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05 May 2009

Aumenta el conocimiento sobre el asma entre la población, pese a que aún prevalece la idea de que es una enfermedad alérgica

Las personas que padecen asma y aquellos individuos que tienen un familiar o un amigo asmático conocen bastante bien los aspectos generales de la enfermedad y están concienciados sobre la importancia de controlar los síntomas. Sin embargo, aún prevalecen ciertos mitos en torno a esta patología, como la creencia de que es un tipo de alergia. Éstas son algunas de las principales conclusiones extraídas del estudio ‘Opiniones y Creencias sobre el Asma’, dirigido por Carlos Villasante, Jefe de la Sección de Neumología del Hospital Universitario La Paz (Madrid), y Miguel Ángel Ruiz, doctor en Psicología y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). La investigación, impulsada por la Fundación AstraZeneca y la UAM, ha sido presentada hoy con motivo del Día Mundial del Asma.

En el estudio participaron 2.024 personas de Madrid, con una edad media de 43 años, y de las cuales el 68% eran mujeres. Se realizó a partir de un cuestionario de once preguntas cerradas multirespuesta y una abierta elaboradas por un panel de ocho expertos. Abordaban cuestiones sobre etiología, prevalencia, diagnóstico, síntomas, tratamientos o preocupaciones con el objetivo de conocer el nivel de conocimiento general de la población sobre esta enfermedad respiratoria. La encuesta fue realizada durante una campaña de sensibilización; la mayoría de los encuestados resultaron tener asma o ser familiares o amigos de asmáticos (81%).

En primer lugar, del estudio se extrae que existe un amplio conocimiento acerca de los principales aspectos del asma y sus posibles complicaciones. Sin embargo, llama la atención que aún prevalezcan ciertos mitos en torno a la enfermedad. En concreto, el 51% de los encuestados aseguró que el asma es un tipo de alergia. Este equívoco se debe a que el tipo de asma que mayor incremento está sufriendo en los últimos años es el asma alérgica, es decir, es un alérgeno (como el polen, los ácaros o los epitelios de animales) el que produce la inflamación de los bronquios. No obstante, “el asma no es un tipo de alergia, sino una enfermedad respiratoria”, apunta Villasante.
Asimismo, más de la mitad de los participantes (51%) aseguró que el asma puede resultar mortal. “El asma puede causar, en un pequeño porcentaje, la muerte, pero no debería ser así, ya que estos fallecimientos se producen porque la persona no sigue el tratamiento de forma adecuada o acude demasiado tarde al hospital cuando se presenta una crisis, situaciones ambas prevenibles”, explica este neumólogo. De hecho, “con la medicación adecuada y un seguimiento apropiado, en la mayoría de los casos la enfermedad se controla y el paciente puede llevar una vida normal”, matiza.

Otro dato a destacar es el porcentaje tan alto de personas (37,1%) que cree que el tratamiento sólo debe administrarse en presencia de síntomas. Hay quien piensa que sólo se sufre asma cuando se sienten ahogos, en medio de una crisis, y no cuando se tose constantemente o cuando se siente opresión en el pecho. Todavía existe la creencia de que el asma es una enfermedad aguda cuando, sin embargo, es crónica. “Sólo un pequeño porcentaje de pacientes leves son los que pueden permitirse medicarse exclusivamente cuando tienen síntomas”, añade este neumólogo.

En la misma dirección, y a pesar de que un 73% de los encuestados considera que los tratamientos son eficaces y un 27% opina que son sencillos y cómodos, uno de cada tres (34%) piensa que los fármacos tienen bastantes o muchos efectos secundarios, lo que condiciona a los asmáticos a la hora de seguir el tratamiento. En España, la mitad de los pacientes con asma no están bien controlados porque abandonan el tratamiento, aunque un 41% reconoce que interrumpir la terapia puede ser perjudicial. “Aunque la creencia más arraigada es que el tratamiento es para toda la vida, la falta de adherencia a éste sigue siendo el problema más grave que tenemos y cuya solución pasa por informar y educar a los pacientes”, afirma Villasante.

-Preocupaciones y demandas

A la hora de enumerar los motivos más frecuentes de preocupación, un 35% de los encuestados destacó que la asfixia, los ahogos, el cansancio y la tos son los signos que más alarman y hasta un 18% mencionó que un mal abordaje de la enfermedad puede limitar la calidad de vida. “Preocupan mucho las crisis, la cronificación y el agravamiento de la enfermedad”, analiza por su parte Miguel Ángel Ruiz. En concreto, hasta un 62% de los encuestados manifestó que el asma limita bastante o mucho la vida diaria.

Asimismo, los participantes demandaron más información sobre el asma y manifestaron que desconocen muchos de los desencadenantes que la originan, así como su relación con la contaminación y el tabaquismo. En este sentido, los expertos recuerdan que existe el asma no alérgica provocada, por ejemplo, por materias irritantes como el humo del tabaco, los productos de limpieza doméstica, la contaminación ambiental o incluso los cambios súbitos de temperatura. Por último, los encuestados no quisieron dejar pasar la oportunidad de reclamar más inversión en investigación y en técnicas de diagnóstico adecuadas.

-Diagnóstico y sintomatología

En cuanto al diagnóstico, conviene subrayar que el 84% de los participantes sabe que el asma puede aparecer a cualquier edad y el 66% reconoce que se trata de una enfermedad no curable, pese a que los expertos recuerdan que es controlable en la mayoría de los casos, siempre y cuando el paciente siga las indicaciones prescritas por el médico. No obstante, si una de cada tres personas considera que el asma se puede curar es porque “pertenece a ese porcentaje de asmáticos que tiene síntomas tan leves que apenas los percibe y cree que la enfermedad ha desaparecido”, explica Villasante.

En cuanto a la pregunta sobre la aparición de los síntomas, sorprende la disparidad de opiniones. Un 41,89% de los encuestados aseguró que los pitidos o los ahogos son más frecuentes en determinadas estaciones del año, un 21,24% declaró que aparecen sólo al hacer ejercicio, un 21,02% señaló que se tienen varios días al mes y un 15,85% apuntó que los síntomas del asma son diarios. “Estos datos tienen una explicación: aunque el asma es crónica, puede estar provocada por diferentes desencadenantes, lo que produce que existan distintos tipos de la enfermedad. Entre los más comunes destacan el asma alérgica, no alérgica, estacional, nocturna o inducida por la realización de ejercicio físico”, concluye este especialista.

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