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27 May 2010

Las personas que se someten a una cirugía del contorno corporal suelen ser mujeres de entre 40 y 50 años


"Si tengo sobrepeso ¿qué requisitos debo reunir para someterme a una intervención estética y solucionar las secuelas que me ha dejado la pérdida de kilos?" Esta es una de las preguntas más frecuentes que se suele plantear un paciente que sufre obesidad. Y la respuesta es clara: "Se suelen someter a cirugía postbariátrica aquellas personas que han experimentado una pérdida masiva de peso, que mantienen la misma un periodo estable mínimo de seis meses y que psicológicamente son estables y conscientes de las perspectivas que le ofrecen las intervenciones a que van a ser sometidos", explica el Dr. Gregorio Gómez Bajo, vicesecretario de la SECPRE y jefe de servicio de Cirugía Plástica del Complejo Hospitalario de Albacete que impartirá, hoy jueves día 27 una conferencia bajo el título ‘Innovaciones y nuevas perspectivas en el tratamiento quirúrgico de las secuelas de la pérdida masiva de peso’ en el XLV Congreso de la SECPRE.
Dicho experto señala que respecto a los límites de edad para someterse a estas intervenciones no existen reglas escritas pero "no se suele operar a una persona antes de los 18 años; de hecho, un niño que es obeso mórbido (y ha perdido peso de forma masiva) se espera hasta esa edad para ser intervenido". En esta línea, señala que tampoco influye el que una persona sea mayor ya que "depende del estado físico y clínico del paciente y por eso puede haber pacientes de 70 años que pueden someterse a esta intervención y otros de 40 que tienen diversas patologías que pueden conducir a graves complicaciones y en las que no es recomendable operar".

Otras alteraciones que suponen en mayor o menor grado contraindicación para someterse a una cirugía del entorno corporal son la patología cardiovascular, la diabetes, y la enfermedad psiquiátrica que altere la autopercepción corporal y las expectativas. "Todo ello obliga –subraya el Dr. Gómez Bajo- a realizar una evaluación individual de cada uno de estos pacientes".
En cuanto al sexo el Dr. Gómez Bajo señala que, aunque no existe un registro nacional, suelen ser más mujeres que hombres las que se someten a estas operaciones en una proporción de 5 a 1. Y respecto a la edad "hay más incidencia en la cuarta y quinta década de la vida porque ya han sido fértiles, han tenido sus hijos y pasada la maternidad se conciencian de que quitarse la obesidad es eliminar un problema de salud grave". En el hombre ese pico de concentración de operaciones no existe a una determinada edad y además "la demanda suele ser más precoz, rebasada la adolescencia".
También el abanico de intervenciones demandadas por las mujeres es más variado que en los hombres. Mientras en las primeras se suele operar el abdomen, los brazos, muslos y mamas en los hombres se realizan operaciones predominantemente de abdomen y mamas/torso.


--Sin normas comunes ni registro
España no cuenta con una estadística global que permita conocer el número de intervenciones de este tipo que se practican en nuestro país. Además, el vicesecretario de la SECPRE, resalta que "las diferencias en la oferta quirúrgica varían no sólo en función de las diferentes comunidades autónomas sino incluso entre los diferentes hospitales de una misma comunidad". A su juicio, "sería muy importante tener una postura común y homogénea sobre lo que se hace para que no se generen agravios comparativos entre comunidades".
Tanto es así que ni siquiera son los mismos especialistas quiénes realizan dichas intervenciones: "No es infrecuente que sean realizadas por otros colectivos de cirujanos no especializados, incluso en el contexto de la Sanidad pública", se queja el experto. De hecho, explica que "aunque no se puede llamar intrusismo hay que decir que hay muchos cirujanos que intentan expandirse a expensas de territorios en los que ya existe otra especialidad que asume con más especialización esa patología del contorno corporal".
Este cirujano hace hincapié en que "la trivialización de este tipo de cirugías está conduciendo a un grado de insatisfacción creciente entre los pacientes. No todo vale en la cirugía del contorno corporal ni cualquier cirujano está capacitado para su realización". Y añade "es preciso una formación específica en técnicas propias de la especialidad de Cirugía Plástica, con un claro sentido estético, aun cuando estemos atendiendo problemas de salud".
E incluso da un paso más y asegura que "el ‘corta y pega’ que, en ocasiones, se oferta a los pacientes en determinados entornos sanitarios nos parece, desde nuestra perspectiva de cirujanos plásticos, inaceptable, porque conduce a resultados difíciles de asumir por el paciente y complicados de reparar en segunda instancia por nosotros".
Respecto a la cobertura por parte de la Sanidad pública en la actualidad, y siguiendo lo recogido en la normativa legal vigente, ésta asume toda intervención quirúrgica que repara problemas de "índole estética" que provengan de traumatismo, alteración congénita o enfermedad. Sin embargo, también en esta área "existe una amplia variabilidad entre diferentes autonomías", asegura el Dr. Gómez Bajo, a lo que añade que "en conjunto, se oferta cirugía del contorno corporal de abdomen y tronco estando en discusión el resto de las áreas anatómicas (muslos, brazos, mamas…)".
En el contexto actual de crisis económica este tipo de operaciones suelen cuestionarse más que otras a la hora de ser cubiertas por la Sanidad Pública. De hecho, la revisión de las prestaciones asistenciales incluidas en la cartera de servicios de los diferentes hospitales es constante.


