Si usted es un asistente de vuelo, un médico residente, un trabajador por turnos rotatorios, o una persona que acostumbra a realizar viajes largos, es probable que esa interrupción repetitiva de su ritmo de vida, y los seguidos cambios bruscos de horario, puedan tener un impacto a largo plazo en su comportamiento y en su función cognitiva. Esto es lo que se desprende de un estudio realizado por científicos de la Universidad de Berkeley, en California, donde se afirma que el Jet Lag, o los trabajos con turnos rotativos, pueden llegar a provocar el descenso de la producción de neuronas en el hipocampo, la parte del cerebro vinculada con la memoria.
Estaremos de acuerdo en que el Jet Lag es uno de los peores aspectos que nos podemos encontrar en nuestros viajes. Insomnio, náuseas, desorientación, fatiga y ansiedad pueden hacer que nuestra llegada a destino se convierta en una pesadilla que parezca no tener fin.
Ahora, la especulación sobre el precio de los billetes en clase business, y el auge de las compañías "low-cost", han convertido los vuelos de clase turista, o también llamados "porky class", en una tortura. Pequeños trucos como sentarse en la ventana para evitar claustrofobias y dormir sin ser molestados, evitar las partes traseras del avión, susceptibles a turbulencias, o alejarse de partes cercanas a la cocina y al baño, muy dadas al tránsito de gente, pueden darnos un vuelo un poco más agradable, pero las consecuencias del Jet Lag no tardarán en aparecer una vez pongamos los pies en el suelo.
Como se cita en el estudio de la Universidad de Berkeley, las alteraciones producidas por el Jet Lag son similares a las que el cerebro experimenta cuando una persona trabaja alternando turnos de día y de noche. Más allá de efectos físicos como las nauseas o el insomnio, efectos mentales como las pérdidas de memoria, persistentes incluso un mes después del viaje, y la disminución del tiempo de reacción, son otras de las consecuencias de los cambios del uso horario.
Los expertos recomiendan que podemos preservarnos dejando pasar un día entre un turno y otro, durmiendo en una habitación oscura y silenciosa para ajustar nuestro cuerpo a su horario modificado o recuperando un día por cada hora de alteración de la zona horaria. Más allá de consejos que intentan evitar estas consecuencias, también debemos tener en cuenta que existen medicamentos como Ginkokán®, extracto de Ginkgo biloba EGb 761®, que mejoran nuestro rendimiento cognitivo, nuestra memoria y nuestra concentración. De esta forma podemos hacer frente a las consecuencias de los horarios rotativos y del Jet Lag.
Los estudios realizados en los últimos años han demostrado, estadísticamente, que en personas sanas mayores de 45 años, el extracto EGb 761®, presente en Ginkokán®, mejora el rendimiento de la memoria (Mix, Crews 2002), aumenta el equilibro emocional y el aguante (Cieza 2003), mejora la coordinación muscular fina, aumenta la concentración y mejora el procesado de la información bajo la presión del tiempo (Kaschel, 2006).
Además, se ha comprobado que los ingredientes del Ginkgo no se distribuían de manera uniforme en todas las regiones del cerebro. De hecho, se aprecian concentraciones elevadas en el prosencéfalo, el hipocampo, el cuerpo estriado y el cerebelo, es decir, en aquellas regiones del cerebro esenciales para el rendimiento de la memoria, el procesado de la información, el inicio de procesos de aprendizaje, el control emocional y la coordinación muscular fina. Estas elevadas concentraciones de sustancias activas en las regiones cerebrales, de cuyos efectos ya existen pruebas clínicas en personas sanas, completan la cadena de excelencia del extracto de Ginkgo EGb 761®, presente en Ginkokán®. Estas concentraciones activas son lo suficientemente elevadas para tener un efecto farmacológico e influir en el trabajo de las células nerviosas.
Ginkokán®, extracto estandarizado de Ginkgo biloba EGb 761®, se encuentra únicamente de venta en farmacias (PVP aproximado de 15,79€) y produce un aumento del rendimiento mental incluso en momentos donde los cambios bruscos de horario nos superan. Con Ginkokán® evitaremos las pérdidas de memoria producidas por el Jet Lag y disfrutaremos más de nuestros viajes.
Estaremos de acuerdo en que el Jet Lag es uno de los peores aspectos que nos podemos encontrar en nuestros viajes. Insomnio, náuseas, desorientación, fatiga y ansiedad pueden hacer que nuestra llegada a destino se convierta en una pesadilla que parezca no tener fin.
Ahora, la especulación sobre el precio de los billetes en clase business, y el auge de las compañías "low-cost", han convertido los vuelos de clase turista, o también llamados "porky class", en una tortura. Pequeños trucos como sentarse en la ventana para evitar claustrofobias y dormir sin ser molestados, evitar las partes traseras del avión, susceptibles a turbulencias, o alejarse de partes cercanas a la cocina y al baño, muy dadas al tránsito de gente, pueden darnos un vuelo un poco más agradable, pero las consecuencias del Jet Lag no tardarán en aparecer una vez pongamos los pies en el suelo.
Como se cita en el estudio de la Universidad de Berkeley, las alteraciones producidas por el Jet Lag son similares a las que el cerebro experimenta cuando una persona trabaja alternando turnos de día y de noche. Más allá de efectos físicos como las nauseas o el insomnio, efectos mentales como las pérdidas de memoria, persistentes incluso un mes después del viaje, y la disminución del tiempo de reacción, son otras de las consecuencias de los cambios del uso horario.
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Además, se ha comprobado que los ingredientes del Ginkgo no se distribuían de manera uniforme en todas las regiones del cerebro. De hecho, se aprecian concentraciones elevadas en el prosencéfalo, el hipocampo, el cuerpo estriado y el cerebelo, es decir, en aquellas regiones del cerebro esenciales para el rendimiento de la memoria, el procesado de la información, el inicio de procesos de aprendizaje, el control emocional y la coordinación muscular fina. Estas elevadas concentraciones de sustancias activas en las regiones cerebrales, de cuyos efectos ya existen pruebas clínicas en personas sanas, completan la cadena de excelencia del extracto de Ginkgo EGb 761®, presente en Ginkokán®. Estas concentraciones activas son lo suficientemente elevadas para tener un efecto farmacológico e influir en el trabajo de las células nerviosas.
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