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15 March 2011

Dejar de fumar, adelgazar y hacer ejercicio: los tres grandes retos del paciente coronario

Después de sufrir un síndrome coronario agudo, entre un 5 y un 10% de los pacientes vuelven a fumar en los días siguientes al alta y cerca de la mitad recae a los 6 meses. Asimismo, más del 75% de las personas que padecen un evento cardiovascular son obesas o tienen sobrepeso. Por ello, dejar de fumar, adelgazar y hacer ejercicio físico son los tres grandes retos pendientes que tiene por delante el paciente coronario a la hora de abordar el riesgo cardiovascular. Así se puso de manifiesto en las ‘II Jornadas de Prevención Cardiovascular: Avanzando en el Control del Riesgo Cardiovascular’, celebradas en el Hospital Universitario La Paz de Madrid con la colaboración de AstraZeneca, donde se recordó también que la práctica de ejercicio físico aumenta el colesterol HDL y disminuye los triglicéridos.
En primer lugar, y en cuanto al hábito tabáquico, la Dra. Regina Dalmau, responsable de la consulta de tabaquismo de la Unidad de Prevención y Rehabilitación Cardíaca del hospital madrileño, asegura que se trata de un enorme reto para muchísimos pacientes coronarios porque se trata de "una adicción no sólo psicológica, sino también biológica, que causa una verdadera dependencia física y mental, siendo el síndrome de abstinencia el principal motivo de recaída en las primeras semanas".
¿A qué personas les resulta más complicado dejar de fumar habiendo sufrido un infarto? "A aquellos que más paquetes de tabaco se fuman al año y más cigarrillos al día, a los que se inician a edades más jóvenes, a los que tienen cuadros ansiosos-depresivos, y a los que tienen otras dependencias como el alcohol, la cocaína o el hachís…", afirma esta especialista, quien apunta que, de acuerdo con su experiencia, recaen más las mujeres.
Asimismo, señala que, pese a parecer sorprendente, "a veces a los pacientes no se les explica el peso que tiene el tabaco como factor de riesgo cardiovascular y los beneficios de no fumar, aunque en la mayoría de las ocasiones, aunque se explique, siguen fumando o se recae por ser un trastorno adictivo crónico". Con estos pacientes se aborda el tabaquismo desde el ingreso hospitalario, ya que se puede iniciar farmacoterapia previa al alta, se programa un seguimiento, se remiten a Unidades de Rehabilitación Cardíaca o Unidades de Tabaquismo, y por último se establece una colaboración con Atención Primaria para optimizar el cumplimiento adecuado de la terapia.
Por otra parte, la Dra. Almudena Castro, coordinadora de la Unidad de Prevención y Rehabilitación Cardíaca del Hospital La Paz, asegura que adelgazar es otro gran reto para los pacientes coronarios. "Sobre todo a partir de los 50-60 años, porque para perder peso no vale sólo con comer menos, sino que también hay que hacer ejercicio", apunta. Además, recuerda, "hay que tener en cuenta que muchos pacientes que están dejando de fumar pueden ganar algunos kilos en los primeros meses".
Esta especialista afirma que un 44,2% de los hombres y un 29,2% de las mujeres mayores de 18 años tienen sobrepeso, mientras que un 18,6% de los varones y un 15,6% de las mujeres sufren obesidad. "Ambos trastornos son más frecuentes en las personas de mayor edad y se debe principalmente a la falta de ejercicio y una dieta inadecuada", explica.
Tras sufrir un síndrome coronario agudo, la dieta que hay que seguir no debe ser diferente a la de cualquier otra persona que desee adelgazar: tiene que ser hipocalórica y baja en colesterol. "Más del 90% de los pacientes coronarios logran comer de forma saludable, pero para perder kilos hay que reducir las calorías de la dieta y eso les resulta mucho más complicado", apunta esta cardióloga.
En esta dirección, la Dra. Castro recuerda que el otro gran reto es el ejercicio físico: "El 75% de los pacientes que sufren un síndrome coronario agudo llevan una vida sedentaria, por lo que es necesario destacar que cualquier ejercicio aeróbico, o su combinación con el anaeróbico, es válido y beneficioso para prevenir los accidentes cardiovasculares". En cuanto a la regularidad, afirma, "entre 30 y 45 minutos diarios está bien, aunque si no se alcanza, cuantos más días y más minutos, mejor, lo que cada uno pueda, lo importante es hacerlo".
Es recomendable que los pacientes pidan pautas a su cardiólogo a la hora de practicar ejercicio, puesto que dependerá del tipo de cardiopatía y el riesgo de cada uno. Aunque los beneficios serán iguales para todos: "Disminuirán los reingresos, mejorará la capacidad funcional y los síntomas de angina de pecho así como el músculo periférico y la función endotelial, aumentará el colesterol bueno o HDL, disminuirán los triglicéridos y los marcadores de inflamación, bajará el peso corporal y subirá el estado de ánimo", resume la Dra. Castro.

-La grasa pericárdica como predictor del riesgo cardiovascular
Por otra parte, durante las jornadas, la Dra. Gabriela Guzmán, cardióloga de la Unidad de Imagen del Servicio de Cardiología del Hospital La Paz, abordó el tema de la grasa pericárdica como predictor del riesgo cardiovascular. "La grasa epicárdica es un depósito de grasa visceral del corazón y se sabe desde hace tiempo, pero ha sido recientemente cuando ha empezado a cobrar importancia como posible factor de riesgo cardiovascular relacionado con la intolerancia a la glucosa, la hipertensión arterial y la severidad de la aterosclerosis coronaria", señala.
"Esta grasa visceral se puede analizar con ecocardiografía, resonancia magnética o tomografía computerizada, con la ventaja de que ninguno de estos tres métodos es invasivo", concluye la Dra. Guzmán.

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