Es otro gran salto a los mercados emergentes por parte de la industria farmacéutica. Y es que Bayer planea invertir 1.000 millones de euros en un plan de reestructuración que recortará 4.500 puestos de trabajo, pero que a su vez creará 2.500 de nuevos, principalmente en los países emergentes. La compañía espera lograr 800 millones de dólares en ahorros de costes anuales a partir de 2013.
La reestructuración ofrece una respuesta a las preguntas acerca de lo que haría el nuevo jefe ejecutivo de Bayer, Marijn Dekkers, ahora que asumió el cargo. Como puntualiza la compañía en su declaración acerca del plan de reestructuración, Bayer se enfrenta a los mismos retos que acosan al resto del mundo farmacéutico: la competencia genérica, una I+D cada vez más costosa y presiones sobre la fijación de precios de gobiernos con efectivo ajustado. “Para financiar la expansión de nuestras actividades de crecimiento”, asegura Dekkers, “necesitamos redireccionar los recursos, mejorar la eficiencia y recortar costes”.
De esos 4.500 puestos de trabajo que serán eliminados, 1.700 serán en el país de origen de Bayer, Alemania, a lo largo de 2012. En el mismo marco de tiempo, la compañía planea crear 2.500 puestos nuevos, en parte para ayudar a acelerar su expansión en Asia.
Estos ajustes en los puestos de trabajo se parecen mucho a los realizados por Eli Lilly; la farmacéutica establecida en EEUU que anunció el año pasado planes de reducir su plantilla en 5.500 empleados, mientras que duplicará su plantilla en China hasta los 2.000 empleados y contratará personal también en otros mercados emergentes y en Japón. O como Roche, que esta semana anunció planes de recortar 4.800 puestos de trabajo y reestructurar otros 1.500, ya que está planeando aumentar su plantilla en China en un 25% este año, lo cual significa alrededor de 750 puestos nuevos.
**Publicado en "PM Farma"
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