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13 October 2009

El uso preventivo de bifosfonatos en la postmenopausia aumenta el riesgo de osteonecrosis maxilar

El uso de bifosfonatos para prevenir la osteoporosis en mujeres postmenopáusicas no está justificado en la mayoría de los casos y aquellos en los que está indicado su uso se prolonga excesivamente sin necesidad. Según la doctora Carolina Benalal, cirujano dentista y directora general de la Clínica Benalal, "los bifosfonatos impiden el funcionamiento de las células que destruyen el hueso, pero que, a la larga, favorecen la fabricación del mismo. La fisiología del tejido óseo implica que se produzca destrucción para que exista renovación de dicho tejido, es decir fabricación. Si se impide la destrucción, el tejido se hace cada vez más duro, más rígido y pierde su elasticidad. A la larga, se hace, sin duda, mucho más frágil".
Los bifosfonatos se utilizan desde el año 2002 para el tratamiento de patologías en las que existe reabsorción ósea excesiva, cuya consecuencia es, por un lado, una hipercalcemia o exceso de calcio en la sangre, y, por otro, daños en la estructura ósea, pudiendo producir dolores y fracturas. Además, estos fármacos se pueden dividir en dos grupos, los que se utilizan en las hipercalcemias malignas y osteolisis tumorales, y los que se usan para tratar los casos de osteoporosis en mujeres postmenopáusica.
Es en este grupo de mujeres –postmenopáusicas- en las que "en los últimos años venimos observado serios problemas bucodentales fruto del uso indiscriminado de bifosfonatos", asegura la doctora Benalal. "En estos casos solemos encontrarnos con una importante osteonecrosis de los maxilares". Se trata de una exposición ósea que persiste durante más de 8 semanas y que suele producirse, fundamentalmente, como consecuencia de alguna extracción dental, aunque también puede darse de forma espontánea sin intervención previa de un odontólogo o cirujano.
Los bifosfonatos que más riesgo tenían hasta hace poco tiempo eran los que se administraban para los tratamientos del mieloma múltiple, enfermedad de Paget o implicaciones óseas en casos de cáncer de pecho y de próstata. En estos casos "su relación riesgo-beneficio justificada absolutamente su uso", apunta la doctora Benalal. Sin embargo, "cuando hablamos de prevención de la osteoporosis, esta misma relación no se ve tan compensada", añade.

-Salud bucodental en la menopausia
Después de la menopausia se inicia, en muchos aspectos, un periodo delicado en la salud de la mujer. Entre otras cosas, durante este periodo se incrementa la necesidad de implantes bucales y el número de cirugía de injertos para grandes reconstrucciones.
De forma paralela, la osteoporosis es otro de las patologías a las que suele enfrentarse la mujer a partir de los 50 años de edad. Se trata de una disminución de la densidad del tejido óseo, que aumenta el riesgo de fracturas patológicas y que, en los países desarrollados, afecta al 10% de las mujeres por encina de los 50, al 20% en las mayores de 60 años y hasta al 40% de las que tienen más de 75.
A la luz de estas cifras el tratamiento de esta patología, así como su abordaje preventivo, resulta una necesidad, "siempre y cuando se trate de pacientes de alto riesgo, teniendo en cuenta las consecuencias a nivel bucal que puede conllevar el tratamiento prolongado con bifosfonatos". Se ha demostrado que el uso durante más de tres años de esta terapia puede favorecer la aparición de osteonecrosis, debido, sobre todo, a que "los bifosfonatos absorbidos por el hueso permanecen presentes durante 10 años", concluye la doctora.

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