Traductor

13 July 2011

EL ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN NO ES DETERMINANTE PARA LA SOSTENIBILIDAD DEL SISTEMA SANITARIO



Aunque el envejecimiento encarece la asistencia sanitaria, sólo significa una parte del aumento de los gastos sanitarios de la última década. La mayor parte de este incremento se debe a la inercia del propio sistema, decisiones clínicas -como el incremento de pruebas, ingresos e intervenciones-, así como a decisiones de gestión como por ejemplo un mayor uso de la tecnología y mayores servicios. Por otra parte, también influyen las decisiones políticas (nuevos hospitales o aumento del número de prestaciones). A estos factores, la población responde con un uso más intensivo de lo que se le ofrece y aumentan sus expectativas de mejora continua.
Estas son algunas de las principales conclusiones del ‘Estudio de las pautas previsibles de utilización futura de servicios sanitarios por mayores, frente a la viabilidad financiera del sistema de salud’, coordinado por el Prof. Álvaro Hidalgo, director del SIES (Seminario de Investigación en Economía y Salud) de la Universidad de Castilla-La Mancha, y realizado por la Fundación Gaspar Casal. Esta publicación se ha realizado gracias a la colaboración público-privada y cuenta con la colaboración de la Fundación Pfizer como entidad impulsora y promotora del proyecto.
Este estudio surge en el contexto del debate actual por la preocupación del crecimiento del gasto sanitario y la sostenibilidad del sistema, en el que el envejecimiento de la población se suele identificar como uno de los factores asociados, ya que las personas mayores suelen hacer un mayor uso de los servicios, tienen más ingresos hospitalarios y producen un mayor coste. En este sentido, se calcula que en España el gasto sanitario de las personas mayores de 65 años es 2,7 superior al gasto medio.
Para comprobar hasta qué punto el envejecimiento es causante del aumento del gasto, el presente estudio ha realizado un análisis de dos Comunidades Autónomas concretas, de gran extensión de territorio y población dispersa, Castilla León y Castilla-La Mancha. Entre otros motivos, se han seleccionado por tener un mayor envejecimiento que la media nacional. Así, en el 2010, el porcentaje nacional de mayores de 65 años alcanzaba el 16,84 por ciento, mientras que en Castilla y León era del 22,49 por ciento y en Castilla-La Mancha del 17,68 por ciento.
El uso de recursos por grupos de edad es diferente en cada comunidad autónoma, en cuya diferencia tienen un peso importante los mayores. Para el coordinador del estudio, Prof. Álvaro Hidalgo, "conseguir que todas las Comunidades autónomas se acerquen al patrón de mayor contención en esta utilización sería un razonable objetivo de política sanitaria a medio plazo’.
El estudio demuestra que existen diferencias importantes entre la utilización de los recursos sanitarios entre las diferentes Comunidades Autónomas. Tanto es así, que el coste asociado al envejecimiento depende del territorio y de la organización del sistema regional propio, de su cartera de servicios, de la práctica clínica (diagnóstico, hospitalización y atención a domicilio), y de las pautas sociales de utilización.
Los datos del estudio señalan que el impacto de la demografía y el envejecimiento se traduce en una tasa anual acumulativa para el periodo 2009-2020 de crecimiento del gasto sanitario público del 0,28 por ciento para Castilla y León y del 0,68 por ciento para Castilla-La Mancha, tasas muy lejanas respectivamente al 9,65 por ciento y al 12,44 por ciento que reflejan las tasas medias de variación del gasto sanitario público nominal en cada comunidad en el periodo 2005-2008. En definitiva, aunque la carga del envejecimiento es innegable e importante, no supone un factor tan determinante para la sostenibilidad del sistema sanitario.






-Utilización de servicios sanitarios por parte de la población mayor
"Cada vez habrá más mayores, aún más mayores" es la frase que podría resumir el envejecimiento demográfico en Europa. De tal modo, se calcula que el porcentaje de europeos mayores de 65 años pasará de un 16,1 por ciento en 2000 a un 27,5 por ciento en 2050, mientras que los mayores de 80 años, que representaban un 3,6 por ciento de la población en 2000, alcanzarán un 10 por ciento en el 2050. Por tanto, el envejecimiento de la población supone un desafío importante para los países industrializados.
Por ello, el presente estudio se ha planteado, entre otros objetivos, conocer la evolución de las pautas de utilización de servicios sanitarios y consumo de medicamentos de las personas mayores de 65 años en comparación con el resto de la población, utilizando para ello los datos de la Encuesta Nacional de Salud del año 2006 y comparándolo con los recientes resultados para España de la Encuesta Europea de Salud de 2009.
Los resultados muestran que los mayores de 65 años tienen una mayor dependencia de la cobertura sanitaria pública, reduciéndose su capacidad de acceso a la sanidad privada, probablemente, por la merma en los ingresos que suele implicar la jubilación.
Respecto a la frecuencia en consultas, mientras que en atención primaria se incrementan desde los 24 años (especialmente, tras los 55) en atención especializada se reducen a partir de los 65 años, siendo más elevadas durante la edad laboral.
Por otra parte, las personas mayores de 65 años realizan un mayor porcentaje de visitas a los centros de salud que la media de la población, mientras que las consultas a servicios de urgencias para estos grupos se sitúa por debajo de la media. Asimismo, las personas mayores, sobre todo a partir de los 75 años, concentran buena parte de la atención domiciliaria, debido a la menor movilidad que presenta este grupo de edad.
Atendiendo al motivo de consulta, el porcentaje de consultas motivadas por el diagnóstico de una enfermedad o problema de salud va decayendo con la edad. Sin embargo, las consultas por revisión de enfermedad sí se acrecientan desde los 35 años. Para los mayores de 65 años, el servicio que más se incrementa son las consultas administrativas, debidas en su práctica totalidad a la dispensación de recetas. Del mismo modo, el uso de recursos hospitalarios también es mayor en la población de más edad.
Aunque los factores demográficos tienen importancia, no son el motor del aumento del gasto sanitario público ni presionan excesivamente al alza el mismo. Existe consenso en señalar a la prestación real media por persona y los cambios tecnológicos, como catalizadores del crecimiento del gasto sanitario público.
Otras entidades que han participado en el Estudio son el SESCAM (Servicio de Salud de Castilla-La Mancha), SACYL (Sanidad de Castilla y León), la UCLM (Universidad de Castilla-La Mancha) y el Instituto Max Weber.

No comments:

Post a Comment

CONTACTO · Aviso Legal · Política de Privacidad · Política de Cookies

Copyright © Noticia de Salud