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26 September 2009

El aumento de la esperanza de vida se debe en un 90% a las innovaciones tecnológicas en el área cardiovascular

En las últimas cinco décadas la esperanza de vida en los países occidentales ha aumentado en 6 años y en torno al 90% del total de años ganados se debe a los avances e innovaciones tecnológicas producidas en el área cardiovascular. De hecho, el futuro de la tecnología sanitaria en este campo se dirige hacia la prevención de la enfermedad y al desarrollo de dispositivos altamente sofisticados como el corazón artificial definitivo. Estos son algunos de los datos señalados por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) con motivo del Día Mundial del Corazón que se celebra este domingo 27 de septiembre bajo el lema "Trabaja con Corazón".
El impacto de la evolución tecnológica en la prevención y el tratamiento de las alteraciones cardiovasculares ha sido especialmente significativo y no ha sido superado por ningún otro área de especialización. De hecho, en patología cardiovascular el descenso en la mortalidad en los últimos 50 años es infinitamente superior al que se ha experimentado en otras patologías.
En este sentido, en el ámbito de la cirugía cardiaca las tecnologías más destacadas, según explica el doctor Joseba Zuazo, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular, han sido por un lado, los dispositivos que actúan directamente en el corazón, como desfibriladores implantables, la terapia de resincronización cardiaca o los sistemas de asistencia ventricular, y por otro, los dispositivos que han permitido hacer intervenciones menos invasivas y más eficaces. "Hay muchos pacientes que antes morían porque no eran candidatos a transplante y que ahora son tratados con dispositivos tecnológicos", añade. Según indica este especialista, además de aumentar la expectativa de vida, estos avances han hecho posible incrementar también la calidad de vida de los pacientes cardiacos.

Por su parte, José Luis Bosch, presidente del sector de Cardiovascular, Neurocirugía y Tratamiento del dolor de Fenin, señala cómo las tecnologías sanitarias "han permitido hacer más efectivos los tratamientos, reduciendo las estancias hospitalarias, disminuyendo el absentismo laboral, entre otros aspectos de gran valor para la calidad de vida de un paciente y la sociedad en su conjunto".
En los países desarrollados, la enfermedad cardiovascular sigue siendo la principal causa de mortalidad, siendo la edad uno de los principales factores que contribuyen a aumentar su incidencia. En este sentido, se estima que en 2020, el 20% de la población será mayor de 65 años.
Por otro lado, actualmente en nuestro país la actividad de los cirujanos es verdaderamente intensa. Alrededor de 20.000 pacientes son operados cada año en los quirófanos españoles mediante cirugía extracorpórea. Asimismo, tan sólo en el año 2007, los profesionales sanitarios implantaron 10.000 prótesis cardiacas y realizaron 3.600 bypass, 120.000 coronariografías, 60.000 angioplastias, 1.100 cirugías aórticas y 227 transplantes.

-El futuro del corazón
El futuro de las tecnologías sanitarias en el área cardiovascular se dirige, en primer lugar, "hacia la mejora de los dispositivos existentes haciéndolos más eficientes y seguros" ha explicado José Luis Bosch.
Otro de los ámbitos en los que se espera un gran desarrollo es en la evolución de la imagen, haciendo que esta sea cada vez más precisa y segura, así como que se puedan compartir por los médicos interesados en cada paciente. A este respecto, el doctor Zuazo ha señalado que el diagnóstico por imagen permite una visión muy exacta y anatómica de la lesión a tratar, "y esto es muy importante en la medida en la que permite planificar la intervención sobre unas bases sólidas y eliminar por tanto el factor sorpresa, que en un momento dado puede ser vital".
El desarrollo de dispositivos como el corazón artificial definitivo o la bioterapia, donde por medio de células madre, vectores génicos, etc. se pretende reparar los daños causados por las distintas enfermedades cardiovasculares, son otras de las líneas de investigación que están siguiendo los especialistas. En opinión del presidente de la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular uno de los retos que se presentan es el diseño de tecnología individualizada.

-Trabajar con corazón
Además de los hábitos de vida sana, los chequeos en el entorno laboral son una de las medidas de prevención de la enfermedad cardiovascular aconsejada. Sin embargo, para el doctor Zuazo éstos deberían ser más orientados, es decir, hacer pruebas de esfuerzo, ecocardiogramas o ecografías abdominales. "Si en las empresas se implantaran mecanismos de cribado mucho más específicos se detectarían muchas más alteraciones cardiovasculares y podrían ser tratadas o prevenidas", concluye.
En opinión de José Luis Bosch, la información de riesgo, la promoción de los hábitos sanos, la adecuación de las condiciones de trabajo y la reducción del stress a unos niveles no agobiantes, pueden contribuir a la mejora del corazón de los trabajadores.

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