Barcelona tendrá en diciembre el primer banco de leche materna de Cataluña, que prestará servicio a todas las maternidades de la comunidad. Las madres podrán ejercer de nodrizas donantes de forma altruista y los bebés prematuros, de bajo peso o que necesiten este alimento tras una complicada operación quirúrgica podrán beneficiarse de una leche que por sus proteínas, inmunoglobinas y grasas garantiza su crecimiento y salud. Este banco, vinculado al Banco de Sangre y Tejidos (BST), tiene finalidades exclusivamente médicas y, por consiguiente, está pensado para dar cobertura a las 18 maternidades de Cataluña con unidades de cuidados intensivos (UCI) de neonatología. La recogida de la leche se hará aprovechando la red del propio BST.
Se trata de un banco de leche de los pocos que aún existen en España. El pionero fue el de Baleares, que ofrece este servicio desde 2001 no solo a los hospitales de la comunidad, sino también a algunos catalanes. El hospital Doce de Octubre de Madrid (desde diciembre de 2007) y el hospital La Fe de Valencia (desde la pasada primavera) también disponen de un banco de leche materna, pero en ambos casos son exclusivos para sus maternidades. En cambio, el banco de Barcelona, que estará situado en el distrito 22@, está pensado como un dispensario centralizado, siguiendo el modelo balear. Zaragoza inaugurará otro en los próximos meses. En Europa este servicio está ampliamente implantado (en el Reino Unido existen una veintena) y Brasil cuenta con una red de 300.
Se trata de un banco de leche de los pocos que aún existen en España. El pionero fue el de Baleares, que ofrece este servicio desde 2001 no solo a los hospitales de la comunidad, sino también a algunos catalanes. El hospital Doce de Octubre de Madrid (desde diciembre de 2007) y el hospital La Fe de Valencia (desde la pasada primavera) también disponen de un banco de leche materna, pero en ambos casos son exclusivos para sus maternidades. En cambio, el banco de Barcelona, que estará situado en el distrito 22@, está pensado como un dispensario centralizado, siguiendo el modelo balear. Zaragoza inaugurará otro en los próximos meses. En Europa este servicio está ampliamente implantado (en el Reino Unido existen una veintena) y Brasil cuenta con una red de 300.
-Objetivo inicial
Algunos hospitales catalanes, por ejemplo el de Vall d'Hebron, sin tener banco propio, ya utilizan la leche materna para ayudar al desarrollo de recién nacidos con escaso peso, déficit inmunitario o una salud muy precaria. Pero la adquieren al banco de leche balear, que también analiza, trata y conserva las donaciones procedentes de Cataluña.
Pilar Ortiz, directora de proyectos del BST, considera que la necesidad de leche anual en Cataluña se sitúa alrededor de 4.000 litros, una cifra que se podría conseguir con un millar de madres donantes. Este es el objetivo inicial del banco catalán. El banco de leche materna es el próximo objetivo del BST, el servicio catalán que ya centraliza con éxito toda la donación de sangre y productos sanguíneos (hematíes, plaquetas y plasma), que es referente mundial como banco de sangre de cordón umbilical y está creciendo sobre todo como banco de piel, tejido óseo y córneas.Los tratamientos con leche materna de Vall d'Hebron han sido, precisamente, el embrión del futuro banco centralizado de Cataluña. "Hemos recogido la necesidad", explica Ortiz, y "ofreceremos un servicio" en constante demanda. La directora de proyectos del BST destacó el paulatino incremento de los bebés que nacen con bajo peso, para quienes la leche materna se presenta como una necesidad alimentaria y médica.
Ortiz no cree que el objetivo de conseguir 4.000 litros anuales sea inalcanzable porque, aunque las donaciones en la actualidad son todavía escasas, ya existe como práctica y se atiende a las madres que desean ser donantes. "Es un objetivo asumible porque en estos momentos ya tenemos madres donantes y también están detectadas las necesidades", asegura.
La infraestructura que necesitará el BST es mínima porque la leche ya llega congelada del domicilio de las nodrizas, que se la extraen en él. En el banco se analiza para asegurar que reúne todas los requisitos sanitarios y posteriormente se procede a su pasteurización y a su congelación a muy bajas temperaturas. Estas condiciones aseguran una larga conservación.
Antoni Gayà, director del banco de leche materna de Baleares y presidente de la Asociación Española de Bancos de Leche Humana, asegura con la experiencia de estos casi 10 años de actividad que estos centros "son una herramienta terapéutica importante para los pediatras", ya que entre la comunidad científica no se discute que la leche materna es mucho más completa que las alternativas comerciales. Gayà, por ejemplo, apunta que con su empleo disminuyen las infecciones generalizadas graves y desaparecen las necrosis intestinales, principal causa de defunción entre los neonatos.
La prescripción de la alimentación con leche materna es habitual en el caso de bebés prematuros de muy bajo peso, entre 800 y 1.500 gramos, pero también se emplea tras cirugías del aparato digestivo. Este tipo de leche es de más fácil digestión y acelera y facilita la recuperación intestinal.
También está indicado en los partos diferidos de mellizos, en los que por razones médicas se decide mantener en el vientre materno al bebé menos desarrollado. Al ya nacido no se le puede amamantar porque la subida de la leche actúa como acelerador del parto.
