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14 September 2010

Una incorrecta hidratación implica pérdida de concentración y menor rendimiento en el trabajo


Aunque la importancia de una hidratación adecuada en condiciones de estrés está universalmente aceptada, estudios recientes han demostrado la existencia de niveles de hidratación alarmantemente bajos en el ámbito laboral. Así lo sugería el estudio "Hidratación, hidratación, hidratación", publicado en Marzo de 2010 por la Oxford University Press, y que ahora se ve refrendado por Estudio Bahía, publicado en nuestro país.

Los resultados de este estudio, publicado el presente año por la Revista de Nefrología, estimaron que sólo la mitad de la población española (52,6%) está bien hidratada. "Al ser el agua un líquido vital que permite el correcto desempeño de una multitud de funciones en el organismo y, en el caso de la población española, constituir parte del patrón de consumo, resulta imperioso promover su consumo y especialmente favorecer la ingestión de un agua segura bacteriológicamente y de composición constante", explican los autores del trabajo en sus conclusiones.


--¿Por qué es necesario hidratarse en el ámbito laboral?

El agua es la molécula más abundante en el ser humano, pues forma parte de todas las células, órganos y tejidos y de los líquidos de nuestro organismo. Su volumen se regula por un mecanismo llamado homeostasis, en el cual interviene el riñón, el tubo digestivo, la piel, los pulmones, el sistema circulatorio, el sistema nervioso y el sistema endocrino. La alteración más habitual se conoce como deshidratación o pérdida de líquidos, que se ve acompañada habitualmente por pérdida de electrolitos o sales, principalmente sodio y potasio. El agua es imprescindible para regular nuestra temperatura corporal, principalmente la pérdida de calor y especialmente durante la época cálida.

"Cualquier actividad incrementa la producción de calor del organismo, de forma proporcional a la intensidad de ésta. Igualmente, los mecanismos de pérdida del calor que se genere supondrán una pérdida proporcional de agua y sales. En consecuencia, la hidratación siempre será necesaria y proporcional a la intensidad de la actividad desarrollada. Además, la actividad celular del organismo, comporta siempre una pérdida imperceptible de agua o aquella producida ‘de forma invisible’, como la vaporización por la respiración y la piel. Por tanto, siempre es necesario hidratarse, aunque el esfuerzo no sea físico ni muy intenso", explica el Profesor Josep A. Tur Marí, Catedrático de Fisiología de la Salud Universitat de les Illes Balears.


--Graves consecuencias

El organismo puede resistir una deshidratación hasta del 10 por 100 en el contenido de agua. Por encima de este porcentaje, la deshidratación comienza a ser peligrosa. Una privación prolongada de agua puede llegar a provocar el coma y la muerte del individuo en casos de deshidratación intensa. Entre los síntomas que puede producir una deshidratación, se pueden destacar: sed intensa, sequedad de la piel y de las mucosas, debilidad, vértigo, náuseas, dolor de cabeza, taquicardia, vasoconstricción, hipotensión, fiebre y colapso cardiaco. "Estos síntomas se verán agravados por la pérdida de sales o electrolitos que, como hemos comentado, suele acompañar la pérdida de líquidos. Es evidente, por tanto, que sufrir deshidratación en el lugar de trabajo implicará una pérdida de concentración, un menor rendimiento e, incluso, aumentará el riesgo de sufrir accidentes laborales", añade este experto.

Así pues, se recomienda habitualmente consumir aproximadamente un litro de líquido por cada 1.000 Kcal. gastadas en la actividad laboral. En verano, se recomienda tomar de 0,6 a 1 litro por hora o bien 250 ml cada 20 minutos, aunque esta ingesta variará en función de la actividad concreta a desarrollar.


--Pautas de hidratación

Las ventajas de una correcta hidratación derivan del mantenimiento del equilibrio de las funciones del organismo. "Al prevenir la deshidratación, el sujeto evitará los síntomas antes mencionados y, además, podrá concentrarse en su tarea, aumentará su rendimiento y disminuirá de forma exponencial el riesgo de poder sufrir accidentes laborales. En este sentido, es muy importante establecer pautas de hidratación a lo largo de la jornada laboral", comenta el Profesor Josep A. Tur Marí.

Según este especialista, es básico e imprescindible llegar al lugar de trabajo bien hidratado antes de empezar la jornada laboral. "Un buen desayuno es imprescindible, tanto para cargarse de las calorías necesarias para desarrollar la primera parte de la jornada laboral (el desayuno debe aportar el 25% de la energía diaria necesaria), como para recuperar los líquidos perdidos de forma perceptible o imperceptible durante el sueño. Por eso, es imprescindible tomar un buen tazón de leche o derivado, además de un vaso de zumo de fruta, una fruta y un producto a base de cereales, como puede ser una rebanada de pan tostado con aceite de oliva virgen".

Y prosigue: "El agua también está contenida en los alimentos, aunque éstos no sean líquidos y, por tanto, son una fuente de este elemento. El trayecto al lugar de trabajo, especialmente si se acude en transporte público o a pie, es una buena ocasión para hidratarse. Llevar en la cartera un recipiente con agua o cualquier otra bebida que tenga un alto porcentaje de agua facilitará esa acción. Como medida indicativa, sería adecuado haber ingerido 400-600 ml de líquido antes de realizar la actividad laboral".

Por otro lado, el principal problema que dificulta la hidratación en las oficinas radica en la falta de acceso una fuente de agua o líquido o la práctica ausencia de la misma. "Sería muy adecuada y recomendable la existencia de esa fuente de provisión de agua o líquidos en el lugar de trabajo y un fácil acceso a la misma. Para favorecer tanto su consumo, como su rápida asimilación, sería recomendable, además, que esa agua o líquido se mantuviera a una temperatura de 8-13ºC" opina el Profesor Tur Marí

Así pues, debemos beber en cantidad suficiente para compensar la pérdida de agua y cualquier bebida que contenga agua puede contribuir al total necesario para la hidratación. Diversos estudios han mostrado que cualquier persona combatirá mejor la deshidratación si tiene a su disposición un amplio arsenal de líquidos (agua, zumos, refrescos,…), ya que la diversidad de bebidas y sabores favorece la hidratación. "Ante la necesidad de hidratarse, cualquier aportación de líquidos es útil. No obstante, si se tiene en cuenta la proporción de azúcares simples que a menudo forma parte de la composición de la mayoría de bebidas refrescantes, éstos deben tomarse con moderación", concluye este experto.

Por su parte el trabajo "Hidratación, hidratación, hidratación" sugiere varios consejos destinados a los trabajadores a tener en cuenta:
- La empresa debe proporcionar a sus empleados bebida y situarla tan cerca de su lugar de actividad como sea posible.
· Se debe concienciar a los trabajadores de la importancia de que lleguen a sus puestos correctamente hidratados desde casa o en el trayecto previo a comenzar la jornada laboral.
· Como referencia general, los trabajadores deben consumir entre 600 ml y 1 litro de líquido por cada hora de trabajo.
· Durante las jornadas más calurosas, debe consumirse además una bebida reponedora de electrolitos. También sería recomendable reponer esos electrolitos perdidos en el trayecto de vuelta a casa.

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