estiramientos», asegura el doctor Karen J. Sherman, autor principal del estudio.
Los dolores disminuyeron y las funciones de la espalda mejoraron tras 12 semanas practicando yoga, además de obtener importantes beneficios clínicos, incluido un menor consumo de medicamentos para las molestias.
El tipo de yoga utilizado para este estudio fue el «viniyoga», que adapta los principios de esta disciplina a la condición física de cada individuo. Además incluía ejercicios de respiración y una gran relajación al final de la clase.
«Nuestros resultados sugieren que tanto el yoga como los estiramientos son opciones buenas y seguras para aquellos que quieran probar la actividad física para aliviar sus dolores de espalda», concluye el doctor Sherman, que matiza: «Es importante que las clases estén orientadas por un terapeuta que sepa adaptar las posturas a las limitaciones de los participantes».
En el estudio participaron 228 adultos con dolores de espalda moderados, que fueron divididos en tres grupos: unos practicaron yoga, otros estiramientos y a otros se les dio un libro de autocuidado que explicaba como evitar las molestias.
«Las clases de yoga fueron más efectivas que el manual, pero igual de buenas que los estiramientos», asegura el doctor Karen J. Sherman, autor principal del estudio.
Los dolores disminuyeron y las funciones de la espalda mejoraron tras 12 semanas practicando yoga, además de obtener importantes beneficios clínicos, incluido un menor consumo de medicamentos para las molestias.
El tipo de yoga utilizado para este estudio fue el «viniyoga», que adapta los principios de esta disciplina a la condición física de cada individuo. Además incluía ejercicios de respiración y una gran relajación al final de la clase.
«Nuestros resultados sugieren que tanto el yoga como los estiramientos son opciones buenas y seguras para aquellos que quieran probar la actividad física para aliviar sus dolores de espalda», concluye el doctor Sherman, que matiza: «Es importante que las clases estén orientadas por un terapeuta que sepa adaptar las posturas a las limitaciones de los participantes».
**Publicado en "Vocento"
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