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06 September 2010

Una organización estadounidense se dedica a contar las veces que se fuma en las películas y asegura que la presencia del tabaco va a menos


Breathe California concede todos los años los 'Premios de la Hackademia' ('hack' significa algo así como echar el pulmón por la boca), que castigan el fomento del tabaquismo y recompensan la ausencia de tabaco o el mensaje positivo. Estos son los ganadores de 2009...
Fumadores. Los galardones negativos fueron a la película 'Nine' y su protagonista, Daniel Day-Lewis, así como a Sigourney Weaver por su papel en 'Avatar'.

Se premió la película 'Transformers 2: la venganza de los caídos' y a los actores Taylor Lautner, por 'Luna Nueva', y Hope Olaide Wilson, por 'I Can Do Bad All By Myself'.
Hay películas envueltas en humo de tabaco. En 'Casablanca', por ejemplo, se fuma a tal ritmo que uno pensaría que las brumas de la mítica escena final son el resultado de tanto cigarrillo consumido. Y no hay necesidad de remontarse al cine clásico y sus hipnóticas volutas en blanco y negro: todos los años se estrenan películas donde el cigarro es un complemento indispensable para algún personaje, con papeles en los que dar caladas con estilo constituye un requisito interpretativo esencial. Hay quien se dedica a comprobarlo: la organización Breathe California lleva una década contando las apariciones del 'fumeque' en las películas, lo que ellos llaman 'incidentes de tabaco', con unos resultados que les permiten un moderado optimismo en su particular lucha. El cine, aseguran, cada vez tiene menos contenido en nicotina.
Breathe California analiza las diez películas más taquilleras de cada semana del año en Estados Unidos, lo que equivale al 83% de los estrenos y el 98% de la recaudación. Desde 2005, la cifra de 'incidentes' contabilizados no ha dejado de descender, pero también es verdad que se mantiene por encima de la registrada en 2000. Eso sí, el porcentaje de películas totalmente libres de tabaco superó el 50% el año pasado, por primera vez desde que se confeccionan estas estadísticas, y también alcanzó un nuevo máximo del 61% entre las autorizadas para el público infantil. «Ha supuesto un cambio emocionante, pero los jóvenes siguen recibiendo mensajes negativos de las películas, que a menudo presentan el acto de fumar como algo atractivo, relacionado con el poder y la riqueza», se lamenta desde Sacramento la directora del programa, Shelley Mitchell. En EE UU se toman este asunto bastante en serio: se tiene en cuenta a la hora de establecer la calificación por edades de las películas y, cuando ha influido en la decisión final, se hace constar de manera explícita.


-Pulmones rosas
La organización asigna a cada filme su propia calificación según la presencia del tabaco, con cuatro categorías que van desde los 'pulmones rosas' a los 'pulmones negros'. En su base de datos se comprueba que abundan las cintas con más de cincuenta 'incidentes', algunas tan populares como 'Brokeback Mountain', 'Precious', 'Bridget Jones: sobreviviré', 'Memorias de una geisha', 'Vicky Cristina Barcelona' o 'Gran Torino'. Ciertos directores, como Tarantino, parecen fijos en esta 'smoking room' virtual.
Además, todos los años, unos 'antipremios' distinguen a la película que se considera más nociva y a los actores que más hayan hecho por promover el vicio. En la última edición, la del año pasado, se alzó con este dudoso galardón el musical 'Nine', que «va mucho más allá de las expectativas más salvajes de cualquier vendedor de cigarrillos», con «tantas escenas de consumo de tabaco que los encargados de revisarla tuvieron problemas para llevar la cuenta». Su protagonista, Daniel Day-Lewis, se llevó el premio masculino por fumar en prácticamente todas las escenas, mientras que el femenino correspondió a Sigourney Weaver por su papel en 'Avatar', una científica que pide un cigarrillo en cuanto su mente regresa al cuerpo. A Shelley Mitchell, es el caso que más le ha impresionado en los últimos años: «Me parece espeluznante que el tabaco llegue incluso a aparecer en esta historia de ciencia ficción. También me sorprende descubrir el tabaco en películas donde la MPAA (la agrupación que reúne a los principales estudios) no ha avisado de ello, como recientemente en 'Come, reza, ama', 'Un pequeño cambio' o 'Ladrones'».
Breathe California reclama que el tabaco desaparezca de todas las películas autorizadas para menores de 13 años y reduzca su presencia en las dirigidas al público adulto, además de exigir que la industria tabaquera se desvincule de las productoras. ¿Y qué pasa con Bogart? ¿Hay que reservarlo también para espectadores poco impresionables? «La historia es historia. Sabemos que en las películas clásicas se fuma y no estamos pidiendo una recalificación -aclara Shelley Mitchell-. Lo que nos preocupa es el problema de salud que plantea el tabaco en las películas para jóvenes de ahora mismo». Quizá sea mejor no mencionar siquiera la serie de televisión 'Mad Men', un auténtico festival de la nicotina donde hasta los ginecólogos fuman en su consulta.

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