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05 March 2009

Uno de cada cuatro niños que pasan por las consultas de vacunación del viajero pediátrico tiene menos de dos años

Los niños menores de 18 meses no deberían viajar a países tropicales, porque muchas veces no tienen puestas todas las dosis obligatorias incluidas en el calendario vacunal y corren un mayor riesgo al desplazarse a países endémicos. A pesar de esta recomendación, uno de cada cuatro niños que acuden a las consultas pediátricas de vacunación del viajero tienen menos de dos años, según advierte la doctora Milagros García Hortelano, médico pediatra de la Unidad de Pediatría Tropical y Consulta del Niño Viajero del Hospital Carlos III de Madrid. En concreto, el año pasado pasaron 446 niños por este departamento que, desde hace 6 años, ha asesorado en torno a 1.600 menores.
En este sentido, el doctor Francisco Giménez, pediatra de la Unidad de Infectología Pediátrica del Hospital Torrecárdenas y director de las VI Jornadas de Actualización en Vacunas, que se están celebrando esta semana en Almería, recalca que antes de emprender un viaje con un niño pequeño hay que tomar las precauciones necesarias. "En el caso de ir a zonas exóticas, con riesgo sanitario, los padres con sus hijos deberían pasar por los departamentos de vacunación del viajero para que los profesionales asesoren sobre la inmunización o profilaxis pertinente", afirma.
Este experto también insiste en que "las vacunas deben ser prescritas por un profesional sanitario porque tienen que administrarse en función de la edad, el peso y la historia clínica del menor". Hay que prestar una atención especial a ciertos grupos de riesgo, como pueden ser los niños con el sistema inmunitario deprimido, los asmáticos, los que tienen alergia al huevo (muchas vacunas usan huevo en su proceso de elaboración) o los que tienen dermatitis atópica, ya que el uso de los repelentes de mosquitos pueden exacerbar esta afección cutánea, entre otros grupos. "Lo ideal sería acudir a estas consultas específicas con un mes o mes y medio de antelación porque hay algunas vacunas que necesitan más de una dosis, como puede ser la vacuna de la rabia", precisa el doctor Giménez.

Según la doctora García, "hay pocos menores de 18 meses que acompañan a sus padres en viajes turísticos. Lo que más se ve en las consultas de Pediatría Tropical son hijos de inmigrantes que viajan a sus países de origen en época de vacaciones (no siempre en verano)". De hecho, se estima que la mitad de los niños que pasaron el año pasado por la Unidad de Pediatría Tropical del Hospital Carlos III de Madrid eran inmigrantes, de los cuales un 28% eran menores de dos años. Otro de los colectivos atendidos son los cooperantes, y, en este sentido, esta experta afirma que "cada vez hay más mujeres que viajan con niños pequeños a zonas tropicales, sin tiempo determinado, por lo que tienen un mayor riesgo y deben ir correctamente protegidos".
De los 446 niños que pasaron por dicha Unidad de Pediatría Tropical en 2008, el 91% estaba bien vacunado, lo que significa que el 9% restante tenía incompleto su calendario vacunal, principalmente por la falta de la dosis de recuerdo del tétanos y la difteria recomendada a los 14 años.

-Principales vacunas
En concreto, la doctora García explica que "al 70% de los niños se les puso la vacuna frente a la hepatitis A, una patología que prácticamente se ha erradicado en España, aunque sigue afectando a los países en vías de desarrollo o a los que no tienen buenas condiciones higiénicas". Esta vacuna se puede administrar a niños mayores de un año, por lo que la mayoría ya salen con esta vacuna.
Respecto a la fiebre amarilla, esta experta explica que "al basarse en un virus vivo, puede tener mayores efectos secundarios en niños, sobre todo entre los más pequeños, que pueden tener fiebre alta o meningoencefalitis, aunque son muy raras estas complicaciones. De ahí, la necesidad de extremar las precauciones en este colectivo, y por lo que no se vacuna a niños menores de 9 meses". Al ser una vacuna obligatoria para entrar en algunos países se hace un certificado de exención de fiebre amarilla. El año pasado al 3% de los pacientes que acudieron a consulta se les hizo este documento debido a la presencia de alergia al huevo o por ser menor de 9 meses.
Frente a la malaria o paludismo –que no dispone aún de una vacuna efectiva- hay que recurrir a la quimioprofilaxis (pastillas), que se debe adecuar al peso del paciente. "Cuando el niño tiene un peso de entre 5 y 8 kilogramos, ya se pueden administrar estos fármacos", afirma la doctora García. Entre otras, en esta Consulta del Niño Viajero también se administra la vacuna de fiebre tifoidea y se puede adelantar la del sarampión (que en España se pone a partir de los 15 meses) para que el niño vaya convenientemente protegido.

-El botiquín imprescindible
El botiquín del menor debe contener siempre antitérmicos y analgésicos, suero de rehidratación oral en caso de diarrea o vómitos, un antihistamínico oral para los procesos alérgicos por picaduras; material general de curas; un antiséptico; crema de protección solar (por encima de factor 30); crema antiinflamatoria/antihistamínica para picaduras y alergias; repelente de mosquitos y toallitas húmedas para la higiene. "También se recomienda llevar lágrimas artificiales y colirio antibiótico para cuidados oculares", advierte el doctor Giménez.
Además, hay que tener cuidado con la alimentación de los niños, evitando que tomen productos crudos, y que beban siempre agua y bebidas embotelladas sin hielo. "No obstante, curiosamente, a la vuelta de los viajes no se ven más diarreas infantiles, ya que los padres suelen ser más cuidadosos con los pequeños y extreman las precauciones", apunta la doctora García, quien insiste en que también "se aconseja vestir a los niños con ropa de algodón o lino, de colores claros y que cubra la mayor parte del cuerpo posible, así como utilizar mosquiteras específicas para cunas y cochecitos".

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