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25 March 2009

Una correcta movilización de las personas mayores dependientes previene la aparición de patologías en el cuidador



Acciones tan habituales como acostarse o levantarse de la cama, asearse o cambiar de postura mientras se descansa son, para muchas personas mayores dependientes, una tarea que no podrían llevar a cabo sin la ayuda de cuidadores. Sin embargo, desde el punto de vista del cuidador, la movilización de estas personas de manera cotidiana y repetitiva puede suponer un riesgo cierto para su salud, con especial afectación a su sistema locomotor.
Para combatir este problema entre los cuidadores formales (profesionales) e informales (familiares), Miriam Urkiza, fisioterapeuta de la residencia Igurco Orue, pronunció en Bilbao una conferencia titulada "Movilizaciones en la persona mayor dependiente y prevención del cuidador". La charla se enmarca en el ciclo de conferencias del Programa de formación para familiares de personas mayores dependientes, puesto en marcha por el grupo sociosanitario Igurco.


-Movilizaciones más frecuentes
Según expone Urkiza, "las movilizaciones más frecuentes suelen ser las que mueven al paciente mayor dependiente desde una postura en la que está tumbado hacia arriba hasta colocarle de lado en la cama, sentado en el borde de la misma, o las que le reubican de posición, dentro del mismo lecho". Asimismo, la fisioterapeuta recuerda que las tareas de aseo, "por su frecuencia", obligan también a maniobras que pueden suponer un riesgo para el cuidador.
Otra movilización que suele suponer un esfuerzo intenso para algunas personas es la que lleva al paciente mayor desde el borde de la cama hasta la silla de ruedas o al sillón de la sala. En esta maniobra se produce "una carga de la mayor parte del peso de la persona movilizada sobre el cuidador, con lo que es necesario extremar la correcta realización de la técnica".
Patologías
Entre los problemas que con más frecuencia aparecen en los cuidadores formales e informales como consecuencia de movilizaciones incorrectas se encuentran "los dolores de espalda, siendo los más comunes de éstos las lumbalgias". Sin embargo, "ante la repetición de malas movilizaciones y la falta una adecuada atención sanitaria, es frecuente que aparezcan profusiones y hernias discales".
Asimismo, también son habituales los problemas en las manos de los cuidadores, donde se suelen apreciar "tendinitis y síndromes del túnel carpiano", una lesión que ocurre cuando el nervio mediano —que controla parte de las sensaciones y movimientos de la mano— se presiona en el interior del túnel carpiano, situado muy cerca de la muñeca.
Según expone Urkiza, las personas más afectadas por estas patologías son las mujeres, ya que el porcentaje mayoritario de personas cuidadoras corresponde al sexo femenino, ya sean éstas trabajadoras profesionales o hijas de la persona mayor cuidada.


-Consejos generales
Para evitar en la medida de lo posible estos problemas, la fisioterapeuta de Igurco Orue recuerda que "lo principal es seguir los principios generales de higiene postural". Así, destaca que "se debe mantener la espalda recta al hacer las diferentes movilizaciones y al agacharse. También es muy importante acercar la persona mayor a nuestro propio cuerpo, porque con ello se logra un doble objetivo: por un lado, proporcionamos al paciente una mayor seguridad, al poderle abarcar mejor y, por otro, el cuidador no tiene que hacer tanta fuerza en la movilización ya que el centro de gravedad del peso que mueve está muy cerca del suyo".
Urkiza recalca que en el momento de cargar con el peso de la persona mayor "es conveniente tener las rodillas flexionadas" y aboga por la realización de "ejercicios de estiramiento" —por parte del cuidador— "de la columna cervical, dorsal y lumbar", con el fin de mantener la elasticidad de la espalda.
En algunos casos, la movilización de personas mayores puede realizarse mediante ayudas técnicas, tales como grúas. Sin embargo, esto no exime de vigilar la realización correcta de las movilizaciones, ya que, a pesar de las ayudas, "siempre hay que mover personalmente en algún momento a la persona mayor, y esto se realiza, en muchas ocasiones, varias veces al día, durante tiempo indefinido".


-Ejemplo: cómo mover a un mayor sentado en una cama, desde ésta a una silla de ruedas
"Lo primero que se debe tener en cuenta es que el cuidador debe tener todos los elementos que va a precisar preparados con antelación. Acercar lo que le hace falta y alejar todo aquello que le pueda estorbar".
A continuación, "una vez que se ha puesto la silla de ruedas bien cerca de la cama, con los reposapiés levantados y el freno echado, el cuidador se coloca frente al mayor. Después, se coloca una de sus rodillas entre las dos rodillas del cuidador. El siguiente paso consiste en hacer que el mayor abrace al cuidador; al mismo tiempo, el cuidador pasa sus brazos por debajo de las axilas del paciente y le abraza igualmente. Con esto, se consigue dar seguridad a la persona y acercar el peso que se ha de levantar".
En el siguiente paso, "el cuidador flexiona sus rodillas y, echando el peso del mayor desde los glúteos sobre sus brazos, le levanta, a la vez que con un semigiro le coloca suavemente sobre la silla de ruedas y se concluye la movilización".
Por último, la fisioterapeuta hace hincapié en la importancia de conocer bien las técnicas de cada movilización con el fin de ejecutarlas correctamente y evitar posibles posturas contraproducentes.

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