No «pesan» las hamburguesas y las patatas fritas, sino el sedentarismo. En un país en el que más de la mitad de la población española o es obeso o tiene sobrepeso, la comida no es la única culpable. La primera encuesta nacional de ingesta dietética para averiguar lo que comen los españoles suspende el excesivo consumo de proteínas y grasas, pero sobre todo muestra un problema grave de falta de ejercicio. La media de calorías consumidas al día no llega a las 2.500 kilocalorías por persona, una cantidad no superior a la de otros países europeos. Nuestro hecho diferencial es que el 46% de la población no realiza ningún tipo de deporte y ni siquiera logra caminar 30 minutos al día. «Son sedentarios absolutos y este es un hecho muy preocupante», aseguró Roberto Sabrido, presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), durante la presentación del informe.
Este estudio, realizado con los testimonios de 3.000 personas de entre 18 y 64 años, es el único que puede considerarse representativo de la población española. Otras encuestas sobre hábitos de alimentación realizadas hasta la fecha se obtenían de modelos basados en la cesta de la compra, sin tener en cuenta el consumo individual o su frecuencia.
El sobrepeso aparece cuando se come más de lo que es capaz de quemar el organismo en la actividad diaria. El sedentarismo crónico de los españoles suma en contra de ese difícil equilibrio energético y también algunos «puntos negros» en la alimentación que esta encuesta nacional saca a la luz. Así son los nuevos hábitos alimenticios:
Este estudio, realizado con los testimonios de 3.000 personas de entre 18 y 64 años, es el único que puede considerarse representativo de la población española. Otras encuestas sobre hábitos de alimentación realizadas hasta la fecha se obtenían de modelos basados en la cesta de la compra, sin tener en cuenta el consumo individual o su frecuencia.
El sobrepeso aparece cuando se come más de lo que es capaz de quemar el organismo en la actividad diaria. El sedentarismo crónico de los españoles suma en contra de ese difícil equilibrio energético y también algunos «puntos negros» en la alimentación que esta encuesta nacional saca a la luz. Así son los nuevos hábitos alimenticios:
-Poca fruta y verdura.La encuesta deja claro lo que otros estudios más pequeños ya habían apuntado: los españoles comen poca fruta y verdura, suspenden en consumo de hidratos de carbono (pan, pasta, legumbres…) y abusan de las proteínas y las grasas. Solo el 43 % de los españoles consume hortalizas a diario y, de media, se toman menos de tres piezas de fruta, la cantidad mínima recomendada. Los cítricos son los más consumidos, pero si hay una fruta preferida esa es la manzana. Un dato que sorprende: un 5% de la población no consume nunca legumbres, una de las fuentes de hidratos y fibra más saludables. «Estamos dando la espalda a la dieta mediterránea», dijo ayer Sabrido.
-Más carne de ave que roja. El consumo de carne, incluidos los embutidos, superan los valores recomendados. A pesar del exceso, España no es el país más consumidor; nos ganan ingleses y norteamericanos. La de ave es la más consumida por los españoles. Donde ganamos por goleada a otros países es en la ingesta de pescado y otros productos del mar. Eso sí hay una preferencia notable por el pescado blanco frente al azul.
-Exceso de grasas.Se abusa de las grasas procedentes de carnes, embutidos y bollería que aumentan los niveles de colesterol y el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. En la encuesta se superan los valores recomendados.
-Alcohol, a diario.Entre los alimentos más consumidos por los españoles están las bebidas alcohólicas y los refrescos azucarados. Ocupan la cuarta y la quinta posición. Estos datos «no gustan» a la Agencia de Seguridad Alimentaria. Ya sea vino, cerveza u otras bebidas de mayor graduación alcohólica, el consumo diario de alcohol de los adultos españoles asciende a 147 ml. «Salimos a media cerveza diaria por cabeza», explicó el presidente de la Aesan. No somos líderes en el mundo occidental, pero superamos a franceses y estadounidenses.
Ellas hacen más dieta.Hay diferencias notables de alimentación entre hombres y mujeres. Ellas cuidan más su alimentación: comen más hortalizas, menos bollería.., y sobre todo hacen más intentos por adelgazar. En la encuesta, un 20% de la población confiesa haberse puesto a dieta «recientemente». De esta cifra, el 22,2% eran mujeres y el 17,47% hombres.
Ellas hacen más dieta.Hay diferencias notables de alimentación entre hombres y mujeres. Ellas cuidan más su alimentación: comen más hortalizas, menos bollería.., y sobre todo hacen más intentos por adelgazar. En la encuesta, un 20% de la población confiesa haberse puesto a dieta «recientemente». De esta cifra, el 22,2% eran mujeres y el 17,47% hombres.
-Más sanos cuanto más mayores. La población se preocupa más por lo que come a medida que cumple años. El grupo más joven, entre 18 y 24 años, es el que peor se alimenta. Ellos son los que más refrescos beben y menos vegetales consumen.
Los universitarios no comen mejor.El nivel educativo influye en la dieta, aunque no tanto como se sospechaba. Los entrevistados con formación universitaria realizan una nutrición menos rica en proteínas (huevos, carne..) pero más pobre en hidratos de carbono. Teniendo en cuenta el nivel de formación no hay diferencias en el consumo de frutas.
Los universitarios no comen mejor.El nivel educativo influye en la dieta, aunque no tanto como se sospechaba. Los entrevistados con formación universitaria realizan una nutrición menos rica en proteínas (huevos, carne..) pero más pobre en hidratos de carbono. Teniendo en cuenta el nivel de formación no hay diferencias en el consumo de frutas.
-Comer fuera. El 30% de los españoles se ve obligado a comer a diario fuera de casa, un dato que en principio, no apunta hacia una buena alimentación. Esta primera fase de la encuesta no va más lejos, aunque Sanidad tiene en marcha una segunda fase en el que se tendrá en cuenta la forma de cocinado y los aditivos.
**Publicado en "ABC"
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