La leche se puede conservar congelada con idóneas garantías de seguridad. En un congelador doméstico (a -20º, aproximadamente) puede guardarse unos tres meses. En el caso de los bancos, el protocolo establece que la madre se extraiga la leche con un aparato específico y la guarde en unos envases especiales hasta el momento de entrega. Los centros se encargan de recoger a domicilio el producto congelado.
La leche se transporta congelada al banco de referencia, donde se analiza y, si tiene las características adecuadas para ser utilizada, se pasteuriza para garantizar la calidad microbiológica y evitar la transmisión de enfermedades infecciosas. Tras la pasteurización, la leche se vuelve a congelar, pero ahora a 80 grados bajo cero, con lo que se garantiza una larga conservación. Los bancos sirven el producto congelado a los hospitales.
Los bancos de leche son una iniciativa que tiene éxito tanto en la donación -un acto altruista- como en el número de peticiones. Unas y otras han aumentado de manera considerable en Mallorca, según comenta Antoni Gayà, quien destaca la importancia de las campañas de promoción que organizan el propio centro y diversas asociaciones que trabajan para dar a conocer los beneficios de la lactancia materna.
Algunos hospitales catalanes, por ejemplo el de Vall d'Hebron, sin tener banco propio, ya utilizan la leche materna para ayudar al desarrollo de recién nacidos con escaso peso, déficit inmunitario o una salud muy precaria. Pero la adquieren al banco de leche balear, que también analiza, trata y conserva las donaciones procedentes de Cataluña.
Pilar Ortiz, directora de proyectos del BST, considera que la necesidad de leche anual en Cataluña se sitúa alrededor de 4.000 litros, una cifra que se podría conseguir con un millar de madres donantes. Este es el objetivo inicial del banco catalán. El banco de leche materna es el próximo objetivo del BST, el servicio catalán que ya centraliza con éxito toda la donación de sangre y productos sanguíneos (hematíes, plaquetas y plasma), que es referente mundial como banco de sangre de cordón umbilical y está creciendo sobre todo como banco de piel, tejido óseo y córneas.Los tratamientos con leche materna de Vall d'Hebron han sido, precisamente, el embrión del futuro banco centralizado de Cataluña. "Hemos recogido la necesidad", explica Ortiz, y "ofreceremos un servicio" en constante demanda. La directora de proyectos del BST destacó el paulatino incremento de los bebés que nacen con bajo peso, para quienes la leche materna se presenta como una necesidad alimentaria y médica.
Ortiz no cree que el objetivo de conseguir 4.000 litros anuales sea inalcanzable porque, aunque las donaciones en la actualidad son todavía escasas, ya existe como práctica y se atiende a las madres que desean ser donantes. "Es un objetivo asumible porque en estos momentos ya tenemos madres donantes y también están detectadas las necesidades", asegura.
La infraestructura que necesitará el BST es mínima porque la leche ya llega congelada del domicilio de las nodrizas, que se la extraen en él. En el banco se analiza para asegurar que reúne todas los requisitos sanitarios y posteriormente se procede a su pasteurización y a su congelación a muy bajas temperaturas. Estas condiciones aseguran una larga conservación.
Antoni Gayà, director del banco de leche materna de Baleares y presidente de la Asociación Española de Bancos de Leche Humana, asegura con la experiencia de estos casi 10 años de actividad que estos centros "son una herramienta terapéutica importante para los pediatras", ya que entre la comunidad científica no se discute que la leche materna es mucho más completa que las alternativas comerciales. Gayà, por ejemplo, apunta que con su empleo disminuyen las infecciones generalizadas graves y desaparecen las necrosis intestinales, principal causa de defunción entre los neonatos.
La prescripción de la alimentación con leche materna es habitual en el caso de bebés prematuros de muy bajo peso, entre 800 y 1.500 gramos, pero también se emplea tras cirugías del aparato digestivo. Este tipo de leche es de más fácil digestión y acelera y facilita la recuperación intestinal.
También está indicado en los partos diferidos de mellizos, en los que por razones médicas se decide mantener en el vientre materno al bebé menos desarrollado. Al ya nacido no se le puede amamantar porque la subida de la leche actúa como acelerador del parto.
La leche se puede conservar congelada con idóneas garantías de seguridad. En un congelador doméstico (a -20º, aproximadamente) puede guardarse unos tres meses. En el caso de los bancos, el protocolo establece que la madre se extraiga la leche con un aparato específico y la guarde en unos envases especiales hasta el momento de entrega. Los centros se encargan de recoger a domicilio el producto congelado.
La leche se transporta congelada al banco de referencia, donde se analiza y, si tiene las características adecuadas para ser utilizada, se pasteuriza para garantizar la calidad microbiológica y evitar la transmisión de enfermedades infecciosas. Tras la pasteurización, la leche se vuelve a congelar, pero ahora a 80 grados bajo cero, con lo que se garantiza una larga conservación. Los bancos sirven el producto congelado a los hospitales.
Los bancos de leche son una iniciativa que tiene éxito tanto en la donación -un acto altruista- como en el número de peticiones. Unas y otras han aumentado de manera considerable en Mallorca, según comenta Antoni Gayà, quien destaca la importancia de las campañas de promoción que organizan el propio centro y diversas asociaciones que trabajan para dar a conocer los beneficios de la lactancia materna.
**Publicado en "El Pais"
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