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19 October 2010

Investigadores de la REDinREN encuentran cómo proteger a la membrana peritoneal del daño que le causa la glucosa en los enfermos renales crónicos


La diálisis peritoneal es una forma de terapia renal sustitutiva que utiliza el peritoneo, una membrana que cubre el interior de la cavidad abdominal, como membrana semipermebale. De esta forma el peritoneo hace de filtro natural para las sustancias tóxicas de la sangre y agua que el riñón no puede filtrar debido al estado deteriorado en que se encuentra. Técnicamente se realiza colocando un catéter peritoneal en la cavidad abdominal por donde se infunden líquidos de diálisis peritoneal para realizar varias veces al día en la membrana peritoneal la función de filtración e intercambio de toxinas que el riñón no lleva a cabo.

Los líquidos que se infunden para hacer la diálisis peritoneal contienen glucosa, que es un agente osmótico necesario para absorber agua y equilibra la concentración de urea y otras toxinas urémicas que en condiciones normales se eliminan por la orina. Pero la utilización de la glucosa hace que con el tiempo se pueda crear un ambiente diabetogénico en la cavidad peritoneal, el cual acaba provocando deterioro y engrosamiento de la membrana peritoneal. Los responsables de este deterioro son el pH ácido de los líquidos de diálisis, las bacterias y sus derivados que eventualmente entran en ella, así como los productos de glicación avanzada que se forman a partir de la glucosa que contienen los líquidos de diálisis peritoneal. Las células mesoteliales que cubren la membrana peritoneal tienen receptores específicos para dichos productos de glicación avanzada.

Los agonistas de los receptores PPAR-γ controlan sistémicamente la glucemia mejorando la sensibilidad a la insulina y por eso se utilizan como tratamiento en la diabetes tipo 2. También muestran un efecto anti-fibrótico observado en otros tejidos y anti-inflamatorio. Los receptores PPAR-γ también se encuentran en las células mesoteliales que cubren la membrana peritoneal y como muchos de los cambios que ocurren en la membrana peritoneal son desarrollados en un contexto diabetogénico por la glucosa contenida en los líquidos de la diálisis peritoneal, investigadores de la Red de Investigación Renal (REDinREN) perteneciente al Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Ciencia e Innovación, se plantearon si uno de estos antagonistas de los receptores PPAR-γ, la Rosiglitazona, tendría un efecto positivo sobre la preservación anatómica y funcional de la membrana peritoneal.

-Los agonistas de los receptores PPAR-γ protejen la membrana, reducen la inflamación y la apoptosis
La revista científica Laboratory Investigation ha publicado los resultados de una investigación coordinada por los doctores Abelardo Aguilera y Manuel López-Cabrera, ambos investigadores de la REDinREN. El estudio científico se realizó utilizando 42 animales de laboratorio, los cuales fueron sometidos a diálisis peritoneal. Constituyeron 4 grupos diferentes: el grupo-1 o control al cual no se le sometió a diálisis peritoneal y otros tres que sí la recibieron. Después de una semana de reposo y tras la colocación de un catéter peritoneal en la cavidad abdominal de los ratones, se administró diariamente 1.5 ml de suero salino intraperitoneal al grupo 2 y un líquido basado en glucosa llamado Stay Safe al 4.25% en el grupo 3 y Stay Safe 4.25% más Rosiglitazona oral (20 mg/kg/día) en el grupo 4, durante 3 semanas.

Los resultados han concluido que el grupo tratado con agonistas de los receptores PPAR-γ y el grupo control presentaron una membrana peritoneal con mucho menor grosor que el grupo que había recibido Stay Safe

Además del engrosamiento de la membrana peritoneal, otros cambios anatómicos como la formación de neo-vasos y la migración de las células mesoteliales transdiferenciadas al submesotelio fueron reducidos por el agonista de los receptores PPAR-γ. Como era previsible, este agonista al disminuir el grosor de la membrana peritoneal también disminuyó la formación de vasos submesoteliales y por ende disminuyó el transporte temprano de agua y solutos característicos del fallo de la membrana peritoneal tipo-I, fenomeno conocido como hiperfiltración.

Otro elemento que contribuye al deterioro de la membrana peritoneal es su exposición durante la diálisis a mediadores inflamatorios estimulados por agentes infecciosos o sus productos, los plásticos e incluso los líquidos utilizados en la diálisis peritoneal. Los científicos de la REDinREN han podido demostrar con su investigación que los agonistas PPAR-γ tienen un efecto anti-inflamatorio. La evidencia surgió al encontrar una gran infiltración de células CD45+ en el submesotelio de los animales de laboratorio que recibieron el agonista de los receptores PPAR-γ. Además en el efluente del líquido peritoneal drenado de este mismo grupo los investigadores de la REDinREN encontraron un amento en la celularidad total, leucocitos y células CD3, CD4, CD8, CD25 FoxP3 que indican una activación de células T-reguladoras y por con ello un efecto anti-inflamatorio. Este se confirmó al encontrar una elevación importante de IL-10 en el efluente de animales tratados con el agonista de los receptores PPAR-γ, ya que las células T-reguladoras y específicamente las Tr1 son las más importantes productoras de IL-10.

Los científicos de la REDinREN han hallado igualmente que la Rosiglitazona tiene un efecto anti-apoptótico, es decir, también frena la muerte celular programada que inducen los líquidos de la diálisis peritoneal. Pero posiblemente uno de los hallazgos más importantes es el efecto anti acumulación de productos de glicación avanzada en el área submesotelial observado en el grupo que recibió Rosiglitazona. Estos productos son tremendamente tóxicos para los tejidos ya que entre otras cosas inducen una fibrosis severa, estimulan la producción de vasos e inducen transdiferenciación epitelio mesenquimal de las células mesoteliales.

Esta investigación abre las puertas a la utilización de otros productos para disminuir el daño peritoneal inducido por los líquidos de diálisis peritoneal y aumentar la longevidad de la membrana peritoneal. Añadir medicamentos con este fin ha sido hasta ahora muy poco utilizado por la comunidad científica mundial y haciéndolo aumentaría la vida útil de dicha membrana y el paciente renal crónico podría estar más tiempo sobreviviendo gracias a la diálisis peritoneal. Esta estrategia, el añadir fármacos con este fin, ha sido muy poco utilizada por la comunidad científica mundial.


**Pie de foto (de izquierda a derecha):
Abajo: Jesús Loureiro y Rafael Selgas
Arriba:Abelardo Aguilera, Manuel López-Cabrera, Guadalupe Gónzalez-Mateo, Patricia Albar y María Luisa Perez-Lozano.

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