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14 May 2009

Nueve de cada diez personas sufren un dolor lumbar en algún momento de su vida

Nueve de cada diez personas sufren, en algún momento de su vida, un dolor lumbar, consecuencia, en no pocas ocasiones, de su estilo de vida. Tal y como asegura Lorenzo Jiménez, jefe del servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario Ramón y Cajal de y responsable de la Escuela de la Espalda, “las principales causas de estas molestias se asocian a las malas posturas, los movimientos incorrectos al cargar peso y agacharse, los gestos bruscos y forzar posturas a la hora de realizar actividades laborales”.

No es un problema desdeñable. En el transcurso del 47º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física, Lorenzo Jiménez recuerda que “la lumbalgia constituye el primer motivo de invalidez en las personas menores de 45 años y el tercero a partir de esa edad. Además es la segunda causa más frecuente de consulta al médico de familia. Atentos a esta realidad”, asegura Lorenzo Jiménez, “la medicina física y la rehabilitación busca la fórmula de corregir esta es discapacidad y, si fuese posible, eliminarla, dedicando a este tipo de dolor localizado y específico el 30 por ciento de los recursos”.

Esta molestia está en la raíz del treinta por ciento de las bajas laborales, y en el origen de una de cada cuatro incapacidades laborales definitivas. Es por ello que Lorenzo Jiménez entiende “como necesario el abordaje multidisciplinar de una patología tan discapacitante. Es necesario realizar una labor preventiva, enfocada hacia la práctica del ejercicio físico y una serie de prácticas encaminadas a corregir los hábitos posturales.”
Explica el experto que “se trata de que le paciente entienda que tiene un diagnóstico molesto pero benigno y desmitificar lo que le ocurre. La información y la educación que se ofrecen reducen la intensidad del dolor. Además, se les enseña que tienen que tomar una conducta activa antes su problema de dolor, y entiendan por qué les duele”.
Otro mensaje clave es la importancia del ejercicio físico. “Los pacientes con dolor crónico tienden a la inactividad, lo que debilita los músculos. Hay que estudiar qué ejercicios deben realizar y qué deporte pueden practicar para mantener la forma física. Cuando el paciente llega a la consulta con dolor, lo primero que ha de hacerse es un diagnóstico”.

En este sentido, Lorenzo Jiménez expresa que “sólo el 15 por ciento de los diagnósticos de dolor de espalda son específicos, es decir, atienden a una causa claramente identificada. En este capítulo, las causas pueden ser tumores en la columna, infecciones en esta área, fracturas vertebrales, problemas inflamatorio-reumáticos, hernias de disco, espondilosis (especialmente en niños) y estenosis de canal (sobre todo, en adultos). Por otro lado, el 85 por ciento de los dolores de espalda restantes tienen un componente mecánico-degenerativo, en el que el dolor se activa cuando la persona está en movimiento y tiende a desaparecer cuando descansa”, asegura el especialista.

-Problemas posturales y consejos
En lo que se refiere a las medidas preventivas, Lorenzo Jiménez asevera que “todas las posturas prolongadas son nocivas para la columna. Estar de pie o sentado sin moverse durante mucho tiempo daña la espalda. Por eso, en bipedestación hay que separar un poco las piernas y hacer cargas asimétricas del peso en cada extremidad, así como realizar basculamientos de la pelvis. A los pacientes se les enseña la postura de sentado sin silla mientras se alinea la columna con la pared”.
De esta manera “se fortalecen los cuadriceps y se reduce la tensión de la columna. La manera de acostarse también influye. El colchón de consistencia intermedia es lo más adecuado”, arguye el experto. Jiménez recomienda “dormir boca arriba con las piernas un poco dobladas y una almohada bajo de las rodillas si se sufre ciática. La postura lateral o fetal también es adecuada”.
En lo concerniente a los asientos, “los más adecuados son duros y altos, aunque en el mercado se suelen encontrar bajos y blandos. Hay que enseñar al paciente que la espalda tiene que estar pegada al respaldo de los asientos y poner cojines para respetar la curva natural de la columna. La altura no debe superar el tamaño de las piernas”. Hay algunas variaciones al respecto de “los asientos laborales que deben ser giratorios, adaptables al tamaño de las personas, con forma en el respaldo y reposabrazos, que ayudan a reducir el peso del cuerpo sobre la zona lumbar.”
Estima el especialista que “al levantarse, se deben contraer los abdominales, y es bueno ayudarse de muñecas y brazos. Asimismo, se recomienda a los pacientes que trabajan de pie que pongan un taburete de 15 centímetros para apoyar un pie y descargar el peso del cuerpo, así como no inclinar la postura hacia delante. Esto produce el principio del cascanueces y aumenta las presiones intervertebrales. Lo mismo ocurre al fregar y lavarse los dientes”. Al recoger pesos, Jiménez recomienda “agacharse flexionando las piernas para evitar las cargas y las presiones en los discos lumbares y mantener la carga pegada al cuerpo”.

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