--Problemas en la vida cotidiana
Los problemas que se reparan tras una pérdida masiva de peso son los descolgamientos cutáneo-adiposos (ya sea secundaria a cirugía bariátrica o a control dietético y ejercicio) ya que en muchas ocasiones estos apéndices dermograsos plantean auténticos problemas funcionales en el normal desarrollo de la vida cotidiana
En cuanto a la forma de realizar las intervenciones éstas se pueden plantear llevando a cabo múltiples procedimientos combinados (mamas junto a torso y brazos, dermolipectomías en cinturón, etc.) o la realización seriada de procedimientos individuales en diferentes operaciones (abdomen, mamas, muslos, brazos, tronco posterior). En general, lo más adecuado es individualizar.
Sobre este asunto el vicesecretario de la SECPRE asegura que "las resecciones excesivamente ambiciosas pueden plantear problemas postoperatorios a los pacientes aunque dividir en múltiples procedimientos la cirugía del contorno corporal obliga a ser sometido a un número muy superior de intervenciones quirúrgicas". El análisis meticuloso del estado clínico del paciente dará las claves de la mejor conducta a seguir no debiendo ajustarse, según mi punto de vista, a criterios ni protocolos excesivamente estrictos.


-Salud o belleza
A los pacientes que se someten a este tipo de intervenciones en muchas ocasiones les plantean auténticos problemas funcionales y por lo tanto de salud. Sin embargo, el experto explica que las dudas surgen en cómo establecer la sutil barrera que delimita lo "que es estético" y lo "que es salud" porque normalmente van unidos:
"Cuando la motivación no es simplemente mejorar la función y la vida cotidiana sino también la imagen corporal resulta muy difícil establecer esta línea de separación porque las expectativas de cada paciente son únicas y personalizadas".
Además, señala, la definición de salud de la OMS como "el estado de completo bienestar físico, psíquico y social, y no la mera ausencia de enfermedad" no ayuda precisamente a solucionar el problema". Y sin embargo, en la práctica asistencial pública estos profesionales se ven obligados a dejar claro qué es estética y qué es salud diariamente en aras de establecer nuestras carteras de Servicios. Este debate sigue abierto, es controvertido y los cirujanos plásticos nos vemos en la encrucijada planteada entre los anhelos de los pacientes y la disponibilidad de recursos temporoespaciales y económicos de la Sanidad Pública.


-Postoperatorio
El postoperatorio que experimenta cada persona sometida a estas intervenciones está en función de la agresividad quirúrgica (de la cantidad de tejido resecado), de la existencia de problemas sobreañadidos (reparaciones herniarias) que se han intervenido y de la situación del paciente (estabilidad nutricional y psicológica) así como de sus hábitos (tabaco, ejercicio).
"Todo ello conlleva una amplia variabilidad que no permite establecer unos plazos precisos de recuperación y que nuevamente es preciso individualizar y establecer en función de la evolución que se vaya observando", puntualiza el experto. Sin embargo, se puede decir que "en el mejor de los casos en un mes o mes y medio se pueden incorporar a su vida laboral".
Respecto al resultado del trabajo hay casos en los que el paciente tiene unas expectativas que no se cumplen y eso le genera insatisfacción. Si analizamos cuál es la causa apreciamos que suele estar en relación con las complicaciones postoperatorias padecidas. Las complicaciones locales que se pueden encontrar son seroma, hematoma y necrosis cutánea. Respecto a ellas el facultativo indica que "el porcentaje de complicaciones oscila entre un 3-5% en pacientes de indicación puramente estética y un 40-50% en los que han sufrido pérdidas masivas de peso por sus propias características".
No obstante, en su opinión, para evitar frustraciones lo más adecuado es realizar una evaluación preoperatoria adecuada aunque reconoce que ésta sigue siendo "el gran caballo de batalla: no es tan fácil que el paciente sea consciente del beneficio que va a obtener con la cirugía y que las expectativas deben ser realistas ya que son pacientes muy complejos desde el punto de vista psicológico".

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