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25 February 2010

LAS EMPRESAS DE ALIMENTACIÓN HAN CURSADO EN TRES AÑOS MÁS DE 4.000 SOLICITUDES PARA PODER ANUNCIAR BENEFICIOS SALUDABLES EN SUS PRODUCTOS

La publicidad engañosa en el sector de alimentación empezó a tener los días contados en julio de 2007. A partir de ese momento las distintas legislaciones se armonizaron de modo que (exceptuando periodos transitorios de productos ya en el mercado) en ningún país de la Unión Europea se pudiera anunciar un beneficio para la salud en un producto alimenticio si antes no había sido analizado, de forma obligatoria, por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés: European Food Safety Authority), que es el órgano oficial de asesoramiento científico de la Comisión Europea para estos temas. "Antes no se hacía este análisis de forma rigurosa y armonizada en toda la Unión Europea, y, había una situación de cierta anarquía que la nueva reglamentación ha conseguido erradicar", asegura el Profesor Andreu Palou, presidente del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, y hasta hace unos meses vicepresidente del Panel Científico de Nutrición de la EFSA.

--Health claim (Declaración de salud o de propiedades saludables)
Sugerir que un alimento contribuye a bajar el colesterol, corregir el estreñimiento o mejorar la tensión arterial puede anunciarse en un producto (lo que en inglés se denomina health claim) pero siempre y cuando se hayan llevado a cabo, por parte de la empresa anunciante, los estudios correspondientes. Esa evidencia científica ligada a un beneficio para la salud tendrá que ser después debidamente sometida a los rigurosos análisis de la EFSA, cuya valoración será esencial para que la Comisión Europea autorice el anuncio.
El porcentaje de productos que por ahora han obtenido luz verde para difundir de forma expresa sus ventajas es bajo en comparación con las solicitudes hechas. En estos casi tres años, el Profesor Palou asegura que ha habido "una auténtica avalancha de peticiones; más de 4.000, muchas de las cuales aún están en proceso de evaluación". Aproximadamente unas 2.000 fueron devueltas a la Comisión porque había aspectos que necesitaban ser aclarados. De las otras 2.000 solicitudes se han evaluado ya unas 500 y de éstas casi tres cuartas partes han sido desfavorables.
"La mayoría de las que han contado con un juicio favorable ha sido para componentes de alimentos que ya era reconocido en general que tienen unas propiedades beneficiosas, como vitaminas, minerales esenciales, etc. Dicho de otro modo: es muy difícil conseguir una acreditación de este tipo. No obstante, es una cifra que irá a más a medida que las empresas inviertan más en investigación y aporten evidencia más rigurosa", explica este especialista en Nutrición y Biología Molecular. Actualmente, hay un registro de declaraciones autorizadas y otro de declaraciones rechazadas. Además está previsto que la situación transitoria (con alguna publicidad que aun permanece de modo transitorio dependiendo de cada estado miembro) se vaya aclarando y las únicas que permanezcan en los próximos meses sean ya sólo las aprobadas a nivel europeo.
Aunque sea un criterio de evaluación diferente al que se sigue para aprobar un medicamento, el proceso para poder acreditar un "health claim" es igualmente riguroso. "Se puede decir que el análisis arranca directamente en una fase más avanzada porque no hay que estudiar los efectos secundarios ya que la seguridad es un prerequisito para cualquier alimento pero, para que un producto pueda llevar un "health claim", sí que hay que desarrollar numerosos estudios, incluidos estudios clínicos o de intervención en humanos, que demuestren la eficacia del producto. El objetivo de la EFSA es que el consumidor pueda estar tranquilo y confiar que no hay trampa cuando escucha o lee estos mensajes asociados con la mejora de la salud", comenta el Profesor Palou.

--Proteger la investigación
En este momento, si una empresa decide invertir para demostrar que su producto cuenta con unas determinadas propiedades que son beneficiosas para la salud, gozará de una protección de cinco años para utilizar esos datos de forma exclusiva. Es un incentivo a la investigación, aunque desde la industria se pedía un periodo de protección más amplio. "Los costes de la inversión requerida dependen mucho de la propiedad o beneficio saludable que se pretenda demostrar pero, más allá de los costes materiales, lo que realmente tiene valor hoy en día es el conocimiento, por lo que la principal recomendación es que la empresa se asocie a expertos y grupos de investigación solventes, asegura el experto EFSA.

--Curar no, reducir factores de riesgo de enfermar sí
Si bien es cierto que hay alimentos que tienen beneficio indudable para la salud, la legislación no permite que se promocionen por sus propiedades curativas. Según Palou, de momento no es posible hablar de un efecto preventivo sobre una enfermedad, pero sí es posible anunciar la capacidad de un producto para reducir factores de riesgo, por ejemplo, los niveles de colesterol en sangre en relación con las enfermedades cardiovasculares. "Será cuestión de tiempo que estos anuncios vayan a más porque no debemos olvidar que más del 30% de las enfermedades están relacionadas con la alimentación. Aun así es bueno que el consumidor siempre tenga presente que aunque haya alimentos capaces de disminuir factores de riesgo, las declaraciones de salud estan dirigidas a las personas sanas; si se está enfermo siempre hay que ir al médico", añade el Profesor Palou.

1 comment:

  1. Genial, Fantastico !
    Ya e hora de controlar lo que comemos, basta de publicidad engañosa.
    Gracias por esta entrada
    un saludo
    sonia gluten free

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