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21 July 2011

La patología venosa afecta a casi 3 millones de personas en España‏

Las consultas por la patología varicosa representan uno de los diez procesos más comunes y su tratamiento quirúrgico se encuentra en el ‘top 10’ de las intervenciones más frecuentes en el mundo occidental. Aunque aparece con mayor frecuencia en los países nórdicos y centroeuropeos, lo cierto es que en nuestro país esta patología afecta a entre 2,5 y 3 millones de personas, de los que un 2% presentan úlceras y, de éstos, el 45% se halla en situación de baja laboral, según comenta el profesor Francisco Lozano, presidente de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV).

La insuficiencia venosa tiene una mayor incidencia en el sexo femenino debido a que las modificaciones hormonales hacen a la mujer a estar más expuesta a esta enfermedad. De hecho, el sexo y las alteraciones hormonales, unidos a la edad, el sedentarismo rutinario y a la exposición a temperaturas elevadas son los factores generadores de la aparición de varices. A éstos se añaden otros factores desencadenantes como son la obesidad, el embarazo, el estreñimiento o la utilización de prendas de ropa muy ceñidas, que actúan de forma de torniquete y constriñen la circulación.

Las altas temperaturas, y más ahora en verano, son también un enemigo de este tipo de patologías al inducir la vasodilatación, lo que puede provocar el desarrollo de los primeros síntomas de la enfermedad. “Tampoco es conveniente exponerse a los rayos UVA, las saunas, baños turcos, jacuzzi y termas, así como las fuentes de calor aplicadas directamente en las piernas como las mantas eléctricas o la depilación con cera caliente”, según explica el doctor Javier Cabot, vocal de comunicación de la SEACV.

Al contrario de lo que mucha gente piensa, la presencia de varices no contraidica la práctica del deporte. Exceptuando los de contacto y riesgo, los expertos recomiendan pasear, nadar o montar en bicicleta para activar las bombas venosas. Insisten, además, en que siguiendo unos hábitos de vida saludables, y con el beneficio que supone la terapia compresiva mediante los vendajes elásticos, podemos prevenir la aparición de estas patologías. Es también importante llevar una dieta equilibrada que prevenga la aparición de la obesidad, -desencadenante de la insuficiencia venosa-, ingerir entre 1,5 y 2 litros de agua al día y prevenir el estreñimiento.

-Influencia hereditaria
Según el doctor Cabot, “en un 90% de los casos la aparición de los problemas venosos se debe a una causa de carácter primario o idiopático, a menudo con un importante componente hereditario”. Con menor frecuencia aparecen formas secundarias a consecuencia de una trombosis venosa en el sector profundo, a una malformación vascular o por compresión.

Las manifestaciones clínicas son habitualmente evolutivas, apareciendo en las primeras fases sensaciones banales de dolor, pesadez y tensión en las piernas seguidas de calambres e hinchazón. Posteriormente aparecen las dilataciones varicosas en sus distintas formas: telangiestásicas (arañas vasculares), reticulares (de hasta 3 mm de diámetro) y tronculares (de calibre superior a 3 mm de diámetro). Finalmente se presentan las formas complicadas que van desde la varicorragia o rotura venosa, la caricoflebitis o varicotrombosis y la trombosis venosa profunda, hasta los trastornos cutáneos: dermatitis, eczema, atrofia cutánea y calcificaciones.

-Tratamiento
Existen fármacos venoactivos o flebotónicos que reducen los síntomas y mejoran la calidad de vida, aunque su acción es temporal y limitada, por lo que sólo deben emplearse en épocas de riesgo o necesidad y siempre prescritos bajo la supervisión del médico especialista. Asimismo, el presidente de la SEACV advierte de que “no están exentos de efectos secundarios, formas leves de dispepsia o náusea en un 1%, aunque también hay descritos casos de hepatitis y agranulocotosis”.

Sólo si estamos ante una insuficiencia venosa crónica por varices con incompetencia valvular certificada es recomendable recurrir al tratamiento quirúrgico. “La cirugía venosa ha evolucionado hasta técnicas mínimamente invasivas que se pueden realizar de forma ambulatoria y que logran la eliminación de las varices en un corto periodo de tiempo, disminuyendo la baja laboral y garantizando un excelente resultado estético”, argumenta este experto, que destaca la flebectomía ambulatoria, que utiliza sustancias esclerosantes o energías termodinámicas y que es capaz de ofrecer un tratamiento adecuado e individualizado para cada paciente.

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