Las profesiones sanitarias reclaman dignidad laboral y mejor formación continua para garantizar la calidad asistencial

Representantes de las profesiones médicas y de enfermería coincidieron este jueves en la importancia de la profesionalización, la formación continua y la dignidad laboral para garantizar la calidad asistencial en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Al inaugurar las "V Jornadas CSIF Sanidad Nacional: Los profesionales sanitarios en el espacio común europeo", el presidente estatal del sector sanitario de ese sindicato, Fernando Molina, subrayó la "necesidad de cohesión del SNS y de su cartera de servicios para que no haya ciudadanos de primera y de segunda".
Molina llamó la atención sobre la situación sanitaria casi "catastrófica" en la Europa Oriental, agravada por un inquietante escenario profesional de presión laboral, falta de consideración y "honorarios de pena", que desemboca en una "calidad asistencial muy baja y en la fuga de profesionales a otros países, sobre todo de Europa Occidental". Y advirtió de que tal escenario "se puede ir acercando aquí", porque ya hay ejemplos de esa "presión laboral", especialmente preocupante por la repetición de casos de agresiones y de 'mobbing' o acoso moral.

-Francisco Toquero, vicepresidente de la Unión Europea de Médicos Generales y de Familia (UEMO), realizó un amplio recorrido por los sistemas sanitarios europeos, que le sirvió para constatar el contraste entre "iguales competencias, pero distintos modelos de ejercicio profesional", y los esfuerzos en marcha para una mayor convergencia. En el caso español, hizo notar que el gasto per cápita en salud y el porcentaje del producto interior bruto dedicado a sanidad están por debajo de la media comunitaria, y calificó de "rudimentaria" la situación en el ámbito de la sociodependencia.

-Carlos Amaya, vicepresidente de la Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS), señaló que "España no está mal en número de médicos" (3,7 por mil habitantes, por encima de los 3,1 de la OCDE), pero lamentó que vaya bastante rezagada en el capítulo retributivo, tanto para la profesión médica (puesto 17º-18º) como para la de enfermería (penúltimo lugar). Además, la tendencia en el capítulo de personal del Sistema Nacional de Salud muestra algunos signos de inquietud. Entre 1997 y 2006, el número de profesionales subió en esas dos categorías en torno al 20%, y el personal no sanitario en un 12%, pero también lo hizo en un importante 15,5% en Dirección y Gestión, que se perfila como excesivo cuando la presión asistencial recae sobre todo en las consultas. Por otra parte, los gastos de personal (56-57% en 1985, 43-44% en 2010) han retrocedido proporcionalmente frente a la factura farmacéutica (14-15% en 1985 y 30-32% en 2010).

-Julio Zarco, presidente de Semergen, reconoció que "en Europa hay escasa cultura de recertificación", que definió como el "proceso de evaluación de la capacitación médica continua" para garantizar el "perfil adecuado de competencia profesional". Y, tras repasar los diferentes modelos de recertificación, constató ciertas dudas entre los profesionales sanitarios españoles sobre su obligatoriedad y sobre quién debería ser responsable de llevarla a cabo. "Nos formamos en lo que creemos que hay carencias, según nuestra propia percepción", dijo, y concluyó con una reflexión: "Sin sociedades científicas fuertes para el desarrollo profesional continuo y sin colegios dedicados a la ética y la excelencia profesional, la Administración hará la tarea que debería ser nuestra".

-Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería, alertó contra posibles "disparates" –como el de que "la profesión de ingeniería va a ser única"-- en la próxima nueva Ley de Servicios Profesionales, que en el ámbito sanitario considera que "nos perjudica, porque somos el país mejor regulado en Europa". A su juicio, "se va a liberalizar el principio de pertenencia a una profesión y de colegiación" cuando es "un debate superado a nivel mundial, porque no conozco ningún país donde no esté regulada la profesión y haya que estar registrado para ejercer". Además, a propósito de los ajustes educativos de Bolonia, remarcó que "España está muy bien desde el punto de vista educativo, y tenemos la mejor formación especializada del mundo".
González Jurado destacó el "ansia extraordinaria de formarse para tener el mayor nivel de competencias" y advirtió que "lo peor es que dejemos de creer en nuestro propio ejercicio profesional". Y varios ponentes coincidieron en que hace falta, por un lado, que las organizaciones profesionales inyecten "ilusión, ética y compromiso" a sus miembros, y, por otro, en que "se debe reorientar también el modelo organizativo-asistencial y mimar al buen profesional", que debería merecer reconocimiento y estímulo en vez de sufrir una auténtica "sobrecarga" asistencial.

Las jornadas, que se celebraron en el salón de actos de los Servicios Centrales del Imserso, fueron organizadas por CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios) con el apoyo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y del Consejo General de Enfermería. La apertura, en la que también participó el secretario nacional de CSIF, Miguel Borra, fue seguida de una conferencia inaugural a cargo de Belén Prado, viceconsejera madrileña de Ordenación Sanitaria y de Infraestructuras, que destacó la formación y capacidad de los profesionales españoles, que les permite "tratar de tú a tú a cualquier otro europeo". Tras subrayar la apuesta de la Comunidad de Madrid por la docencia en los hospitales, animó a mantener una "voz común en Bruselas y a hacer una defensa cerrada ante la Unión Europea de nuestro sistema de formación".