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12 June 2011

Epilepsia dibujada en primera persona



En el universo del cómic -o la novela gráfica (etiqueta recurrente cuando se trata de una obra de social y seria, como esta)- hay referencias obligadas cuando uno toca ciertos temas convertidos en iconos. Si es un cómic sobre el Holocausto, la referencia inevitable será 'Maus'. Si trata sobre la epilepsia, será 'Epiléptico. La ascensión del gran mal', de David. B. Una enfermedad que también aborda, pero esta vez en primera persona, la joven autora francesa Élodie Durand en 'El paréntesis', con el que se llevó este año el Premio revelación Angoulême 2011, el principal salón 'comiquero' de Europa.

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La enfermedad cambió su vida cuando tenía poco más de 20 años: le hizo perder la memoria. Más allá de la previsible narración de la odisea personal que se le presupone al libro, los puntos fuertes son las confesiones de extrañeza ante los recuerdos que se le escapaban o la inclusión de dibujos escalofriantes realizados durante las fases más duras de la enfermedad (figuras humanas, más o menos garabateadas, y metafóricos, como cuando se pinta entre rejas). "Esos dibujos fueron como una pulsión, una urgencia. Los realicé en pocos segundos. En aquel momento, había decidido que serían solo para mí y que no se los enseñaría a nadie. Quería que con esos esbozos el lector entrase en la cabeza del personaje, como si fuesen restos de un presente en mi relato", recuerda la autora.
Admiradora de la obra de David B (sobre la progresión de la epilepsia en su hermano, desde niño), señala que su obra trata la enfermedad desde un punto de vista muy diferente y afirma que la epilepsia no es, en su opinión, el tema central de libro. "Es una de las consecuencias de la enfermedad del personaje, que tiene un tumor localizado en el área del lenguaje y la memoria. En esa fase, no se puede distinguir a ciencia cierta qué concierne a la epilepsia (un efecto secundario) y qué al tumor, pero eso da igual. De lo que habla este álbum es de la memoria, de una memoria que se deteriora y se desmorona y, especialmente, de la reconquista de esa memoria. El cerebro es algo mágico", apunta.
De ahí que el libro refleje un periodo de paréntesis vital para la autora, que se se pinta en un encuentro casual con una antigua compañera de la universidad que la acorrala con la inocente pregunta: "¿Qué has hecho en todo este tiempo?". El contorno del personaje se desdibuja entonces, se apaga, se vuelve sombra. "¿Debería haber cambiado?", se pregunta Durand en las viñetas, a través de un personaje que revive su historia con la epilepsia pero al que no ha querido llamar como ella.






-'No quería hacer un relato lacrimógeno'
"Más que una autobiografía, es un testimonio, sobre todo porque me resultaba mucho más fácil decir 'Yo, Judith' que 'Yo, Élodie'. Judith no es más que mi segundo nombre pero con eso ya estoy dando pistas sobre 'El paréntesis'", señala la autora, de visita en España con motivo de la Feria del Libro de Madrid.
La novela gráfica se ha erigido en un interesante medio para abordar este tipo de experiencias personales tan duras. "El cómic te ofrece todas las posibilidades y una gran riqueza narrativa. Me gusta mucho la libertad que dan las imágenes y el texto. Es mi forma de expresión. Tuve muy buenos profesores en la Escuela Superior de Artes Decorativas de Estrasburgo. Allí la formación estaba volcada hacia la narración, hacia la relación entre texto e imagen".
En el cómic, llega a decir que las huellas de su pasado se han convertido en parte de su presente. "No quería hacer un relato lacrimógeno, así que puede que esa fuese la gran dificultad de escribirlo: saber dónde pararse. ¿Cómo relatar lo indecible? Me propuse contarlo todo de la manera más simple posible: solo hechos y emociones a través de las imágenes, evitando dar mi opinión. Cuando tenía la impresión de que la cosa se volvía un poco pesada, podía jugar con el humor en el dibujo, la caricatura de los personajes, juegos de palabras...", comenta. De hecho, la lectura deja un regusto de positividad, pese a la dureza de lo narrado y dibujado: una joven que durante una parte de su vida pierde su autonomía, sus recuerdos e incluso olvida lo aprendido.






**Publicado en "EL MUNDO"

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