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22 December 2009

La Vitamina E evita la toxicidad provocada por la ciclosporina, un inmunosupresor necesario para evitar el rechazo de los órganos trasplantados


La ciclosporina A, un inmunosupresor ampliamente utilizado en los trasplantes, así como en muchas enfermedades reumatológicas y autoinmunes, habitualmente tiene unos resultados excelentes.

Pero puede originar toxicidad a nivel renal, siendo este uno de sus principales efectos secundarios. Esta toxicidad se manifiesta con un deterioro del funcionamiento de los riñones y aparición de lesiones en las células renales.

Investigadores de la Red de Investigación Renal (REDinREN) perteneciente al Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Ciencia e Innovación, han descubierto que la ciclosporina produce alteraciones funcionales y morfológicas de las mitocondrias, unos orgánulos que se encuentran en el interior de las células. La importancia del hallazgo radica en que las mitocondrias son una de las fuentes principales de producción de radicales libres celulares que dañan las células renales.

Los investigadores de la REDinREN ya habían demostrado en estudios previos (2) que la nefrotoxicidad inducida por Ciclosporina en animales de laboratorio no aparecía cuando eran tratados con Vitamina E, que es un antioxidante. De ahí surgió el planteamiento de que la toxicidad renal estuviera relacionada con la formación de radicales libres y especies reactivas de oxígeno. Si esto era así, la Vitamina E podría ser útil en la prevención de la nefrotoxicidad provocada por Cliclosporina.

Como las mitocondrias de las células constituyen una fuente importante de radicales libres, el objetivo de la investigación que ahora ha publicado la revista científica Toxicology and Applied Pharmacology (1) fue evaluar los efectos que la ciclosporina A podría tener sobre las mitocondrias. Los científicos de la REDinREN analizaron la capacidad de la ciclosporina para inducir la síntesis mitocondrial de estos radicales. Además, estudiaron si la Vitamina E tenía efectos protectores evitando esta toxicidad.

Los resultados del estudio realizado por estos investigadores de la REDinREN demuestran en células renales cultivadas (LLC-PK1) que la ciclosporina produce alteraciones funcionales y morfológicas de las mitocondrias. El fármaco fue capaz de alterar las funciones mitocondriales principales de tal manera que las mitocondrias perdían su potencial de membrana, sufrían oxidación de los lípidos de la membrana y alteraciones en la cadena respiratoria. Todos estos fenómenos eran paralelos a un aumento de síntesis de radicales libres por parte de la mitocondria que podrían dañar otras estructuras celulares. Además han demostrado que las células tratadas con ciclosporina A sufrían una muerte celular programada (apoptosis). Como media las células tratadas con Ciclosporina sufrían apoptosis en un 30% de los casos, mientras que las células que habían sido tratadas con Vitamina E previamente tenían un 10% de apoptosis de modo similar a las células controles.

Desde el punto de vista práctico, a partir de la Vitamina E se podrían desarrollar tratamientos para evitar la toxicidad mitocondrial y en última instancia la muerte celular programada que provoca la ciclosporina A en células LLC-PK1, es decir, evitar la toxicidad provocada por el inmunosupresor en personas trasplantadas.

** De Arriba G, Pérez de Hornedo J, Ramírez-Rubio S, Calvino-Fernández M, Benito-Martínez S, Maiques Camarero M, Parra Cid

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