Traductor

15 May 2009

Tres de cada cuatro mujeres jóvenes tienen la base genética de la fibromialgia

“No hace demasiados años, la fibromialgia era una entelequia, una enfermedad con dolor crónico inexplicable sin etiopatogenia definida”. El pasado 12 de mayo se celebró el Día Mundial de la Fibromialgia y aunque no existe una estadística fiable al respecto, se estima que entre un millón y medio y dos millones de españoles –entre el 2,5 y el 5 por ciento de la población- padecen esta enfermedad. Ése es el punto de partida de la conferencia magistral que el jefe clínico de Rehabilitación en el Hospital Clínico Universitario de ‘San Carlos’ de Madrid, Luis Pablo Rodríguez, pronuncia en el marco del 47.º Congreso Nacional de Rehabilitación y Medicina Física. “Hoy”, asegura el experto, “el avance científico y bioquímico está cerca –en cuatro o cinco años- de paliar los síntomas del síndrome fibromiálgico, habida cuenta que se conoce la existencia de una alteración de los neurotransmisores cerebrales”.

No es un asunto menor. No por nada, se considera que cerca del cinco por ciento de la población española padece esta patología. En ese porcentaje se establece, además, que “nueve de cada diez pacientes que presentan este grupo de patologías son mujeres. Existe una explicación. Dado que hay un componente hipotalámico central en el origen de la enfermedad, durante el embarazo, el parto y la postmenopausia, cuando se producen ciertos desajustes en el organismo de la mujer, el riesgo incrementa.” Luis Pablo Rodríguez refuerza esta percepción con otros datos. “El 71 por ciento de las mujeres jóvenes tienen la base genética de la fibromialgia”.

“Resulta complejo, no obstante”, subraya el catedrático vallisoletano, “definir una serie de síntomas que permitan identificar el síndrome de la fibromialgia”. Pese a dicha dificultad, Luis Pablo Rodríguez recuerda algunos datos que pueden levantar la sospecha. “Se estima que casi el cien por cien de las personas afectadas padecen trastornos digestivos, tres de cada cuatro sufren cuadros de fatiga, un sesenta por ciento es víctima de un sueño no reparador y un cuarenta por ciento presenta cuadros depresivos”, avanza el especialista.

¿Cuáles son, entonces, los problemas para identificar la enfermedad? “Estos síntomas no son exclusivos del síndrome fibromiálgico. Hay ocasiones en que se han confundido, por ejemplo, con un síndrome de fatiga crónica. Uno de los problemas más frecuentes con esta patología es precisamente ése: los errores en le diagnóstico”.

Algunas voces, incluso desde el ámbito científico, han denostado la existencia de esta enfermedad. Luis Pablo Rodríguez no tiene duda alguna al respecto. “La Organización Mundial de la Salud la califica como una enfermedad y hoy en día se ha llegado casi al detalle. En función del cuadro con el que se manifieste el síndrome en el paciente, la comunidad científica ya tiene establecidos un tipo de subgrupos para identificar cuanto antes la patología”.

-Frida Kalho y la fibromialgia
¿Cómo hacerlo? El jefe clínico de Rehabilitación en el Hospital Clínico Universitario de ‘San Carlos’ de Madrid explica que “hay una serie de puntos sensibles en el organismo humano que, ejercida una presión adecuada sobre ellos, reaccionan de manera evidente al estímulo”. Para ilustrar esta afirmación, Luis Pablo Rodríguez recurre a la figura de Fidra Kalho. “Es sabido que padecía fibromialgia. Y si uno contempla un autorretrato suyo en el que aparece agujereada por alfileres se comprueba que éstas están colocadas en esas zonas señaladas antes descritas. De igual modo, en uno de los libros revela las dificultades que tiene para descansar, una alternación de la fase REM del sueño propia de esta patología.

Ésa sería la primera fase. Pero además, la identificación de la enfermedad en una alteración de los neurotransmisores cerebrales y el avance tecnológico de los métodos diagnósticos, facilitan el diagnóstico preciso y precoz”. Luis Pablo Rodríguez explica localización con un ejemplo gráfico. “Cuando a una persona que padece fibromialgia le relatan una desgracia cualquiera -un accidente con víctimas, un terremoto, o que sea que le alcance- se recrudecen los dolores físicos, prueba palpable de que la patología se localiza en el cerebro”.

Queda por explicar que papel juega la rehabilitación en este campo. A juicio del especialista, “esencial. Contribuye a la precisión en el diagnóstico a través de la localización de los puntos sensibles de presión y en la evaluación del grado en que se presenta la enfermedad. Además, y aquí surge el papel esencia, la literatura científica ya describe de manera contrastada la eficacia del ejercicio físico en el tratamiento del síndrome. En verdad, la fórmula más eficaz de tratar el síndrome es, en la inmensa mayoría de los casos, la conjugación entre la farmacología y la actividad física personalizada, un plan de ejercicios diseñados de manera específica para cada individuo”.

En este segundo aparatado, el experto advierte que “hay evidencias de que el ejercicio físico aeróbico, realizado en medios como el aire y el agua, dan mejores resultados. De la misma manera, está comprobado de manera empírica que la persona que padece esta enfermedad es menos tolerante al frío, mientras que el calor reduce la intensidad de los síntomas. El médico rehabilitador ha de mostrar al paciente cómo es su enfermedad y darle las herramientas para que sepa protegerse. Es otra de las funciones de su especialidad”.

No comments:

Post a Comment

CONTACTO · Aviso Legal · Política de Privacidad · Política de Cookies

Copyright © Noticia de Salud